Isabel Pantoja no lo está pasando bien precisamente, es más, está atravesando uno de los momentos más duros de su vida probablemente. Su estancia en la cárcel, donde ha de cumplir dos años de condena y hacer frente a una multa millonaria, es uno de los palos más grandes.
Ya lleva una cuarta parte de la condena cumplida y, debido a su buen comportamiento, le concedieron un primer permiso penitenciario de cuatro días en junio. Hace poco la cantante salía de nuevo, pero esta vez durante siete días en los que tuvo la oportunidad de celebrar su 59 cumpleaños junto a los suyos.
No obstante, la felicidad es efímera, como bien sabemos. Si Pantoja estaba animada por su salida, de repente su bienestar se truncaba e ingresaba en un hospital de Sevilla, debido a una nefropatía diabética, un día antes de la fecha en la que tenía que estar de vuelta en Alcalá de Guadaíra. Algunos lo han tachado de estrategia, ya que cuando iba a recibir el alta médica, el médico forense ha solicitado una ampliación de otros siete días que ha sido aprobada, permitiéndole a la tonadillera estar en ‘libertad’ hasta el 18 de agosto sin más vigilancia que la médica.
Aunque podría aprovechar para pasar más tiempo con sus allegados, de momento no parece que esto vaya a ser así. Bastante alucinados nos quedamos cuando analizamos su situación respecto al apoyo que sus hijos le están brindando, nada proporcional. Chabelita no ha tenido reparos en sacar toda ‘la basura’ que se ha generado este tiempo en la finca Cantora y sus tensiones con el ‘tito’ Agustín y para rematar, se hace ‘un Letizia’ tratando de despistar a la prensa en sus viajes, contando que está en Cancún cuando en realidad se ha ido a Rota.
La familia, ¿lo primero?
Kiko Rivera, por su parte, prefiere dedicarse a los asuntos laborales. Fue a visitar a su madre al hospital -qué menos- el lunes 10 de agosto y a la salida se limitó a decirle a los medios que “está bien”. No sabemos si por preservar la privacidad, por ser correcto o porque, directamente, no se ‘pispa’ de lo que realmente ocurre, ya que los informes médicos dicen que el riñón de Pantoja corre bastante peligro.
Kiko parece ser el Dj de moda de este verano. Si el año pasado consiguió 21 actuaciones, este verano ha ampliado la cantidad de contrataciones al doble: cuarenta. Entendemos que tiene que hacerse cargo del hijo que tiene con Jessica Bueno, su ex, que cualquier suma de dinero que se pueda aportar a la multa de 1,14 millones que su mami ha de pagar, es bienvenida -porque confiamos en que contribuya a saldarla-, y además, que su novia, Irene Rosales, espera un retoño. Pero ¿realmente tiene las cuentas bancarias tan poco llenas como para anteponer unos compromisos laborales, aparentemente flexibles en fechas, a la salud de su madre?
Su caché por actuación está actualmente entre los 3.000 y los 4.000 euros cada dos horas de amenización musical. Teniendo en cuenta que le quedan diez actuaciones por delante en este agosto, podría hacerse con 40.000 euros a final de mes y 160.000 por toda la temporada estival. La misma noche del miércoles dejó las preocupaciones aparte y se fue a actuar a la discoteca KU de Benidorm, donde ya es un habitual. Sus fechas albergan desde fiestas patronales hasta salas de gran tamaño, aunque eso sí, no siempre la acogida de Rivera entre el público es buena. A veces no llega ni a llenar la mitad del aforo máximo permitido, como en la terraza sevillana de El Cortijo, y otras casi lo sobrepasa, como en la discoteca El Cielo de Mojácar.
Kiko ha conseguido 6 millones de reproducciones con su nuevo single, Dale.
Aunque está más solicitado como pinchadiscos que como cantante, Kiko pone toda la carne en el asador con esa vitalidad tan propia de su simplonería. Acaba de lanzar un single y un videoclip para el mismo titulado Dale junto al cantante canario Dasoul. Tal y como el hijo de ‘la Panto’ ha anunciado en su Instagram, ya lleva tres millones de reproducciones y va a por todas, vamos, a por el disco de oro, ¿increíble, verdad?
Pero tranquilos, no sólo en España gusta la cochambre y han contratado al hispalense en Alemania. Sí, sí, ni más ni menos que en Frankfurt y por una cantidad superior a la habitual, 6.000 euros. El garito en cuestión lleva el nombre de Movida y están especializados en el género musical del ‘pachangueo’ español, italiano y portugués.
A todo esto, a Isabel se le podría juntar la ampliación del permiso penitenciario con la concesión del tercer grado en septiembre. ¿Estará disgustada con el poco -por no decir nulo- caso que sus hijos le están haciendo? Cualquiera lo estaría.
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