Si hace unos años se le hubiera preguntado a la tonadillera cómo se veía cumpliendo los 59 o los 60 años, jamás hubiera acertado a decir lo que realmente le está ocurriendo. Lo primero de todo por estar cumpliendo una condena de dos años por blanqueo de capital de la que sólo lleva la cuarta parte y haber tenido que dejar ‘colgado’ el vestido de faralaes durante un buen tiempo. Además se ha visto envuelta en una polémica dentro del propio centro penitenciario en el que estaría teniendo un supuesto trato de favor, lo que le habría llevado incluso a que la separaran del resto de las presas para impedir cualquier tipo de agresión o situación tensa.
Y por último, en las últimas semanas el clan Pantoja se le ha revolucionado, sobre todo su hija Chabelita que cansada ya de tanta disputa y enfrentamiento familiar, ha decidido ir soltando pequeñas perlas que no han agradado nada al resto de su familia, en especial a su madre, a su hermano ni a su tío Agustín con el que Chabelita confesó que no se habla desde hace mucho tiempo.
Seguramente por todo este contexto, la tonadillera salía de la cárcel el pasado jueves con su segundo permiso penitenciario de seis días y lo hacía con el semblante muy serio y con gafas de sol, a diferencia de su primer permiso el pasado mes de junio. Su cara delataba que su 59 cumpleaños no va a ser como ninguno de los anteriores ya que las aguas están demasiado revueltas en Cantora.
Isabel Pantoja tiene varias conversaciones pendientes y sermones que dar
La tonadillera, como matriarca del clan tendrá que poner orden y seguro le habrá leído la cartilla a su hija Chabelita, a la que llamó desde la cárcel antes de salir y tras la que, casualmente, su hija ya no ha vuelto a hacer ninguna declaración negativa o crítica.
Aunque la joven declaró en la revista Semana que lo único que se dijeron es lo mucho que se querían, madre e hija seguramente tendrán esa conversación pendiente en la que Chabelita le pedirá explicaciones a su madre de por qué no la llamó en directo cuando estuvo con el primer permiso penitenciario y sin embargo, durante la estancia de Kiko Rivera en Supervivientes sí lo hizo. Unas declaraciones que vendrían a confirmar lo que ella ya ha mencionado alguna vez: “En Cantora no me he sentido tratada igual que mi hermano Kiko”, aseguraba también en la revista Lecturas.
Por otro lado Isabel tendrá que mediar entre Chabelita y su hermano Kiko. La joven criticó que nadie de su familia la hubiera ido al plató cuando la expulsaron, ni siquiera su hermano. A pesar de que ambos se han visto hace unos días, como comentó en Semana, él le explicó que “pensaba ir a la final y no contaba con que fuese a salir antes”. Ésta será otra de las rencillas que en estos días habrá que solventar. Pero la tarea más ardua para la cantante es tratar de reconciliar a su hermano Agustín con su hija, ya que ambos no se hablan desde hace años y es uno de los motivos por los que Chabelita no quiere ir a Cantora e incluso podría no asistir en este día especial para su madre si las aguas no se amansan.
Chabelita tendrá que poner a su madre al día con sus amores
También le caerá rapapolvo a Dulce, la niñera de la hija de la cantante, después de haber realizado una llamada de teléfono defendiendo a muerte a ‘su niña’ tras unas polémicas declaraciones de Kiko Rivera y de Anabel Pantoja, sobrina de la cantante en Sálvame Deluxe. A ésta seguramente también le toque escuchar otra reprimenda por sus declaraciones e Isabel trambién tendrá que poner orden enre la niñera y Kiko Rivera después de que se criticaron mutuamente y de que su hijo menospreciara a la cuidadora que tantos años lleva ayudando a la familia.
A pesar de todos estos problemas familiares y una vez que los haya resueltos, Isabel podrá celebrar con los suyos su 59 cumpleaños. Disfrutar de su hija Chabelita, a la que no veía desde hace meses y que también tiene que ponerla al día de sus nuevos amores, según parece con Christopher, ganador de Supervivientes- y desamores; pero sobre todo aprovechará para reencontrarse con sus nietos que por el momento, son los únicos que no le dan disgustos.