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‘Las Chabelitas también lloran’: 7 dramas para la mujer del momento

El drama del verano tiene un nombre: Chabelita. Bueno, Isabel. O Isa para no confundirla con su madre, también Isabel, pese a que sus allegados la conocen por Maribel. El clan Pantoja lleva tres décadas protagonizando todas las portadas, todas las noticias y todos los rumores. ¿Son tan oscuros como parecen? ¿Reina el terror en el corazón de Cantora? ¿Ha estallado la guerra definitiva? Podríamos haber titulado esta disertación comoJuego de Folclóricas’, pero hemos preferido dotarle de un toque melodramático. Comienza, ‘Las Chabelitas también lloran’.

  • Isa Pantoja durante una gala del reality Supervivientes (Gtres).

España, verano del 2015. Una tórrida ola de calor azota todo el país. ¿Todo? No, una pequeña finca en el corazón de Andalucía resiste al embiste de los vientos africanos y saca a relucir una frialdad nunca vista en el panorama nacional. Se trata de 'Cantora', reino de Isabel Pantoja, la última de las tonadilleras. Así podría empezar nuestra propia versión de la serie de novelas que más triunfa en televisión. Sí, esa con clanes enfrentados, luchas por los territorios, muros congelados y un poco de sexo que siempre anima el cotarro. Ellos tendrán dragones, pero nosotros tenemos a María Navarro -o teníamos, que la pobre no está para trotes-. La familia Pantoja está en plena guerra. La madre no se habla con la hija, la hija no se habla con el tío, el tío no se habla con la niñera, el hermano hace lo que le viene bien en cada momento y la prima va haciendo caja con los problemas de los demás. Confiemos en que George R. R. Martin esté tomando nota de todo. 

La participación de Chabelita en Supervivientes ha sido la gota que ha colmado un vaso que hacía tiempo que venía desbordándose. Mientras la joven ha estado pasando hambre -no mucha, que solo ha perdido 100 gramos- en la isla, su familia ha aprovechado, una vez más, para darle una cal y otra de arena.

Tanto han abusado que la pobre no ha podido más y ha estallado. Sin que le temblase la voz y con la tranquilidad acostumbrada, Chabelita lleva dos semanas repartiendo guantazos dialécticos desde platós y revistas, cosa que parece que no ha sentado nada bien a los miembros del clan. Ahora, la pequeña Isabel, indefensa y solitaria, vaga por las calles en compañía de su amigo Sema, su novio o exnovio Alejandro, no lo tenemos muy claro, y unos pocos amigos que le hacen las funciones de familia. En casa, solo la espera Dulce, la besucona niñera que hace las veces de guardaespaldas. No nos digan que no es para echarse a llorar... 

La felicidad de Chabelita tras su paso por el reality de Telecinco se ha esfumado en cuestión de días -o directamente, de horas, que ya se encargaron de recibirla con un vídeo resumen de todos sus frentes abiertos-. ¿Quieren saber cuáles son las tramas de este culebrón que nos está amenizando el verano? Atentos, que esta es la situación actual de Las Chabelitas también lloran:

Amor de madre

O bueno, una mezcla entre amor y desamor. Uno de los motivos por los que Chabelita entró en el concurso fue para que su madre pudiese verla todos los días por la tele. La relación entre ambas no pasaba por su mejor momento -ya saben, Chabelita se quedó embarazada y se marchó de Cantora y a su madre no le hizo nada de gracia-, pero la chica le puso buena voluntad. El problema vino cuando Isabel Pantoja, de permiso en su casa, decidió no levantar el teléfono y llamar a su hija a la isla para darle ánimos. Chabelita se enteró a la salida, se enfadó, dijo que su hermano Kiko sí le había llamado y destapó la caja de los truenos. Ahora dicen que Isabel madre es la que está molesta y que no piensa llamar a su hija hasta que se vean en su segundo permiso. Esto no puede acabar bien. 

Odio de tío

En el foco de todos los problemas de Chabelita se encuentra Agustín Pantoja. El excantante y mano derecha de su hermana Isabel, tiene más poder en Cantora que Cersei en Desembarco del rey. Chabelita cree que fue su tío el que aconsejó a su madre que no la llamara y puede que no vaya desencaminada. De hecho, se supone que ni se hablan ni tienen intención de hacerlo. 'Tito Agustín' es un misterio andante. Nada se sabe de él y nada puede decirse. Los Pantoja guardan silencio cada vez que pisan un plató -pese a que no tienen reparo en comentar la pérdida de la virginidad de Chabelita-. Aquí empezamos a necesitar un Equipo de investigación con la voz de Gloria Serra para que nos lo aclare todo.

Mal de amores

El corazón de Chabelita, como el del libro de Mariló Montero, no tiene reglas. La conocimos prendada de Alberto Isla, un señorito andaluz que ha mutado en tronista del montón y se ha desnudado para la revista Primera línea, con bien de píxeles para que creamos que está bien dotado de cintura hacia abajo.

El amor les duró poco y Chabelita se refugió en los brazos de Alejandro, un chico tan del montón -guapo, eso también- que nos cuesta mucho identificarle. Su relación ha pasado por todo tipo de estados y ahora no sabemos ni dónde está. El acercamiento de Chabelita a Christopher en la isla podría haber despertado los celos de Alejandro y la relación igual ha terminado ya. Tampoco sería tan raro. La pobre tiene 19 años. ¿Quién no se ha enamorado y desenamorado con esa edad?

Pretendiente a la vista

Cuentan los rumores que Chabelita y Christopher, ganador de Supervivientes, han compartido ya habitación de hotel. Cuentan, que quede claro. No sabemos si esto llegará a buen puerto, pero viendo los líos en los que puede estar metido su futuro pretendiente, tal vez lo mejor sería dejarlo tranquilito. Christopher, para quien no lo sepa, es el hermano de Rafa -¿quién?-, exconcursante de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? y el hombre más buscado en el entorno Sálvame.

Resulta que Rafa y su familia, que presumían de tener un alto nivel de vida repleto de lujos, pueden estar metidos en una serie de problemas un tanto turbios. O puede que todo sea cosa de gente con ganas de televisión. Por el momento, no lo sabemos. Chabelita, atenta, que esto puede girar hacia cualquier lado.

Primas lejanas

Durante la estancia de Chabelita en Supervivientes, su prima Anabel, hija de Bernardo Pantoja y habitual de Mujeres y hombres y viceversa, ha ejercido de defensora en todo tipo de platós. Tal ha sido su presencia en Telecinco que temimos que acabara presentando el telediario junto a Pedro Piqueras. El problema es que Anabel quiere nadar y guardar la ropa y, chica, si tienes que ir un día a poner un poco verde a la que estás defendiendo, pues tampoco pasa nada.

La colaboradora se hizo dos Deluxe, con polígrafo incluido, que sentaron bastante mal a Chabelita. Parece que ya lo han resuelto y vuelven a ser uña y carne. ¿Cuánto durará? Pues hasta la próxima polémica. Puede estar ocurriendo ahora mismo.

Memorias de un seductor

Kiko Rivera ni está ni se le espera. El hermano de Chabelita ha desarrollado una curiosa habilidad. Es capaz de poner a parir a los programas que hablan de su familia, mientras negocia apariciones en esos mismos programas. Algo como morder la mano que te da de comer cuando todavía queda el último perrito caliente. El DJ pasó sin pena ni gloria por GH VIP y, desde entonces, poco le hemos visto. No fue a recibir a su hermana, ni la llamó por teléfono, ni acudió al plató a defenderla -cuestión de diferencias económicas, comentan-.

Chabelita muy contenta con su hermano no parecía, y más cuando este le aseguró que volvería hasta Honduras para hacerle compañía. Ay, ilusa... También asegura que han limado asperezas. ¿Volverá Kiko a sentarse en el Deluxe a sacar los trapos sucios de su hermana?

El futuro

¿Y ahora qué pasará con Chabelita? La joven dice que en septiembre quiere volver a estudiar, que no sabe qué exactamente, pero que quiere estudiar. Le animamos a ello, ya que vemos complicado otro tipo de futuro. Chabelita no ha nacido para la televisión. Su aterrizaje en Cazamariposas duró menos que un suspiro, y tampoco va a conseguir arrebatarla la silla de Sálvame a Raquel Bollo -si ni Carmen Gahona ha podido...-.

Tampoco es el tipo de personaje que tenga asegurada su aparición exclusiva en revistas, semana sí, semana también. Para eso hay que apellidarse Preysler, no Pantoja. Y lo de cantar, por lo que hemos oído, tampoco es lo suyo -el mundo no necesita otra Chayo Mohedano-. Así que, Chabelita, aprovecha el verano como tú sabes y en otoño a hincar los codos. Haznos caso. Te irá bien.

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