Cada día hay un nuevo bombazo en Sálvame. Sacan el púlpito, cambian la iluminación y enchufan la música para que alguno de sus colaboradores -en especial, Kiko Hernández- comparta con toda la audiencia esa información sorpresa que puede ponernos a todos los pelos de punta. El problema es que, en la mayoría de las ocasiones, el resultado es más bien decepcionante. Anécdotas, detalles sin importante, personajes de los que nadie se acuerda, son las tramas que tan solo interesan dentro del universo Sálvame. Eso sí, no es obstáculo para dedicarle programas enteros durante largas semanas.
El programa líder de Mediaset ha conseguido crear una fórmula magistral para captar la atención de los espectadores. Han convertido a sus colaboradores en los protagonistas y han encontrado la forma de que el público se involucre en sus vidas. Pero, claro, no todo tiene el alcance que pretenden. Muchos temas, anunciados a bombo y platillo durante días, terminan quedándose en el olvido sin que nadie se haya percatado ni de su existencia. Son los culebrones que nacen y mueren dentro del programa. Supuestos escándalos que a nadie le interesan. Hoy, tiramos de memoria y rescatamos algunos de nuestros favoritos:
El amante de Lydia Lozano
Uno de los blancos fáciles de Sálvame es Lydia Lozano. La colaboradora lo vive todo al extremo y llora delante de cámara por cualquier cosa. Claro, con esta premisa, ¿cómo no iban a sacar la historia de un supuesto amante de la periodista? De la nada apareció Amable, un chico con el que Lozano se suponía que había tenido un affaire estando casada. La historia ya había salido en otro programa hacía unos cuantos años y, como era de esperar, quedó en nada. Lydia sufrió, lloró y ale, a otro asunto.
El primer novio de Belén Esteban
Todo lo que rodea a la princesa del pueblo es noticia. En Sálvame lo saben y aprovechan la ocasión para orquestar un nuevo 'belenazo' en el Deluxe. Pero hay que tener en cuenta que no todos los temas acaban teniendo la misma repercusión. La aparición de un primer novio de Belén Esteban, antes de conocer a Jesulín de Ubrique, hizo temblar los cimientos del programa. ¿Era mentira todo lo que había contado la Estaban a lo largo de su vida televisiva? Pues ya se imaginan que no. El novio desapareció y nadie se acuerda de él.
El pin de Karmele Marchante
Durante aquel experimento que se llamó La caja, Karmele Marchante contó que era hija predilecta de su ciudad de nacimiento, Tortosa. Al programa le faltó tiempo para investigarlo todo y desmentirlo, asegurando que la insignia que tenía la periodista no era más que un pin. Eso fue motivo suficiente para que sus compañeros se lanzaran a por ella y la periodista abandonase Sálvame durante un tiempo. ¿Quién se acuerda a estas alturas? Seguro que nadie.
Las deudas de Raquel Bollo
La amistad entre Belén Esteban y Raquel Bollo parecía inquebrantable. Se apoyaban mutuamente, se querían y vestían las dos de la tienda de la ex de Chiquetete. Pero, ay, en Sálvame todo puede pesar. La princesa del pueblo le dejó dinero prestado a su amiga y ahí comenzaron los problemas. Una no pagó tan rápido como se esperaba y la otra se puso nerviosa. ¿El resultado? Una amistad dinamitada y muchas horas de programa centradas en el conflicto.
La reaparición de Rodríguez Menéndez
Cualquier aficionado a Crónicas marcianas recordará al abogado Rodríguez Menéndez. Sus apariciones sirvieron para crear a toda una cantera de famosas -con Nuria Bermudez a la cabeza- y para enemistarse con algunos de los colaboradores del programa, que también lo son ahora de Sálvame. ¿Y qué hicieron los responsables del espacio de Mediaset? Pues rescatarle del olvido y enfrentarle a sus enemigos. Eso sí, por videoconferencia. El espectáculo rellenó horas de programa pero pasó mucho más desapercibido de lo que parecía esperarse.
La olvidada infidelidad de Chabelita
Hay tantas noticias sobre la familia Pantoja que muchas se nos escapan. De hecho, ¿alguien recuerda que Chabelita entró en directo en Sálvame para reconocer que había sido infiel a su novio? Seguramente los incondicionales del programa sí, pero comparado con el revuelo que generan otros asuntos ‘pantojiles’, éste fue casi una anécdota. Claro que, total, Chabelita continuó con su vida como si no pasara nada. Y si ella sigue así, nosotros casi que también.