María Teresa Campos prepara con ilusión su nueva en común con Edmundo Bigote Arrocet en el nuevo piso que acaba de adquirir en el centro de la capital. Ante la ausencia de su pareja, la consagrada presentadora supervisó personalmente las obras de su nidito de amor junto a los arquitectos que llevarán a cabo el proyecto, informa Europa Press.
La reina emérita de las mañanas ha decidido que quiere vivir más cerca de la ciudad y dejar su palacete de la urbanización en la localidad madrileña de Molino de la Hoz, que ponía en venta antes de finalizar el año. Formada por tres edificios, la mansión se erige sobre una parcela de 5.765 metros cuadrados. Tiene piscina cubierta, gimnasio, jacuzzi, biblioteca y zona para el servicio.
Uno de los motivos de más peso para desprenderse de su palacete, en el que posó para su revista de cabecera en 2007 junto a su ex novio, el empresario Santiago García Ruiz, es la elevada cantidad a la que ascienden los gastos de la vivienda. Además ha decidido empezar su nueva vida en común con su actual pareja en un lugar que no guarde ningún recuerdo con su vida anterior.
No cabe duda de que la conocida presentador y el popular humorista se encuentran viviendo una segunda juventud desde que comenzase su historia de amor a comienzos del pasado verano. Haciendo gala de su habitual discreción, se niega a convertir la transacción en un circo mediático y lleva el asunto en la más absoluta discreción.
Aprovechando el tiempo libre que le permiten sus compromisos profesionales, María Teresa Campos se reunió con unos arquitectos que serán los encargados de realizar algunas reformas en su vivienda. Tras permanecer en el interior durante algunas horas, la conocida presentadora abandonaba la vivienda junto a los maestros de obra. Muy coqueta y siempre pendiente de su imagen, lució para la ocasión unos pantalones grises de vestir, botines negros a juego con un exquisito chaquetón de piel y enormes gafas de sol.