En Estados Unidos son especialistas en organizar eventos que consiguen paralizar al mundo. Desde los Globos de oro hasta los Oscar, pasando por los Grammy, los premios de la MTV y, como no, la Super Bowl. La cita deportiva del año es un auténtico fenómeno que nos pilla lejos para los que no vivimos con tanta pasión el fútbol americano. Cientos de millones de espectadores siguen la retransmisión desde sus casas, las marcas pagan precios de oro para colar sus anuncios durante el partido y los artistas mueren -en secreto, para que no se les note demasiado- con ser los elegidos para ofrecer el show musical más visto del año. En apenas quince minutos, más de cien millones de personas se rinden al espectáculo de estrellas como Bruno Mars, Beyoncé o Madonna, los responsables de los últimos tres años.
Inevitablemente, ante semejantes muestras de poderío, no podemos dejar de preguntarnos qué ocurriría si España fuese la encargada de organizar la Super Bowl -también nos planteamos qué pasaría si nuestro país ganara Eurovisión y tuviésemos que buscar un presentador dispuesto a conducir una gala entera en inglés-. ¿A qué artista se le encomendaría la importante misión de entretener durante el intermedio? ¿Qué estrella patria podría asumir el reto de organizar un show de proporciones mundiales, sin decepcionar ni quedarse a medias? ¿Qué podría ofrecer España para estar a la altura? Como no hay nada que nos guste más que aventurarnos y especular, repasamos 10 posibilidades, con sus pros y sus contras:
David Bisbal
Sin duda, la primera opción en la España actual para encargarse del show de la Super Bowl sería David Bisbal. Tiene hits, es conocido internacionalmente, podría tirar de agenda y traer incluso a Rihanna como invitada especial -otra cosa es que la de Barbados quisiera venir- y haría un show con bien de luces, fuegos artificiales y ritmos latinos. El inconveniente es que acabaría siendo más un concierto cualquiera del cantante que un espectáculo impresionante de quince minutos. Daría cuatro vueltas y movería los rizos y hasta ahí ha llegado la escenografía.
Marta Sánchez
Si España tiene una estrella comparable con Madonna o Kylie Minogue, esa es Marta Sánchez. De hecho, ha tratado de copiar todos los trucos de las más grandes para mantener su carrera. Sería la opción más lógica si queremos un espectáculo al estilo de las grandes divas. Coreografías, bailarines, poderío vocal y muchas plataformas subiendo y bajando. Además, podría hacer un repaso de su discografía y marcarse alguna versión para contentar al público internacional. ¿Acudiría Mónica Naranjo como invitada? Sin duda.
Edurne
La elección de Edurne para representar a España en Eurovisión parece haber sido aceptada con alegría, así que puede que la ex triunfita también intentara colarse en el show de la Super Bowl. Edurne ofrecería un buen espectáculo, atraería a la prensa -decenas de artículos en medios internacionales sobre la cantante- y quedaría más que digna. El problema es que ni tiene una carrera demasiado extensa, ni temas reconocibles con que contentar a los espectadores no familiarizados con su repertorio. Muy poco recorrido.
Alejandro Sanz
Está claro que Alejandro Sanz no es el espíritu que busca actualmente la Super Bowl, aunque no olvidemos que en épocas anteriores tiraron de artistas más 'tranquilos' para amenizar los descansos. El show del cantante no sería espectacular, ni pasaría a la historia por su cuidada coreografía y sus cambios de vestuario, pero podría contar con Shakira como invitada y eso le garantizaría muchos puntos. Lo único que le pediríamos es que no termine la actuación con una versión extendida de Corazón partío. Bueno, ni extendida ni normal.
David Bustamante
Las fans de David Bustamante correrían entregadas para conseguir la primera fila en el espectáculo del cantante, y éste se lo agradecería lanzándoles alguna prenda de ropa como hizo Beyoncé en su actuación de la Super Bowl. Mucho movimiento de caderas, mucha mano en el bolsillo y, suponemos, que los hits más movidos del cántabro. Imaginamos que Bustamante haría gala de esos músculos cultivados en el gimnasio y correría por el escenario como alma que lleva al diablo. ¿Se haría un selfie con su mujer como artista invitada? Porque otra cosa...
Enrique Iglesias
Si queremos que todo el mundo se haga eco de la actuación de la Super Bowl española, está claro que hay que llamar a Enrique Iglesias. No hay estrella más internacional, con mejor agenda y con más ganas de llenar estadios. Piensen en cualquier artista mundial y seguro que la hijo de Julio Iglesias tendría poder de convocatoria para traerlo hasta aquí -¿vendría su propio padre?-. Además, Enrique está acostumbrado a los macroshows y les daría una lección a los que se quedaron con la Experiencia religiosa.
Miguel Bosé
¿Creen que en quince minutos le daría tiempo a Miguel Bosé a organizarse un Papi two? Un plantel de estrellas invitadas sería el mejor reclamo para confiarle el descanso de la Super Bowl. Aunque conociendo al cantante, quizás sacaría su mal carácter a relucir y se opondría a tocar canciones de otras épocas. Miguel Bosé lo ha tenido todo y se ha encargado de demostrarnos que le importamos más bien poco. Eso sí, nos imaginamos un momento Amante bandido con fuegos artificiales y se nos pone el vello de punta.
Auryn
Si lo que queremos es conectar con el público más joven, tenemos dos opciones. O nos quedamos con los Auryn, o recaudamos fondos para llamar a los One Direction. La boy band española nunca ha tenido mucha suerte en su promoción -teniendo en cuenta que el programa al que más acuden es ¡Qué tiempo tan feliz!, no hay que decir mucho más-. Auryn ofrecerían un concierto al estilo clásico de los grupos para adolescentes. El problema es que todos los demás segmentos de edad no conocerían ninguna canción y acabarían cambiando de canal o trasladándose a la cocina.
Rosario
El toque flamenco siempre funciona. Rosario está en uno de sus mejores momentos de popularidad y podría aprovechar el trampolín de la televisión para postularse para la Super Bowl. Como toque español le vendría estupendamente, pero como espectáculo, no lo tenemos tan claro. Igual convocaba a su hermana Lolita y se marcaban una versión de un clásico de su madre, pero poco más. No vemos a la cantante cambiándose de estilismo y dejándose caer de un helicóptero en marcha.
Raphael
Si Estados Unidos llamó a Bruce Springsteen, España debería proponérselo a Raphael. El cantante americano declinó la oferta hasta en cuatro ocasiones, pero, al final acabó cayendo. ¿Se resistiría tanto nuestro candidato? Seguramente no, teniendo en cuenta la afición que conserva de hacer shows de varias horas de duración. Esperemos que Raphael contratara a Fangoria para que le hiciese unas bases de sus temas y convirtiera el estadio en un espectáculo de luces y megatrón. Seguro que se mete al público en el bolsillo.