Si hiciésemos caso a las modas de Hollywood, en el mundo no habría ningún hombre que no tuviese una tabla de planchar en su abdomen. Vemos a diario cómo las estrellas más internacionales no dudan en quitarse la camisa para lucir los resultados del esfuerzo diario en el gimnasio. Y es que ahora no sirve eso de estar 'marcadito' -delgado pero con los músculos en su sitio-. Lo que se lleva es el exceso, el pectoral enorme, los bíceps como cabezas de niños y los abdominales esculpidos por los dioses. Rutinas infernales en el gimnasio para conseguir el cuerpo de un superhéroe. Todo lo que se salga de ahí, no parece ser digno de mención.
Aun así, no nos equivoquemos. Ésta no es la realidad. No todos los actores están dispuestos a seguir el ejemplo de Chris Pratt, que pasó de sus formas redondeadas para transformarse en un superhombre por exigencias del guión. Los hay que prefieren dejarse llevar por la naturaleza y no renunciar a los placeres más terrenales. Las tripas también están de moda, le pese a quien le pese. Hombres más cercanos a la realidad de la calle que mantienen intacto su sex-appeal. Y es que en cuestión de gustos, cada uno tira hacia donde quiere. ¿Quieren saber qué hombres lucen rotundidad sin importarles nada más?
Leo DiCaprio
Si hay una tripa que consigue atraer todas las miradas, esa es la de Leonardo DiCarpio. El actor aprovecha cada uno de los descansos entre rodaje y rodaje para dejar salir su verdadero yo y entregarse en cuerpo y alma a las redondeces. Él, que siempre fue aquel jovencito tan delgado, ha revelado una naturaleza mucho más oronda. Eso sí, cuando toca centrarse para cumplir las exigencias del guión, se pone y pierde los quilos que ha ido acumulando. Para algo es uno de los mejores actores de su generación.
Alec Baldwin
El sex-appeal de Alec Baldwin no conoce el paso del tiempo. Para quien sueñe con hombres robustos, el actor será, seguramente, uno de sus mayores referentes. ¿Quién no se ha cruzado alguna vez con un Baldwin por la playa? Hombre de pelo en pecho, cuerpos fornidos y sonrisa cautivadora. El actor también fue uno de esos que sucumbieron a los cánones de la forma física durante su juventud, pero pronto reveló una tendencia natural a acumular peso y no ha renegado de ella.
Matt Damon
A Matt Damon le pasa como a Leo DiCaprio. Sube y baja de peso dependiendo de los papeles a los que debe enfrentarse. Pero si algo tenemos claro viendo su evolución es que terminará más cerca del veterano Marlon Brando que del espigado Paul Newman. Damon ha nacido para tener un cuerpo redondeado, lejos de los héroes de acción a los que estamos acostumbrados. Y hace bien. Debemos tener diversos referentes en cuanto a estética masculina, que si no, nos vamos a quedar siempre en lo mismo y así no avanzamos.
Jack Black
No todo el mundo es delgado en su juventud. Los hay que no han nacido con las ventajas genéticas adecuadas para poder comer lo que quieran sin engordar ni un gramo. Jack Black es de esos. Y no por eso ha dejado de conquistar a las mujeres más deseadas de Hollywood. El actor es puro sex symbol, con su tripa, sus brazos, sus piernas y su todo. Y si alguien no termina de entenderlo es que no conoce la naturaleza humana. ¿O es que no apreciamos el sex-appeal de mujeres como Monica Bellucci que distan mucho de parecerse a las tops como Gisele Bundchen?
Gerard Butler
Las rutinas del gimnasio son agotadoras. Uno no siempre está dispuesto a sacrificar tantas horas y tanto esfuerzo para conseguir unos pectorales de infarto. Eso es lo que debe haber pensado el actor Gerard Butler, más preocupado por otros temas que por machacarse en el gimnasio. El actor mantiene el físico que le llevó a protagonizar 300, pero con notables concesiones a una barriga algo prominente.
Val Kilmer
Ahora no sería el mejor momento para que Val Kilmer volviese a enfundarse el traje de Batman. Dudamos que el actor fuese capaz de abrocharse ni siquiera las botas, pero si ese es el mayor drama al que tiene que enfrentarse, tampoco pasa nada -su interpretación como Batman hace mucho que quedó olvidada-. Kilmer fue uno de los hombres más atractivos del momento, lo que hoy serían Ryan Gosling o Bradley Cooper. Pero el tiempo pasa, la edad también y la comodidad es más atractiva. Y tampoco pasa nada.
John Travolta
El menor de los problemas de John Travolta es la tripa. El actor vive obsesionado con permanecer eternamente joven y comete una locura tras otra que no le llevan más que al ridículo. De Grease y Fiebre del sábado noche han pasado muchos años, pero eso no quita para que Travolta asuma su edad y se deje de postizos capilares, maquillajes absurdos y demás parafernalia. Un hombre acorde con su físico es siempre mucho más atractivo. Y seguro que eso lo permite hasta la Cienciología.
Vince Vaughn
¿Alguien puede discutir el atractivo del actor Vince Vaughn? Si es que cada vez que se pasea por la playa con unos bañadores, a veces, un poco cuestionables, tan solo dan ganas de abrazarle hasta dejarle sin respiración. Vaughn es un hombre capaz de protegerte, de atrapar a los villanos, de robarte la manta por las noches y pedir una segunda ración de huevos rotos sin necesidad de tomarse un protector gástrico. Vamos, lo que se entiende como un hombre de los de antes. ¿Qué prefiere, Vince Vaughn o Cristiano Ronaldo?
Pierce Brosnan
James Bond está a punto de jubilarse. Al menos, el antecesor del James Bond actual. Pierce Brosnan ha ejercido de sex symbol elegante durante décadas -desde que apareciese ya haciendo de espía en la serie Remington Steele- y ahí continúa. Puede que ahora a no tenga el cuerpo escuálido de antaño o la agilidad de la juventud, pero eso no quita que continúe siendo uno de los hombres más atractivos del show business.
Javier Bardem
No ser un guapo de manual, al estilo David Beckham o Brad Pitt, tiene muchas ventajas. El paso del tiempo prácticamente no se nota y la edad no hace más que incrementar tu atractivo sexual. Javier Bardem es el sueño erótico de medio mundo, gracias a su potente físico, sus formas rudas y esa voz -¡esa voz!-. Ahora, con los niños y las rutinas, ya no luce el mismo cuerpo de antes, pero, ¿a quién le importa? ¿Es eso un obstáculo para robarle el marido a Penélope Cruz? Claro que no.