Si algo hemos aprendido de la tecnología es que no se puede dejar al alcance de los famosos. Las estrellas mediáticas invierten importantes cantidades de dinero en agencias de comunicación, estilistas, asesores y demás profesionales, para conseguir una imagen pública perfecta que les garantice la continuidad de su éxito. El problema viene cuando son ellos mismos los que destrozan esta imagen a través de sus redes sociales. Y es que uno puede meter mucho la pata en a penas 140 caracteres. Hoy repasamos algunos de los peores errores de los famosos en twitter:
Ana Rosa y las tapitas. Durante la emisión del programa Salvados dedicado a la educación, Ana Rosa Quintana, harta de ver las bondades del sistema finlandés frente al desastre del español, entró en cólera y dijo lo que todos pensábamos. Que si, que en Finlandia sabrán mucho, pero ¿y el frío? ¿Y los suicidios? ¿Y no poder tomarte unas cañitas en una terraza? Porque ahí está lo importante. Menos formación y más bravas y calamares.
Estupenda la educación en Finlandia, y el frío, los suicidios y no poder sentarte en una terraza a tomar unas Cañas y unas tapas?
— Ana Rosa Quintana (@anarosaq) February 3, 2013
Sergio Ramos y la geografía. Las meteduras de pata del futbolista son constantes -como también lo son las de su pareja, Pilar Rubio, aunque en otros contextos-. Si hace poco felicitaba al equipo de voleibol femenino con un mes de retraso al ver su partido en diferido en televisión, antes demostraba su poco conocimiento de la geografía estadounidense. Ramos tuiteó una foto durante la gira del Real Madrid por Estados Unidos diciendo que ya se encontraban en Nueva York. El problema es que era Las Vegas...
https://twitter.com/SergioRamos/statuses/233242439324934145
Juan Magán y el atún. El cantante -sí, podemos decir que es cantante- dio una muestra de deportividad al tuitear que sus haters pasaban hambre comiendo latas de atún, mientras él se hacía millonario cantando con autotune -un programa que permite retocar la voz para cantar como los ángeles-. Los tuiteros se lanzaron a su cuello y el cantante borró el tuit. Pero minutos después escribió: “Seguid riéndose de mí que mientras estaré ganando millones que me gastaré en hamburguesas”. Ahora entendemos lo de la poca forma física del cantante.
Alejandro Sanz y la desinformación. Vivir en Miami debe de ser una buena excusa casi para cualquier cosa, incluso para confundir dos de los casos más mediáticos de los últimos tiempos. El cantante, ante la petición de una de sus fans para apoyar a la familia de Marta de Castillo, respondió: “Marta es inocente hasta que se demuestre lo contrario”. Evidentemente se le habían cruzado las Martas y se refería a la deportista Marta Domínguez, pero la cara de las fan al leer el comentario no debió tener precio.
Jordi González y la telebasura. Jordi González es un presentador muy comprometido con su trabajo. Si aguantó el tipo en televisión cuando los anunciantes decidieron castigar al programa La Noria por las presiones sociales, en Twitter se le agotó la paciencia antes. González criticó el trato dispensado por la cadena Intereconomía a la diputada Carla Antonelli a través de su cuenta de Twitter, cuando otra tuitera le respondió que eso, viniendo de alguien que trabajaba en Telecinco, era para morirse de risa. Lo que no esperaba esta tuitera era que la ira de Jordi González terminara cayendo sobre ella con un rotundo: “Telebasura tu puta madre, guapa”. No se puede decir más con menos.
Paulina Rubio y la ortografía. Que Twitter no es la red social más correcta gramaticalmente parece que ya está asumido. Y que los famosos no prestan ninguna atención al diccionario, también. Paulina Rubio es una experta en desordenar las letras de los nombres, pero se llevó la palma cuando anunció que estaba embarazada diciendo: “Quiero confesarles con mucha ilucion a todos mis fans que van hacer TIOS!!! Voy hacer mamá!!”. Alguien debería explicarle a la mexicana la diferencia entre “ser” y “hacer”.
Santiago Cañizares y el desnudo. Escurrir el bulto o echarle la culpa a otro no siempre funciona, y eso lo sabe bien Santiago Cañizares. El ex futbolista sorprendía a todos sus seguidores subiendo, sin previo aviso, una foto de su mujer totalmente desnuda en la ducha. Una hora más tarde, retuiteaba la clasificación del Rally de Avilés en el que había participado y echaba la culpa a sus hijos por la “travesura” que habían hecho. El problema vino más tarde, cuando eliminó ese tweet y puso otro sobre no tener que dar tantas explicaciones de las cosas. ¿De verdad sus hijos -fruto del anterior matrimonio del futbolista- hicieron una foto de su actual mujer desnuda y la subieron a Twitter? ¿Eso es una simple travesura? Cómo se las gastan en casa de los Cañizares...
Nacho Vigalondo y el Holocausto. Una de las cuentas de Twitter más locas que existen es la del director de cine Nacho Vigalondo. Cualquiera que esté un poco familiarizado con su universo conocerá su peculiar humor y la cantidad de bromas y chistes que puede tuitear a lo largo del día. Lo que nunca llegó a imaginar es que su forma de celebrar los 50.000 seguidores, diciendo que se había tomado cuatro vinos y que el Holocausto fue un montaje, acabaría convertida en una intensa polémica con perdón público incluido y despido fulminante del periódico El País, donde el director tenía un blog. Moraleja: no tuitear si has bebido.
Tengan cuidado con Twitter, que lo carga el diablo.