Existe una vieja tradición en España, casi atávica, por la cuál al que pesa más de lo normal se le llama ‘el gordo’, al que tiene los ojos rasgados ‘El chino’ y al que tiene la piel más oscura ‘El negro’, sirve para cualquier rasgo físico o emocional, o incluso para alguna experiencia que haya macado tu vida.
Te pueden llamar por ejemplo ‘El Másters’ o ‘El Drogas’, aunque en política es menos común, por eso Pablo Iglesias estaba hasta el moño de que le llamasen El Coletas por ese peinado anacrónico que sólo sobrevivía en antros heavys de futbolín y chupitos hasta que llegó él. Y para representar su retirada de la política, el ex vicepresidente ha tirado de ese gesto simbólico del mundo del toreo que es cortarse la coleta que, como colgar las botas o mirar obras, indica que ya no estás en activo. Que apechuguen otros.
No sabemos si Iglesias bajó sólo a cortarse las puntas y el peluquero hizo de las suyas o si realmente acudió con una foto de Eduardo Noriega y le dijo: “Así”, y ese nuevo aspecto de personaje de novela de Michel Houellebecq que fracasa continuamente intentando entablar conversación con personas del género opuesto, era buscado. El profesor vuelve presumiblemente a su puesto de en la Complutense, esperando que la nueva generación no se dirija a él como ‘El Perillas’ o ‘El camisas de cuadros’ y lo haga en un tono más respetuoso como ‘Don Pablo’ o ‘Patrón’, como en aquella serie de Netflix.
La media melena de Pablo ha sido la protagonista de los memes de una semana que, evidentemente, no ha sido la más trepidante de la historia.
Hay habido virales de todo tipo esta semana, desde el discurso de Francino en su regreso a la radio tas recuperarse de la covid, hasta el sketch involuntario de unos oficiales en Uzbekistán que ya vimos en un capítulo de Mr.Bean. Y Leticia Dolera, que ya no sabe qué hacer para ser viral, la última vez que pasó por aquí pedía que revisásemos nuestro lenguaje y dejásemos de llamar camas de matrimonio a las camas grandes para no ofender a los solteros.