Mémesis

Youtube tiene un problema muy grave con los vídeos infantiles

Youtube ha iniciado una purga de contenido infantil sospechoso y perturbador tras las críticas de muchos padres y educadores. Miles de cuentas y bots están generando material audiovisual semiautomatizado para nuestros hijos.

Mezclando tags, personajes famosos de cuentos y de películas y contenido que ha triunfado en otros canales generan visitas e ingresos millonarios sin importar el resultado final. El problema se le ha ido de las manos cuando han aparecido el sexo y la violencia.

  • Youtube tiene un problema muy grave con los vídeos infantiles

Observen el siguiente vídeo con calma. Con los ojos de un niño inocente y los de un adulto con todas las sospechas. Lo descubrió la artista y escritora James Bridle en un viaje a las cloacas de Internet para ver lo que estaban viendo sus hijos. 

https://youtube.com/watch?v=D52hg9ogvWc

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¿Han encontrado algo raro? Probablemente no. Parece uno de los miles de vídeos de grafismo noventero con canciones pegadizas que pululan por Youtube Kids, la plataforma de contenidos que Youtube filtra para los niños y que, en teoría, nos hace sentir a los padres más seguros.

Ahora miren el canal al que pertenece el vídeo y las últimas publicaciones. Tómense su tiempo y no sigan leyendo hasta que no tengan alguna conclusión de supuesto adulto responsable y conocedor del medio y tras haber pinchado en algunos vídeos.

BABYFUN TV

¿Siguen sin ver nada raro? ¿Nerviosos por no saber que te la están colando? ¿Algún mensaje subliminal que se nos escapa y está alienando a los niños? ¿Tienen miedo?

Efectivamente, que no hayan visto nada raro es la prueba de que el sistema funciona y está embruteciendo a nuestros hijos. No hay mensaje subliminal, es el procedimiento el que está generando una polémica brutal y ha obligado a Youtube a tomar medidas y poner el foco en el contenido infantil.

El canal es uno de los miles que generan contenido semiautomático para niños utilizando material con derechos y 'tips' que han funcionado anteriormente mediante repetición hasta la saciedad. Todos los vídeos están basados en la misma canción. Todos los vídeos tienen la misma 'trama'. Todos los vídeos son una basura.

Miles de canales generan contenido automático para la mayor audiencia de youtube: los niños. Cuando hay demasiada competencia lo mezclan con sexo y violencia ¿Qué puede fallar?

En este caso una canción infantil anglosajona muy pegadiza [The Finger Song] y varias tags que triunfan en la plataforma. Se mete en una batidora y se hacen decenas de vídeos similares. Observen el título generado automáticamente: 'Fingers', 'Colors', 'Wrong', 'Nursery Rhymes' (canción infantil),... y el título del canal. Detrás hay un ordenador vigilando el Big Data y las tendencias calientes de la plataforma. Todos los vídeos del canal están basados en lo mismo. Superhéroes, personajes y objetos muy identificabless para los niños que intercambian la cabeza al ritmo de una canción pegadiza mientras una niña llora si no coinciden o aplaude si lo hace. Todo ello con colores estridentes, grafismos de garrafón y extremadamente largos porque así los premia la plataforma. Es una fórmula que funciona y, aunque este canal no tenga demasiado éxito está esperando su momento. Algunos de los canales infantiles más exitosos y que más dinero dan han nacido así.

Si solo es eso —dirán algunos— estamos a salvo. Parece una ingenuidad que solo dará algún que otro dolor de cabeza a nuestros niños, como el vídeo absurdo de los huevos bailando que se hizo famoso en su día y con el que crecieron nuestros hijos.

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Nada más lejos de la realidad. Ahora viene lo gordo y preocupante:

¿Qué pasa cuando alguien o algo (un ordenador) decide, para llegar antes al éxito, utilizar dentro de estas tags tan repetidas alguna que funciona muy bien no solo en el mundo infantil?

¿Qué pasa si a personajes como Elsa, Spiderman o Peppa Pig añadimos términos como 'violencia', 'embarazada', 'violación' o 'sexo'?

Agárrense que vienen las curvas:

https://youtube.com/watch?v=fOli_XGmDOs

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Pasa que también funcionan. Por alguna u otra razón los canales que empezaron a hacer estas mezclas nada inocentes subieron en escalafón de Youtube generando beneficios a sus creadores que, a su vez, potenciaron el fenómeno sin importarles un pimiento el contenido; al fin y al cabo Youtube se lo permitía sin problemas o no era capaz de filtrarlos con su algoritmo. Es imposible censurar algunas metáforas.

Decenas de canales empezaron a crear contenido mezclado grafismos y personajes infantiles con guiones para adultos, lenguaje soez o música estridente. El único objetivo era generar tráfico orgánico utilizando mecanismos de SEO e ingeniería social para captar espectadores sin importar la edad, como el primer vídeo que habéis visto pero a lo bestia. Y claro, se le fue de las manos.

A estas cuentas se les sumaron otras que vieron el negocio y empezaron a crear contenidos realmente violento de manera manual. Una especie de nuevo género que aprovechaba el tirón de aquellos algoritmos para crear contenido para adultos que también se colaba en plataformas infantiles. 

Cuando Youtube se dio cuenta empezó a borrar decenas de estas cuentas pero como no había forma humana de filtrar la avalancha de contenido metafóricamente morboso utilizó el viejo truco de cerrar las cuentas por infringir los derechos de autor.

No hay una secta, ni una organización que quiera alienar a nuestros hijos con este contenido morboso. Es el dinero y el público el que ha generado este fenómeno

¿Qué pasó entonces? Hecha la ley, hecha la trampa.

Los canales que buscaban el resquicio para generar divisas con la formula exitosa encontraron la solución. Si no podemos usar dibujos de Spiderman o Elsa disfracémonos de ellos y no dejemos de mezclarlos. Decenas de cuentas como la que siguen llevan tiempo publicando guiones retorcidos protagonizados por personajes cutres disfrazados de Elsa, Spiderman u otros héroes de moda infantil. Unas veces para niños —sin terceras lecturas raras— y otras no tanto o que te retuercen la cabeza al intentar juzgarlas. La idea no era molestar a los niños sino atraer a miles de adultos curiosos creando un nuevo género.

No se pierdan este esperpento:

https://youtube.com/watch?v=VYyHo4Ll70M

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El que sigue es un vídeo que tuvo miles de visitas antes de ser borrado (no sé lo que durará en este mirror). Dos niños de carne y hueso haciendo un 'Challenge' (reto) de fumar disfrazados de sus personajes favoritos. Utiliza las mismas técnicas de SEO-titular para captar audiencia y, además, le añade el componente de morbo para que esa audiencia crezca y alcance otros nichos (el de la indignación también vale). Repito, el contenido no importa, son las visitas las que dan dinero. Esto ya no es un juego para niños.

https://youtube.com/watch?v=56mkt7mRrlE

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La sutileza tiene sus detractores. En esta lucha por ganar visitas a cualquier coste los hay que no se cortan. El que sigue es otro ejemplo que usa las tags-tendencia infantiles para colar sus mierdas sin infringir los derechos de autor. Sin matices. El Canal Spiderman Frozen and Elsa XYZ Tiene 112.000 suscriptores. Ese canal ya está solo en modo restringido pero otros cientos como este o este todavía no.

https://youtube.com/watch?v=7kgUXzVSkAE

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Con todo esto había nacido el 'ElsaGate'. Uno de los personajes más injuriados que da nombre a una teoría conspiranoica. Decenas de páginas y hasta redes sociales empezaron a fabricar teorías sobre el fenómeno; Que si hay una secta detrás creando contenido para alienar a los niños, que si es una técnica de Grooming para convencer a los menores, llevarles al terreno adulto y luego poder hacerles todo tipo de proposiciones indecentes por redes sociales... pero todo es cuestión de pasta. Solo la pasta ha creado este monstruo. El modelo de negocio que ofrece youtube es el responsable de que los oportunistas usen atajos para monetizarlo.

SpiderGirl pariendo a Chucky con ayuda de Spiderman

El caso ha estallado en las manos de Youtube. La polémica ha hecho mirar con lupa a miles de canales que utilizan la estrategia de la duda y el morbo para ganar dinero. Aunque sea sutilmente o se aprovecharan indirectamente de ella. Esta acusación ha tenido daños colaterales y hecho caer a grandes canales infantiles como Toy Freaks, que con ocho millones y pico de suscriptores es el mayor canal censurado nunca.

La cuenta publicaba vídeos de un padre con sus dos hijas y solía mostrar a las menores visiblemente asustadas con escenas cotidianas o inventadas. La idea era crear historias grotescas donde sus hijas pasaban angustias o situaciones absurdas. Lo que les encanta a los críos, vamos. En muchos de ellos las niñas, de 7 y 9 años, aparecían con chupetes o pañales actuando como bebés. Vídeos todos con millones de visualizaciones y que ahora han sido reportados por miles de usuarios que, tras el ElsaGate, ven sexo y morbo por todas partes. Quizás en este caso la violencia y perversión esten solo en los ojos del que mira. Ya contamos aquí un caso parecido. Pero esto es también parte del algoritmo de Youtube. No hay término medio.

La culpa es también (o solo) del público. No saber calibrar y elegir bien lo que uno ve y deja ver. Nada de ello hubiera pasado si se aplicara un filtro parental sometido al sentido común y no solo al morbo o a las risas.

Youtube quiere que sean los padres los que filtren su contenido. ¿Quién decide lo que es adecuado para nuestros hijos? ¿Un padre de Wichita o uno de Segovia?

Cada minuto se suben 300 horas de video a YouTube. No hay manera de que una máquina filtre todos estos contenidos para los niños, por eso la propia plataforma ha pedido ayuda a los padres para que reporten todo aquel material sospechoso o inadecuado para sus hijos. Generando un nuevo problema ¿Quién decide lo que es adecuado para nuestros hijos? ¿Un padre de Wichita o uno de Segovia?

La mejor respuesta la tenemos en cada casa. A tu hijo le vigilas solo tú.

No le dejes solo con una tableta.

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