La Fundación CEA, que ha hechos públicos estos datos tras el accidente de autobús en Tarragona, también recuerda que más del 40% de los accidentes de tráfico en España se producen por fatiga, íntimamente relacionada con el sueño. Desde esta Fundación se insiste en la importancia de que los conductores profesionales descansen correctamente y se evite el que puedan estar sometidos a jornadas de conducción que excedan los tiempos reglamentados, así como realizar un buen descanso antes de realizar un viaje por carretera.
La organización alerta, por otra parte, del gran desconocimiento de los conductores sobre la importancia de descansar antes de conducir. Así lo recoge el estudio realizado sobre "Sueño y fatiga, ¿cuáles son los hábitos de los conductores españoles?", que pone en relieve el desconocimiento que existe sobre la somnolencia producida por la ingesta de medicamentos, la necesidad de hacer paradas durante conducción, o la importancia de haber dormido antes de realizar un viaje en carretera.
Fundación CEA destaca que quedarse dormido al volante es un hecho de extrema gravedad por el evidente riesgo que genera en la conducción y el riesgo de accidente. Casi un 60 % de conductores reconoce sufrir micro sueños y más de un 70 % ha tenido la sensación de quedarse dormido al volante.
Tras 17 horas despierto y en actividad, los reflejos de un conductor disminuyen como si tuviese 0,5 gramos de alcohol en sangre, asegura la Fundación. Las alteraciones más importantes producidas por la somnolencia y que afectan a la conducción son un incremento del tiempo de reacción; una menor concentración y más distracciones; una toma de decisiones más lenta y con más errores; alteraciones motoras, sensoriales y de percepción, movimientos más automatizados, aparición de microsueños, y cambios de comportamiento.
ADesde el punto de vista jurídico, esta organización señala que de probarse que el conductor se ha quedado dormido al volante, y esto fuese la causa de un accidente con resultado de daños personales, el conductor puede ser castigado por una imprudencia grave con un máximo de 10 años de retirada del permiso de conducir y 5 de prisión. El estudio revela, además, que los conductores que presentan un elevado riesgo de accidentes por sueño son fundamentalmente conductores que trabajan a turnos, jóvenes, los que presentan enfermedades relacionadas con el sueño y los que circulan bajo efectos de alcohol y/o drogas.