Buscar el mejor equilibrio posible entre prestaciones, consumos y bajos niveles contaminantes trae de cabeza a casi todos los fabricantes. Si la movilidad eléctrica parece poco a poco asentarse en el entorno urbano, en largos desplazamientos está claro que aún queda mucho por recorrer. Y una de las alternativas a los combustibles tradicionales que crece en mayor medida es el gas natural comprimido en forma de tecnología g-tron para Audi, que la incorpora ahora en dos modelos de corte bien diferente, un familiar como el A4 Avant y un deportivo como el A5 Sportback.
En ambos casos lo hacen con el motor bivalente 2.0 TFSI de 170 CV, cuya característica más destacada es el bajo nivel de emisiones contaminantes, lo que les permite recibir el distintivo ECO otorgado por la DGT. Los nuevos g-tron están propulsados por un motor que funciona con el eficiente principio de combustión “Ciclo B” optimizado por Audi, en el que se da un ciclo con fase de compresión más corta y una fase de expansión alargada, que implica diversos componentes diferentes respecto a un 2.0 TFSI convencional.
Un ajuste que está orientado a que el funcionamiento con gas natural comprimido (GNC) sea óptimo a media carga, la más habitual. Pistones y válvulas son específicos para esta versión, adaptándose a la mayor relación de compresión. El motor rinde 170 CV de potencia máxima mientras que su par máximo es de 270 Nm entre 1.650 y 4.400 rpm. Un sistema electrónico de control reduce la presión del gas procedente de los depósitos (donde se almacena a una presión de alrededor de 200 bar) hasta una cifra de servicio de entre 5 y 10 bar en el motor. Ello depende de los requerimientos del conductor sobre el acelerador, con menor presión de inyección a bajo régimen y mayor cuando se acelera a fondo.
En su desarrollo, el motor fue puesto a prueba en condiciones extremas de temperatura, con frío de hasta 35 grados centígrados bajo cero en Escandinavia. La válvula de inyección a alta presión de la gasolina, fabricada en acero inoxidable, también es especial, pues debe someterse a temperaturas de hasta 400 grados en la combustión del GNC.
Una eficiencia en cuanto a consumos y emisiones que no implican pérdida en las prestaciones. Ambos modelos g-tron son capaces de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos con el cambio S tronic y de alcanzar una velocidad máxima por encima de los 220 km/h. El consumo medio en las versiones con cambio S tronic es de sólo 3,8 kg/100 km según ciclo NEDC, lo que equivale a unas emisiones de 102 g/km de CO2. Con los precios actuales del combustible, esto supone un coste para el cliente de menos de 4 euros por cada 100 kilómetros recorridos. En modo gasolina, que se activa automáticamente cuando la disponibilidad de gas natural en los depósitos está próxima a su fin, el consumo medio es de 5,5 litros/100 km en el A4 Avant g-tron, y de 5,6 en el A5 Sportback g-tron en las versiones con cambio S tronic de siete velocidades.
La autonomía es por ello una de las características destacadas en estos modelos, sumando hasta 950 kilómetros entre las dos modalidades. El gas natural se almacena en cuatro compactos y ligeros depósitos bajo la estructura de la parte trasera del vehículo, depósitos confeccionados en polímeros reforzados con fibra de carbono y fibra de vidrio, en capas múltiples. Su capacidad es de 19 kilogramos de GNC, lo que da una autonomía de hasta 500 kilómetros. El depósito de gasolina es muy compacto y, con 25 litros de capacidad, otorga hasta 450 kilómetros suplementarios de autonomía.
En cuanto a precios, son 43.010 euros para el A4 Avant g-tron, y 46.000 euros para el A5 Sportback g-tron.