Bridgestone mira hacia el futuro con una nueva generación de neumáticos que funcionarían sin necesidad de llevar aire en su interior, un programa de desarrollo de la marca japonesa que está ya muy avanzado, con una segunda generación del concepto “AirFree” que, según la propia marca, está ya muy próxima a convertirse en una realidad comercializable. Y es que esta segunda generación ofrece una capacidad de carga mejorada, un diseño más ecológico y mejores prestaciones de conducción.
Para prescindir del aire que garantiza en el neumático tradicional mantener la forma sobre el asfalto, el revolucionario neumático cuenta con una única estructura de radios a lo largo de los lados interiores que soportan el peso del vehículo, lo que significa que el neumático requiere un mantenimiento menor. Y es precisamente la construcción de esa estructura interna la que se ha mejorado en esta segunda generación, permitiendo soportar el peso de un vehículo de más volumen que podría circular con él a una velocidad de hasta 60 km/h.
Una notable mejoría en relación a la primera generación de estos neumáticos, que soportaban apenas vehículos de 100 kilos de peso y que apenas permitían una velocidad máxima de 6 km/h. Ahora, son operativos en vehículos por encima de los 400 kilos que pueden circular hasta esos 60 km/h mencionados.
Además del menor mantenimiento que requieren —no es necesario como ahora vigilar asiduamente la presión de inflado—, se elimina la preocupación por posibles pinchazos, uno de los quebraderos de cabeza cuando se realizan largos desplazamientos. Además, la estructura de los radios está hecha con resina termoplástica que, al igual que el caucho de la zona de la banda de rodadura, son materiales reciclables, contribuyendo a un uso eficiente de los recursos.
También, gracias a la extremada baja resistencia a la rodadura conseguida a través de la utilización de tecnologías desarrolladas por la marca, se consigue reducir las emisiones de CO2 al minimizar el consumo de combustible del vehículo que los monta, lo que hará posible mejorar los niveles de seguridad y preservación medioambiental. Bridgestone está llevando a cabo este desarrollo con el objetivo de lograr un proceso que maximice el uso cíclico de los recursos desde los neumáticos usados a los neumáticos nuevos y la utilización de recursos reciclables.