Desde que Teresa Ribera señalara el pasado verano que, entre otras cosas, el diésel tenía los días contados y las declaraciones siguientes en torno al sector del automóvil con fechas de prohibiciones de circulación y de comercialización y los diversos planes locales para minimizar la presencia del automóvil de combustión en ciudades e incluso en islas, ha hecho sin duda mucho daño al sector.
Porque desde entonces, y con un panorama a mediados de año que auguraba entre otras cosas alcanzar al fin del ambicioso Plan Tres Millones –alcanzar los tres millones de vehículos producidos en las 17 fábricas españolas–, el sector de ha ido debilitando mes a mes, perdiendo fuerza y quedándose de nuevo sin alcanzar esa mágica cifra.
Y es que los últimos tres meses del pasado año y los tres primeros de este ejercicio han completado seis meses de caída en la producción que se ha traducido en una pérdida de empleos. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), la producción de vehículos en el total de las fábricas españolas da empleo a 231.100 personas, una cifra que supone 5.100 puestos de trabajo menos respecto al 1 de enero de este 2019.
El principal motivo de este descenso está motivado por la baja demanda de automóviles que se ha vivido en los últimos años. Y es que la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) asegura que en el primer trimestre del año se produjo un descenso en la fabricación de vehículos del 1,75%.
Más despidos a la vista
Se calcula, además, que la fabricación de automóviles de nuestro país ha sufrido una notable pérdida empleos en estos últimos seis meses, hasta 17.000 puestos de trabajo menos en este periodo. Si a finales de septiembre el número de empleados en nuestro país en las fábricas de coches suponía un total de 248.100 personas, en este mes de abril a punto de finalizar se ha reducido a algo más de 231.000 empleos. Un periodo en el que los empleos empezaron a decrecer motivados por los últimos expedientes de regulación de empleo que las marcas han llevado a cabo.
Y alguno más que está a punto de llevarse a cabo, como el que Nissan está negociando en estas últimas semanas y que está a punto de presentar y que afectaría, a falta de algún acuerdo de última hora, a otros 600 trabajadores más que dejarían la cifra total de empleados en las fábricas españolas por debajo de los 231.000.
