En foto nos convencía ya su diseño, pero al natural gana sin duda mucho en presencia, fruto sobre todo de un nuevo frontal cargado de personalidad que refleja una imagen robusta pero elegante y dinámica a la vez. Mide algo más que el modelo al que sustituye, llega ya a4,86 metrosde longitud y 1,84 de anchura, y ello se nota al subirnos a sus mandos, pero sobre todo al hacerlo a las plazas traseras, amplias en lo que a espacio de piernas se refiere, que permite una confortable postura para cubrir muchos kilómetros sin problemas. No anda mal de anchura tampoco para tres ocupantes, aunque el diseño de la plaza central, demasiado estrecha, limita en cierta medida el confort.
La amplia distancia entre ejes -2,83 metros- juega un papel importante en este nuevo y amplio interior, en el que destaca a sus mandos el cuadro de instrumentos, similar en su configuración al del CX-5, que incluye una pantalla de3,5 pulgadasen la que se muestran diferentes informaciones de la conducción. Opcionalmente hay una de táctil de5,8 pulgadasque, entre otras cosas, permite manejar el navegador TomTom, el sistema de audio, el propio teléfono móvil o incorporar una cámara de visión trasera para facilitar las maniobras de aparcamiento. La carrocería Wagon aporta35 litrosmás de volumen, llegando a los522 litros, con mucho fondo y una anchura notable para poder llevar grandes objetos con facilidad. El sistema de bandeja que oculta el interior es también similar al del CX-5, y queda unida al portón trasero al abrirlo, dejando un amplio hueco de carga.
Más refinado, más eficaz
Hemos cubierto a sus mandos los primeros100 kilómetrosen tierras portuguesas y, a la espera de una prueba a fondo, las sensaciones han sido muy positivas. El tacto que transmite nos resulta más refinado que el del modelo anterior, en una muestra generalizada de mayor calidad. La dirección resulta muy suave en su manejo a baja velocidad y sumamente rápida y precisa en conducción entre curvas, aportando mucha información y permitiendo grandes dosis de confianza en todo momento. Ofrece en conducción rápida mucha eficacia, con un gran aplomo en curva sin necesidad de recurrir a suspensiones muy firmes, por lo que mantiene además una gran calidad de rodadura de rodadura gracias a un notable filtrado de las irregularidades del asfalto.
A alta velocidad, además de estable, resulta bastante silencioso fruto de una cuidada aerodinámica. A buen seguro, los largos viajes serán a bordo del Mazda 6 pequeños trayectos, cubiertos además a muy buen ritmo gracias al rendimiento del Diesel de 2,2 litros y 150 CV, sin duda una de las versiones que mayor demanda soportará. Incluso asociado al cambio automático, su rendimiento sigue siendo muy bueno, ganando además mucho en agrado de conducción. Responde con prontitud, reduce con mucha rapidez, y permite ganar velocidad desde regímenes medios con gran facilidad. Una combinación de lo más recomendable para quienes busque el perfecto equilibrio entre confort y eficacia. Habrá que ver si además los consumos se mantienen en las bajas cifras que anuncia la marca.
FICHA COMERCIAL (precios desde)
2.0 SKYACTIV-G 145 CV: 27.180 euros
2.5 SKYACTIV-G 192 CV: 35.480 euros
2.2 SKYACTIV-D 150 CV : 29.430 euros
2.2 SKYACTIV-D 175 CV: 37.630 euros