Los scooters siguen siendo los modelos más vendidos en el segmento de las dos ruedas, pero si hablamos de motos de verdad, las trail de media y gran cilindrada son quizás los modelos que más atención acaparan. Un segmento al que casi todas las marcas prestan mucha atención, con los referentes de BMW y Triumph, cuyos modelos GS 1200 y Explorer 1200 son sin duda el sueño de muchos, pero cuyos elevados precios hacen mirar hacia abajo en muchos casos.
Pero mirar hacia abajo no supone renunciar a todo ni mucho menos, más aun cuando nos encontramos con las nuevas F850 GS y Tiger 800 XCA, dos modelos que han dado un importante salto respecto a sus respectivas antecesoras. Y aunque quedan todavía algo alejadas de las grandes 1.200, es cierto que puedes hacer casi todo lo que permiten sus hermanas mayores.
Sus precios suponen un importante ahorro respecto a aquellas, y aunque ambas tienen versiones más básicas y económicas todavía que las que aquí nos ocupan, los poco más de 13.000 y 14.000 euros respectivamente suponen acceder a modelos ya muy equipados, con suspensiones ajustables, diferentes modos de conducción que ajustan la respuesta del motor y el funcionamiento de los controles electrónicos. Porque la más básica de las F850 GS está disponible desde 11.900 euros, mientras que la Tiger 800 arranca en 10.900 euros. Y tanto con una como con otra encontrarás todo lo necesario para disfrutar de una gran trail.
BMW F850 GS
La F 850 GS es un modelo totalmente nuevo empezando por el motor de dos cilindros en línea que ha visto aumentada su cilindrada hasta los 853 cm3. Gracias a esto y a las mejoras realizadas en el propulsor, se ha mejorado su rendimiento llegando a los 95 cv y, sobre todo, 92 Nm a 6.250 rpm. Su sonido, sin ser el del bóxer de su hermana mayor, resulta más agradable y cautivador que antes. No emociona, pero transmite más emociones.
Estrena también un nuevo chasis más robusto de construcción monocasco en lugar de multitubular, además de montar una nueva horquilla invertida o un basculante de doble brazo de aluminio con amortiguador central. En ambos casos, con generosos recorridos de suspensión de 204 y 219 mm delante y detrás respectivamente, mejorando sus cualidades off-road. Se ha rebajado ligeramente el asiento, haciéndolo más asequible para más conductores, y pierde un litro de capacidad del depósito dejándolo en 15 litros.
Se ha dado un paso al frente en lo que a electrónica se refiere, con dos modos de conducción de serie, Road y Rain, que se pueden completar con opciones como los modos de conducción Pro y los modos adicionales Dynamic, Enduro y Enduro Pro, además del control dinámico de tracción DTC y el sistema ABS Pro, extras que también incluye la luz de freno dinámica. También, y no menos interesante, son las suspensiones ESA con ajuste electrónico.
Precio: 13.720
DATOS TÉCNICOS
Motor: 2 cilindros en línea Cilindrada: 853 Potencia máx.: 95 CV a 8.250 rpm Par máximo: 92 Nm a 6.250 rpm Transmisión: Por cadena Caja de cambios: De 6 velocidades Altura del asiento 860 mm. Peso en seco: 229 kg. Depósito de combustible: 15 litros
PRESTACIONES
Vel. máxima: 205 km/h Acel. 0 a 100 km/h.: 3,8 seg Consumo a 120 km/h: 5,3 l/100 km
Triumph Tiger 800 XCA
Los cambios en la nueva Tiger 800 se centran de entrada en el motor tricilíndrico, una de las grandes diferencias con la 850 GS y que marca y mucho la personalidad de cada una, con importantes mejoras, como una primera marcha más corta y un nuevo silenciador, más ligero y abierto que ofrece un sonido más embaucador, más agradable al oído todavía que el de la BMW.
La electrónica, al igual que en la 850 GS, supone un notable avance, con control de tracción desconectable y seis modos de conducción, incluido el modo Off-Road Pro para campo y uno programable y ajustable al gusto de cada usuario. No falta control de velocidad, puños calefactables, cubremanos y, como en la BMW, una nueva pantalla TFT a color de 5″ con mandos en el manillar y una completísima información a bordo.
Precio: 14.750 euros
DATOS TÉCNICOS
Motor: 3 cilindros en línea Cilindrada: 800 cm3 Potencia máx.: 95 CV a 9.500 rpm Par máximo: 79 Nm a 8.050 rpm Transmisión: Por cadena Caja de cambios: De 6 velocidades Altura del asiento 840 mm. Peso en seco: 205 kg. Depósito de combustible: 19 litros
PRESTACIONES
Vel. máxima: 200 km/h Acel. 0 a 100 km/h.: 3,9 seg Consumo a 120 km/h: 5,1 l/100 km
En marcha, ¿cual es mejor?
Con tanta novedad en ambos modelos, lo mejor es ponernos en marcha y descubrir en que destacan cada una de ellas. La mayor diferencia la encontramos en el motor, fruto de sus muy diferentes configuraciones, dos cilindros para la BMW, tres en la Triumph. El aumento de cilindrada y potencia de la F850 GS ha hecho mejorar el rendimiento en carretera, igualándose mucho con la Tiger 800. El bicilíndrico de la alemana ofrece una respuesta inicial más contundente frente a la mayor suavidad y progresividad de la británica, que estira algo más y ofrece en general una sensación algo más deportiva cuando buscamos la zona roja del cuentavueltas. Aunque muy mejorado en su respuesta, el motor de la 850 GS sigue mostrando ciertas vibraciones que se sienten sobre todo en largos recorridos. Apenas interfieren en el confort, pero están ahí y se notan algo más que en el motor de la Tiger, algo más refinado en general.
En cuanto al chasis, aunque de concepciones también ahora diferentes, el resultado dinámico es más próximo. Ambas con ruedas delanteras de 21 pulgadas, se mueven con verdadera eficacia y naturalidad en carreteras estrechas sea cual sea el estado del asfalto. Dan mucha confianza para moverse entre curvas a buen ritmo, aunque no son deportivas ni mucho menos. Las horquillas hunden en frenadas fuertes, por lo que requieren no apurar mucho y practicar una conducción en cierto modo anticipativa. Frenar con cierta antelación y dejar que entren en curva permite desenvolverse a muy alto ritmo. Algo más baja de manillar la Triumph, se siente algo más ágil en cambios de ritmo muy continuos.
Eso sí, a la hora de viajar por protección del carenado y postura de conducción ambas permiten largas jornadas a sus mandos, aunque el asiento de la BMW nos ha parecido algo menos confortable cuando llevas ya varias horas al manillar. Y en campo, ligera ventaja para la F850 GS, que transmite la sensación de ser algo más manejable y de tener todo bajo control de forma más natural.