La guerra abierta por la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, hacia los coches diésel ha puesto en alerta a los fabricantes. Que el diésel emite y contamina más que los motores de gasolina en las grandes ciudades es un hecho, pero prohibir la circulación en una ciudad como Madrid de forma genérica asusta a los fabricantes, que ven un posible reflejo en el mercado a corto plazo.
Y es que en España, se fabrican anualmente más de un millón de motores diésel, que supone un valor de 2.000 millones de euros. Si a ello se suma que las ventas de turismos diésel representan más de un 60% sobre el total y que han sido el año pasado más de 650.000 unidades en España y cerca de 200.000 sólo en Madrid, la controvertida medida anunciada por la alcaldesa de la capital ha puesto en jaque a casi todos los empresarios, que reclaman que este tipo de declaraciones se realicen explicando la totalidad de las medidas tomadas.
De hecho, desde Anfac, la patronal de fabricantes de automóviles y camiones, se ha descartado rechazar de plano las restricciones de tráfico que se impongan en Madrid a los diésel más contaminantes, considerando que esta medida no debiera afectar a todos los vehículos propulsados por gasóleo. Según Carmena, se prohibirá la circulación de los coches diésel contaminantes en la capital a partir de 2020 como parte del Plan de Calidad del Aire 2017-2020, el cual está en proceso de elaboración.
Los fabricantes esperarán a ver cómo queda redactado el Plan de Calidad del Aire 2017-2020
Desde Anfac se ha destacado que el año pasado presentaron un "Plan de Movilidad" al consistorio con siete medidas para reducir en más de un 70% las emisiones en las ciudades. Entre ellas destaca la apuesta por la renovación del parque circulante automovilístico, cuya antigüedad media es de 11,6 años; y una categorización de los vehículos en función de su potencial contaminante a la hora de aplicar restricciones a la circulación.
Sobre este último punto, las fuentes han precisado a la agencia Efe que no se prohibiría el tránsito de los motores diésel que cumplen con la normativa comunitaria de emisiones Euro6, sino la de los más contaminantes, pero sin especificar si serían aquellos que no cumplan la Euro4 o Euro5, un matiz importante a la hora de elaborar la lista de modelos prohibidos.
Por ello, los fabricantes descartan "rechazar de plano" la propuesta de Carmena, aunque precisan que habrá que esperar a cómo queda redactado el Plan de Calidad del Aire 2017-2020 del Ayuntamiento de Madrid. Asimismo, han expresado su voluntad de seguir trabajando con el Ayuntamiento sobre la materia para que, si tiene que haber restricciones, sean de acuerdo con el potencial contaminante de los vehículos.
Desde Ganvam, la patronal de los vendedores, su presidente Juan Antonio Sánchez Torres considera que con estas medidas se está atacando a la libertad de movilidad, mientras que "nada se oye sobre la alta contaminación de las calefacciones, de la generación de electricidad o de la aviación". Un perjuicio que, en su opinión, va a ser para las "clases más desfavorecidas, ya que son las que tienen en su poder los coches diésel más contaminantes y, entre tanto, nada se hace desde la Administración por rejuvenecer el avejentado parque automovilístico español", ha denunciado.
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