Según una encuesta que ha realizado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 45% de los afectados señalan que tras llevar sus coches a la revisión que el grupo alemán recomendaba para actualizar el software han notado cambios a peor en el funcionamiento del motor. A la encuesta, realizada por la OCU y sus organizaciones hermanas en Bélgica, Italia y Portugal, han respondido 10.500 afectados inscritos en las campañas de "Movilízate", de los cuales 1.924 en España, ha explicado la OCU en un comunicado de prensa.
De ese 45% que detectó cambios en su vehículo, el 55% declara que el consumo de combustible era mayor tras la revisión, el 52% afirma que el motor perdió potencia, el 37% que el ruido del motor era "menos suave" que antes, el 17% detectó problemas mecánicos, el 15% notó errores en el ordenador de abordo y el 26%, otro tipo de problemas, ha detallado la misma fuente.
Además, un 13% de los encuestados que actualizaron el software se "vio obligado a hacer una reparación" y un 10% aunque no la ha hecho, "cree que sería necesario". Del total de aquellos que tuvieron que someterse a algún tipo de reparación, el 42% tuvo que costearlas "total o parcialmente", que en el caso de España supusieron 1.160 euros de media, según se desprende de la encuesta. Esta es la "cifra más cara en comparación con los otros tres países donde se ha realizado el estudio", ha apuntado la OCU.
De las reparaciones, el 34% tuvo que ver con la válvula EGR, el 23% con los inyectores, el 22% con el filtro de partículas, el 10% con la reactivación del software fraudulento, el 15% no se sabe y el 28% se debe a otra razón, ha especificado la OCU en la nota. Poco más de un tercio de los que se han reparado el vehículo tras la intervención se han puesto en contacto con el fabricante (en Portugal el porcentaje se duplica), ha subrayado la OCU.
Según ha señalado la asociación, las marcas han reaccionado "de manera diferente" a esta situación, ya que en un 30% de los casos "asumieron que los problemas de los coches estaban relacionados con la actualización del software que se había realizado", mientras que en 41% negaron "cualquier vinculación", pero aun así algunos se mostraron dispuestos a costear totalmente o en parte su importe.
En un 4% de los casos las marcas reconocieron la relación causa/efecto entre la intervención y las posteriores averías del coche pero se negaron a costearlo, ha apuntado. Según ha recordado la OCU, la solución propuesta por el grupo Volkswagen fue que los vehículos se sometieran a una intervención para arreglar la "incidencia detectada", pero desde la asociación desaconsejaron esa revisión.
De los afectados en España que han participado en la encuesta, el 19% pasó por el taller para esa revisión, una cifra "mucho menor" que las de los demás países (67% en Bélgica, 68% en Italia, 73% en Portugal). Un 53% de los encuestados españoles indicaron que no acudieron a la revisión porque les habían advertido de ello o porque "desconfiaban del resultado de la intervención".