El segmento de las berlinas no vive su mejor momento, un segmento tradicional en el mercado que en los últimos años ha perdido fuerza, sobre todo entre las marcas generalistas, principalmente por el aumento de la demanda de los SUV o todocaminos. La propia Peugeot se ha volcado en estos últimos años en este segmento con las nuevas generaciones de 2008, 3008 y 5008. Ahora, toca el turno al 508, un modelo cuyas ventas han perdido fuelle, pasando de las 4.500 unidades de 2016 a las 3.700 del pasado ejercicio.
Para recuperar presencia, Peugeot no se ha limitado a actualizar el 508, sino que ha desarrollado un modelo completamente nuevo partiendo de una plataforma diferente. Estéticamente, el 508 supone un avance considerable, con formas mucho más afiladas y modernas y una zaga marcada ahora por un cierto estilo coupé, con un portón innovador respecto al tradicional maletero del anterior 508.
Un nuevo estilo que sin duda posiciona al novedoso 508 más próximo a las berlinas de este mismo segmento de las marcas Premium. Además de su estética, sorprende también que sus dimensiones son ahora más recortadas, 4,75 metros frente a los 4,83 del anterior, siendo además más ligero en su construcción. Peugeot busca, sin duda, mayor dinamismo en esta nueva generación, que llegará al mercado el próximo mes de septiembre. Pero a pesar de sus menores dimensiones exteriores, por dentro mantiene sus amplias cotas de habitabilidad y, sobre todo, aumenta ligeramente la capacidad de maletero, que llega hasta los 490 litros.
Y como en el resto de los nuevos modelos de la marca, lo más llamativo está por dentro, con un nuevo diseño del puesto de conducción siguiendo las pautas de sus hermanos de gama. El volante es más pequeño de lo habitual y el cuadro de instrumentos es una pantalla configurable que se consulta por encima del volante. En el salpicadero hay otra pantalla, que puede ser de 8 o 10 pulgadas, según el nivel de equipamiento, y bajo ella hay seis teclas que dan acceso directo a los principales menús de radio, climatización, navegador o el i-Cockpit Amplify. Este permite elegir entre dos ambientes cada uno con sus propios ajustes para la luz ambiente, el equipo de sonido y los masajes de los asientos delanteros, además de seleccionar entre cuatro modos de conducción Eco, Sport, Comfort y Normal.
En lo que a equipamiento y sistemas de ayuda a la conducción se refiere, el 508 incorpora algunos elementos nuevos en la marca, como el sistema de visión nocturna (de entre 200 y 250 metros de alcance), la visión de 360 grados mediante cámaras y el asistente de aparcamiento semiautomático, que actúa sobre la dirección, el acelerador y los frenos. El listado de asistentes lo completan el programador activo de velocidad, los sistemas de centrado y mantenimiento en el carril, el frenado de emergencia con detección de peatones y el aviso de vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores. También tiene función de lectura de señales de tráfico y cambio automático entre luces cortas y largas (los faros y pilotos son de ledes).
Habrá de entrada dos motores de gasolina —1.6 Puretech de 180 y 230 CV— y tres diésel —1.5 BlueHDi 130, 2.0 BlueHDi 160 y 2.0 BlueHDi 180—. Como dato novedoso, todas las motorizaciones, excepto el diésel menos potente, se comercializan con cambio automático de ocho velocidades.