Si algo caracteriza a estos dos grandes todocamino es sin duda la exclusividad que derrochan de entrada sus marcas. Porsche y Range Rover han sido de siempre sinónimo de deportividad y lujo, y lo llevan a su máxima expresión en esta nueva generación del Cayenne y en el inédito Velar, una muestra más de la capacidad de Land Rover de exprimir una marca como Range Rover. Eso sí, puestos a conducirlos y disfrutarlos, resultan muy diferentes a sus mandos, pero muy excitantes en ambos casos.
Porsche Cayenne
Quince años después de la llegada del primer Cayenne, Porsche tiene en el mercado la tercera generación, un nuevo Cayenne que mantiene la imagen del anterior modelo y el planteamiento del original, pero aporta un salto cualitativo y tecnológico para reforzar su carácter dinámico y deportivo y seguir siendo la referencia entre los SUV en este aspacto. Exteriormente no ha supuesto un cambio radical, pero se ha rediseñado casi completamente, en busca de una imagen más deportiva. Su longitud aumenta 6,3 centímetros, la anchura en casi tres y la altura se mantiene, destacando así sus 4,91 metros de largo y sus imponentes 1,98 de anchura.
La carrocería está realizada en acero y aluminio, lo que le hace unos 80 kilos más ligero que antes, además de ofrecer con las nuevas cotas algo más espacio en el interior, con cinco amplias plazas y un maletero que gana 100 litros de capacidad para alcanzar los 770 litros. Es precisamente por dentro donde más evoluciona el Cayenne en cuanto a diseño, mezclando cierto clasicismo con la más moderna tecnología. A sus mandos salta a la vista que se trata de un Porsche, con el clásico volante de la marca, el cuadro de instrumentos analógico con dos relojes de gran tamaño aunque ahora aderezado por dos modernas pantallas de 7 pulgadas en los extremos, que se pueden configurar a gusto del conductor. En el centro de la consola también dispone de una enorme pantalla, nada menos que de 12,5 pulgadas, a través de la cual se tiene acceso a todos los sistemas multimedia, navegador, equipo de audio, programas de conducción, y la mayoría de las funciones del coche.
Si ponernos a sus mandos es una experiencia por lo que ofrece a la vista, en marcha lo es aún más por lo avanzado de la tecnología asociada al bastidor. Y es que cuenta, entre otras muchas sutilezas, con suspensión neumática de altura y dureza variable, barras estabilizadoras activas de control electrónico a 48 voltios y eje trasero direccional. ¿Quieres más? Pues aun puedes añadir un diferencial trasero deportivo o llantas de 21 pulgadas. Un despliegue que sitúa al Cayenne como el SUV más sofisticado sobre el asfalto, algo que hemos podido comprobar en esta versión Turbo tope de gama con sus 550 CV. Disfrutamos en ella del dinamismo casi de un turismo deportivo, del confort de una gran berlina de representación e, incluso, de unas sorprendentes cualidades off road.
Nos ponemos en marcha abrumados por el diseño y la calidad del interior y, a través del mando situado en el volante, escogemos entre cuatro modos de conducción; Normal, Sport, Sport Plus y Sport Response para ajustar el funcionamiento del motor, la caja de cambios, las ayudas a la conducción y el funcionamiento de la suspensión. En el más “sencillo”, el Cayenne acelera desde parado con poderío, y sus 550 CV salen a relucir con una brutal capacidad de aceleración que le lleva a alcanzar los 100 km/h en 3,9 segundos. Afortunadamente frena casi tanto como acelera, y sus discos de tungsteno PSCB logran detener al Cayenne Turbo al llegar a las curvas a ritmo vertiginoso con enorme facilidad.
Impresiona, en cualquier caso, la facilidad que ofrece para movernos a velocidades de vértigo, tanto como su eficacia en curva, donde muestra una increíble facilidad para negociar los virajes, a una velocidad impensable en cualquier otro SUV, ni siquiera en el Velar. El eje trasero direccional y las barras estabilizadoras activas permiten una agilidad propia casi de un turismo deportivo, con mínima inclinación en curvas.
Por todo ello, el Cayenne Turbo resulta todo un devorador de kilómetros, aunque lo hace siempre con unos consumos muy elevados propios de un SUV de dos toneladas y 550 CV, que repercuten además de una autonomía no muy elevada a pesar de sus 90 litros de depósito. Eso sí, conduciendo a ritmos no muy elevados para lo que es capaz de ofrecer, podemos llegar a los 600 kilómetros.
VERSIÓN: Turbo
PRECIO: 160.600 euros
DATOS TÉCNICOS · Motor: 8 cil. en V Cilindrada: 3.996 cm3 Potencia máx.: 550 CV a 5.750 rpm Par máximo: 770 Nm a 1.960 rpm Tracción: Total permanente Caja de cambios: Automática de 8 vel. Dimensiones: 4,93 / 1,98 / 1,67 m Peso: 2.250 kg Depósito de combustible: 90 litros Capacidad del maletero: 745 l.
PRESTACIONES · Vel. máxima: 286 km/h Acel. 0 a 100 km/h.: 4,1 seg Consumo en recorrido de pruebas: 13,2 l/100 km Autonomía en carretera: 681 km.
Lo mejor: eficacia en asfalto y prestaciones (Cayenne); confort excepcional (Velar) Lo peor: autonomía y precio (Cayenne); Agilidad en curva (Velar)
Range Rover Velar
La última apuesta de Land Rover por su modelo Range Rover lleva el apellido Velar, una versión dentro de la gama que se distingue por un diseño más deportivo por sus trazos tipo coupé manteniendo la elegancia que caracteriza a cualquier otro Range.
Es, en cualquier caso, el Range más diferente, una apuesta más atrevida dentro de una marca que se distingue por su clasicismo estético pero que ha sabido aportar con el Velar un estilo más moderno y dinámico pero manteniendo la esencia Range Rover. Mide 4,80 metros de longitud, por debajo del Cayenne, pero con una anchura muy similar, 1,93 metros, que configura un interior especialmente amplio y confortable en las plazas traseras. Porque delante, ni un reproche a como nos acomodamos al volante, con un asiento amplio y con multitud de ajustes para integrarnos perfectamente. Y al subirnos a él, encontramos detalles tan exclusivos como las manecillas de las puertas escamoteables que se esconden al bloquear los seguros.
Por dentro, encontramos la calidad de acabados habitual con un diseño que transmite una alta sensación tecnológica. No hay casi botones y en su lugar monta dos pantallas táctiles que recogen todas las funciones del vehículo. En la central inferior se seleccionan los distintos modos de conducción, tanto para asfalto como para fuera de él, además de las funciones del climatizador y asientos ( con masaje y calefacción por supuesto). Cada modo de conducción dispone de su propia infografía sobre la pantalla con modificaciones en la suspensión, en las estabilizadoras, los tres diferenciales, la dirección, el motor y el cambio. En la pantalla superior se encuentra todo lo relacionado con la navegación, el sistema multimedia y los ajustes de cualquier función. Su manejo es fácil e intuitivo, aunque con tantas opciones disponibles es obligatorio estudiar bien antes dónde está cada función para luego no desviar la vista de la carretera.
Como Range que es, el Velar mantiene el confort habitual de cualquier modelo de la gama, pero aporta en su caso unas aptitudes dinámicas superiores sobre el asfalto. Por estilo y cualidades dinámicas, se puede hablar de Range Rover más deportivo, aunque alejado en este sentido de lo que ofrece el Cayenne en cualquiera de sus versiones. En carreteras no muy anchas y con muchas curvas, difícilmente seguirá el ritmo de un Cayenne, pero en los habituales trazados más abiertos, ya sea carretera o autovía, mantiene ritmos muy elevados con enorme facilidad. Son 300 CV que dan mucho de sí, apoyado el motor diésel V6 en sus 700 Nm de par máximo. Es una sensación lógicamente muy diferente al Cayenne Turbo, pero podemos movernos a ritmos altísimos casi sin darnos cuenta.
Con el recomendable extra de la suspensión neumática, el Velar es uno de los SUV más equilibrados del segmento, más ágil en asfalto que el propio Range Rover Sport. La dirección aporta suficiente tacto y viveza al tren delantero y apenas se aprecia balanceo de carrocería en curva, siempre con un agrado de conducción exquisito. Una delicia viajar en él, con un motor que permite mantener altísimos cruceros como para quedarnos sin puntos en el carné y con unos consumos sin duda muy inferiores a lo esperado, lógicamente nada que ver con los del Cayenne Turbo de gasolina. A ritmo rápido, poco más de ocho litros nos lleva a alcanzar casi 800 kilómetros de autonomía. Sin duda, buen dato para un SUV de casi dos toneladas y 300 CV de potencia.
VERSIÓN: 3.0 D300 4WD Auto R-Dynamic HSE
PRECIO: 99.700 euros
DATOS TÉCNICOS · Motor: 6 cil. en V Cilindrada: 2.993 cm3 Potencia máx.: 300 CV a 4.000 rpm Par máximo: 700 Nm a 1.500 rpm Tracción: Total permanente Caja de cambios: Automática de 8 vel. Dimensiones: 4,80 / 1,93 / 1,66 m Peso: 1.959 kg Depósito de combustible: 66 litros Capacidad del maletero: 673 l.
PRESTACIONES · Vel. máxima: 241 km/h Acel. 0 a 100 km/h.: 6,5 seg Consumo en recorrido de pruebas: 8,2 l/100 km Autonomía en carretera: 804 km.