Un estudio realizado por la organización de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA), señala que el pasado año los radares de la DGT formularon 3.286.799 denuncias por sobrepasar los límites de velocidad establecidos en las carreteras españolas, sin incluir las del País Vasco y Cataluña, lo que supone un incremento del 33,7% respecto de las cifras de 2014. Cerca de un 60% de los excesos se localiza en autopistas libres y autovías y sólo el 6,6% se corresponden a autopistas de peajes (217.056 infracciones).
Por comunidades autónomas, los radares que más multas contabilizaron fueron los de Andalucía, con 685.134 denuncias; Galicia, con 410.248 y Madrid, con 383.490. Por el contrario, los de La Rioja (32.867), Canarias (40.819) y Cantabria (58.870) fueron los menos activos. Además, AEA destaca en su estudio que durante 2015 las denuncias por exceso de velocidad aumentaron respecto de las formuladas el año anterior en todas las comunidades, excepto en Canarias y la Comunidad Valenciana, llegando casi a triplicarse en Cantabria (58.870 frente a 19.766). También se han detectado importantes incrementos de denuncias en Asturias (151,4%), Murcia (137,5%), Galicia (83%), Navarra (79,8%), La Rioja (55,2%) y Madrid (52,8%).
Afan recaudatorio por encima de todo
Como viene siendo habitual en los análisis de AEA sobre la velocidad, se han identificado nuevamente los 25 radares de la DGT más activos, de los que diez de ellos repiten frente a 2014 y ocho han aumentado de forma considerable su actividad. A la vista del importante número de denuncias formuladas por exceso de velocidad, la ubicación mayoritaria de los radares en autopistas y autovías y la repetición de los radares más activos, AEA considera que la DGT debe replantearse su política de radares, ya que no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes, convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación.