El Rav4 ya ha cumplido 20 años desde que se pusiera a la venta la primera versión, un modelo que supuso el inicio de un nuevo segmento, hoy conocidos como todocaminos compactos o SUV. Pero si algo le faltaba al Rav4 era sin duda disfrutar de una versión híbrida, tecnología que domina la marca japonesa y que ha tardado quizás demasiado en aplicarla en uno de sus modelos más carismáticos.
El Rav4 Hybrid llega en dos variantes —tracción delantera y 4x4—, ambas con el mismo motor de gasolina de 2,5 litros pero difereciadas por llevar uno o dos motores eléctricos. La variante de tracción delantera tiene uno solo en el eje delantero mientras que la versión AWD de tracción total tiene un segundo motor eléctrico que mueve las ruedas traseras de manera independiente al eje delantero, gestionado mediante un sistema que Toyota denomina «E-Four». Ambas versiones tienen una potencia máxima combinada de 197 CV. La batería es de hidruro de níquel y está situada bajo los asientos traseros. La versión de tracción delantera tiene un consumo medio homologado de 4,9 l/100 km y la versión AWD de 5,0 l/100 km.
En marcha, el funcionamiento del Rav4 Hybrid está marcado por la suavidad y silencio que ofrece en ciudad y a baja velocidad, algo común a casi todos los híbridos. Responde con rapidez desde parado y gana velocidad con mucha rapidez en los primeros metros, moviéndose entre el tráfico urbano con mucha viveza. Frente a las versiones diésel, el Hybrid ofrece un menor consumo de combustible en este tipo de conducción y, sobre todo, resulta más silencioso en ciudad y más agradable de conducir por la suavidad con la que se mueve. Cuesta casi 3.000 euros más que el diésel de 143 CV -este manual, hay que recordar que el híbrido es automático- con similar nivel de equipamiento, y casi 5.000 euros más que el diésel más económico de la gama. Para un uso muy urbano, sin duda resulta más agradable y más recomendable, por la suavidad de funcionamiento del motor y el confort que proporciona el cambio automático.
Pero en carretera las ventajas ya no son tantas y, aunque desarrolla 197 CV, su rendimiento no es tan bueno como el diésel. A ritmo más o menos tranquilo mantiene un buen confort acústico y unos consumos moderados, pero cuando buscamos movernos de forma más alegre, resulta más ruiodoso que el diésel y, sobre todo, sus consumos se mueven ya en cifras elevadas. Bajar de los 10 litros requiere practicar una conducción suave y mantener ritmos muy constantes. En cuanto la propia orografía del terreno obligue a cambios constantes de velocidad, el consumo del Rav4 Hybrid se dispara muy por encima de los valores del diésel.
La puesta al día incluye un diseño exterior renovado, un interior con materiales de recubrimiento de mayor calidad y nuevo cuadro de instrumentos así como un equipamiento más completo con elementos novedosos en la gama, como el «Toyota Safety Sense», que incluye elementos como la alerta por cambio involuntario de carril, el cambio automático de luces largas a cortas, el reconocimiento de señales de tráfico, un sistema de frenada de emergencia, programador de velocidad activo o un sistema pre-colisión que es capaz de reducir la velocidad del vehículo actuando sobre los frenos de manera automática si detecta un riesgo por colisión o atropello. También es novedad el «Monitor de Visión Panorámica», un conjunto de cámaras que generan una visión cenital del vehículo que puede ser de ayuda a la hora de estacionar en lugares estrecho.
En lo que a la conducción se refiere, el Rav4 2016 incluye ciertas modificaciones en el chasis, en la suspensión y en el aislamiento acústico. Según la marca, se ha utilizado un 55% más de material aislante en el suelo, así como en las puertas, en el cuadro de mandos y en la zona del maletero, en busca de una mejora en el confort acústico interior. La carrocería tiene nuevos puntos de soldadura en el travesaño trasero, y hay nuevos refuerzos en la suspensión trasera y en el travesaño del piso, mejorando la rigidez estructural y reduciéndose la filtración de vibraciones al habitáculo. También los muelles y los amortiguadores tienen un nuevo ajuste para aumentar el confort de marcha.