El portavoz comunitario Ricardo Cardoso ha señalado que “hablaremos en profundidad del tema en el Consejo de Competitividad del jueves, con la comisaria europea de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes, Elzbieta Bienkowska, y con las autoridades nacionales de homologación de los vehículos de motor en los próximos días ". El tema, que la presidencia luxemburguesa de turno de la UE ha añadido a la lista de temas, se abordará en un almuerzo de trabajo.
El portavoz indicó que la comisaria tiene previsto reunirse con la presidencia de Volkswagen mañana martes, y reiteró que el Ejecutivo comunitario ha invitado a los estados miembros a hacer "las investigaciones necesarias a nivel nacional" y a remitir esa información a Bruselas. La CE necesita "tener una imagen clara del número de vehículos certificados en la UE que estaban equipados con dispositivos falseados, que como hemos dicho están prohibidos por las normas comunitarias desde 2007", añadió.
El portavoz precisó que "es una cuestión de la correcta aplicación por las autoridades de los estados miembros" de la normativa existente, y que los países deben tomar medidas para garantizar que los dispositivos manipulados prohibidos en la UE no se ponen en marcha. "El control de esto es una obligación de las autoridades de los estados miembros", dijo el portavoz, que subrayó que Bruselas "no tolerará un fraude" y que espera un cumplimiento riguroso de la normativa.
Fuentes europeas indicaron que habrá que ver si la CE presenta alguna propuesta concreta el jueves, pero descartaron que en la reunión los ministros vayan a adoptar ninguna declaración o documento formal. Añadieron que el debate servirá como "primer intercambio", pero que no será ni mucho menos "la última palabra" en este caso.
La semana pasada, cuando salió a la luz el escándalo, Bruselas invitó a todos los países miembros a investigar cuántos vehículos certificados en sus países llevan motores afectados por la manipulación, no solo los automóviles de Volkswagen, sino también otras marcas y fabricantes. Según la CE, expertos comunitarios ya advirtieron del riesgo de fraude en las mediciones de emisiones contaminantes de los coches en 2013, en un informe del Centro Común de Investigación de la Comisión. Alertaban de que las pruebas de laboratorio no se ajustaban a las emisiones reales de los vehículos en carretera, y del posible uso de dispositivos de desactivación de los controles.