El principal problema de los turismos movidos por motores eléctricos sigue siendo el de la limitada capacidad de las baterías, tanto por su autonomía como por los tiempos de recarga. Con el desarrollo de los sistemas de pila de combustible, el hidrógeno almacenado en los depósitos permite gracias a una reacción química recargar las baterías y ofrecer así suficiente autonomía como para hacer viable el desarrollo, con las limitaciones en cuanto a elevado coste aún y a una infraestructura que apenas está implantada tanto en Europa como en España. Volkswagen, como otras marcas, ya tiene preparados dos modelos con esta tecnología —Passat y Golf Variant HyMotion—, con los que podría dar el salto a la comercialización en el momento que las estaciones de repostaje de hidrógeno estén suficientemente implantadas.
En nuestro mercado, sin duda el retraso en este sentido es notable, y los limitados puntos de repostaje harán que el desarrollo de este tipo de modelos sea lento. Aun así, las marcas apuestan firmemente por esta fuente de energía, necesaria para alcanzar en sus gama los ajustados niveles de emisiones que deben ir logrando ante la entrada en vigor de las nuevas normativas anticontaminantes, cada vez más severas.
Con el Passat HyMotion, Volkswagen avanza en este todavía novedoso campo de la propulsión por hidrógeno pero con la larga experiencia obtenida en estos últimos años en el desarrollo de la movilidad eléctrica. Porque en este caso, no se trata de un modelo híbrido, sino de una berlina propulsada por un motor cien por cien eléctrico que aprovecha los mismos principios técnicos que se emplean en el e-Golf, aunque en este caso con un sistema de recarga de baterías que, en lugar de conectarlas a la red eléctrica, se aprovecha del hidrógeno para generar la electricidad necesaria para ello. Así, la potencia que desarrolla mejora la del Golf eléctrico en casi un 20%, alcanzado los 136 CV y, sobre todo, ofreciendo una autonomía con la que poder cubrir largos desplazamientos. Según Volkswagen, más de 400 kilómetros, una cifra sin duda más que viable para desarrollar este tipo de propulsión, sobre todo una vez que las estaciones conocidas como hidrolineras comiencen a implantarse.