El fabricante sueco de vehículos Volvo ha anunciado que el nuevo S60, berlina que se lanzará pasada la primavera, será el primer automóvil de su gama que no contará con versiones con motorización diésel. La marca ha explicado en un comunicado que esta decisión obedece a su estrategia a largo plazo de ir más allá de los propulsores de combustión tradicional. A partir de 2019, todos los nuevos Volvo que se lancen serán electrificados. Es decir, los motores de gasolina irán combinados con otro eléctrico (híbridos o híbridos enchufables) o serán 100% eléctricos.
Al respecto, el presidente y director ejecutivo de Volvo Cars, Hâkan Samuelsson, ha indicado en la nota, que recoge Efe, que el futuro de la marca es eléctrico y ya no desarrollarán una nueva generación de motores diésel.
El fabricante sueco también se ha fijado para 2025 que el 50% de sus ventas mundiales sean de vehículos 100% eléctricos, por lo que con el S60 inician la transición hacia ese compromiso. El nuevo S60 se ha diseñado con la plataforma escalable (SPA), que es la misma que se emplea para la nueva familia 90 (S90, XC90 y V90). Su versión familiar, el V60, ya está a la venta desde principios de este año en Suecia.
La producción del S60 comenzará este otoño en las nuevas instalaciones de fabricación que Volvo Cars ha construido a las afueras de Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos. Según Volvo, la planta de Charleston será la única encargada de su fabricación y desde allí se exportará a los diferentes mercados en los que se ponga a la venta.
Estará disponible inicialmente con una gama de motores de gasolina Drive-E de cuatro cilindros, así como con dos versiones híbridas enchufables de gasolina. Las versiones de hibridación media de 48 V se espera que lleguen el próximo año.