Son versiones objeto de deseo por la deportividad y exclusividad que transmiten, siempre bajo una apariencia discreta y elegante a la vez. Los RS de Audi seducen a primera vista, pero lo hacen aún más cuando nos ponemos a sus mandos, algo que podremos descubrir cuando lleguen al mercado las primeras unidades del recién presentado RS7, la última creación de la marca en lo que a superdeportivos se refiere.
La base de partida ya marcaba grandes dosis de deportividad, pues el S7 ya ofrecía 420 CV de potencia y un chasis afinado para sacar todo el rendimiento al V8 de4 litrosde cilindrada, motor que en el RS7 ha sido convenientemente modificado para lograr un rendimiento aún más impactante, aumentado en más de un 30 por ciento para alcanzar los 560 CV de potencia. Pero en Audi, la deportividad no está reñida con el máximo respeto por el medio ambiente y, dotado de la más moderna tecnología en forma de sistema de “Cilynder on Demand”, el RS7 logra ofrecer unas cifras de consumos sólo un 2 por ciento superiores a las del S7, lo que supone un valor medio homologado de 9,8 l/100 km.
Con un 30 por ciento más de potencia que el S7, sólo aumenta el consumo en un 2 por ciento
Una tecnología que permite cuando no se exigen grandes aceleraciones que el motor V8 funcione como un cuatro cilindros, con un ahorro significativo de consumo –hasta un 10 por ciento– al dejar de alimentar los otros cuatro. A pleno rendimiento, y gracias al doble turbocompresor, el 4.0 TFSI llega a ofrecer además unos valores de par de 700 Nm, cifra sin duda sorprendente pero no tanto como el régimen al que lo consigue, apenas 1.750 rpm. Sin duda, garantía de una respuesta inmediata y de una capacidad para seguir generando empuje casi a cualquier velocidad a la que estemos circulando.
No es de extrañar por tanto las cifras que anuncia el RS7 Sportback, capaz de pasar de0 a100 km/hen tan sólo 3,9 segundos o de alcanzar, con el paquete opcional “Dynamic Plus” sin restricción alguna de velocidad, los 305 km/h. El cambio utilizado es el Tiptronic de ocho velocidades provisto de levas en el volante, con un escalonamiento corto y deportivo, y una última marcha tipo overdrive para minimizar el consumo gracias a largo desarrollo.
También de serie, el RS7 incluye tracción permanente quattro, con un diferencial central que se encarga de distribuir el par entre los ejes delantero y trasero y, opcionalmente, un diferencial deportivo en el eje trasero capaz de repartir las fuerzas entre las dos ruedas de forma continua.
La suspensión es de tipo neumática y rebaja la altura de la carrocería en 20 milímetros, contando con una amortiguación adaptativa que ajusta el funcionamiento al estado del asfalto, al estilo de conducción y al modo seleccionado en el sistema de conducción dinámica Audi drive select, con el que el conductor puede variar la respuesta de algunos componentes importantes en diversos grados.
Además de la suspensión neumática, el RS7 puede montar en opción el tren de rodaje deportivo plus con Dynamic Ride Control (DRC), con muelles de acero y amortiguadores regulables en tres niveles.