El SQ5 TDI fue el primer SUV de Audi desarrollado dentro de la gama de modelos «S», una versión que, además, fue la primera de todas en ser concebida con un motor alimentado por gasóleo. Sin embargo, en un mercado como el norteamericano, en el que el Diésel apenas tiene cabida, el SQ5 tenía que comercializarse casi obligatoriamente con motor de gasolina. Y aprovechando el Salón de Detroit, la firma alemana presenta el SQ5 TFSI, toda una versión «S» animada por el motor V6 de gasolina de 3 litros de cilindrada que, de paso, deja atrás al SQ5 Diesel con sus 354 CV de potencia.
Un motor V6 sobrealimentado por compresor y dotado de dos intercoolers que se encargan de enfriar el aire de admisión para lograr un mejor rendimiento. Para su funcionamiento, el compresor requiere muy poca potencia del motor, ya que la densidad del aire de admisión es muy baja en cargas por debajo del nivel de entrada del compresor y cuando se circula sin acelerar. Hay, por ello, suficiente par desde bajas revoluciones y, a 4.000 rpm, alcanza el valor máximo de 470 Nm.
La potencia máxima llega a 6.000 rpm y se mantiene hasta las 6.500 vueltas, lo que se traduce en un margen de utilización efectiva del motor muy superior al del SQ5 TDI, que entrega su rendimiento máximo a 4.500 vueltas. Se han tomado varias medidas para amortiguar el ruido durante el funcionamiento, como un eje de equilibrado en el cigüeñal, que proporciona una mayor suavidad. También contribuyen los árboles de levas de admisión regulables y unas aletas en los conductos de entrada de aire para proporcionar una mezcla eficiente en las cámaras de combustión.
Tiene 354 CV y acelera de 0 a 100 km/h en poco más de 5 segundos. Iniciará su comercialización en EEUU a mediados de año
El SQ5 TFSI acelera de 0 a 100 km/h en sólo 5,3 segundos, dos décimas más que la versión Diesel, cuenta con una velocidad máxima autolimitada a 250 km/h y ofrece un consumo medio de 8,5 l/100 km con unas emisiones de CO2 de 199 g/km. El cambio es automático Tiptronic de ocho velocidades y la tracción total quattro cuenta con el sistema torque vectoring para lograr la máxima eficacia en la motricidad en curva.
El chasis presenta modificaciones respecto a cualquier otro Q5, con una distancia al suelo de la carrocería reducida en 30 milímetros, muelles y amortiguadores de tarados más firmes y llantas de 20 pulgadas con neumáticos 255/45. Las pinzas de freno en el eje delantero están marcadas con el logotipo SQ5 y están sobredimensionadas para asegurar una gran capacidad de frenada. La dirección, por su parte, cuenta con asistencia electromecánica y desmultiplicación variable continua, ofreciendo a través del sistema Audi drive select —opcional— escoger entre diferentes modos de actuación.
En su diseño exterior, destaca la parrilla del radiador gris platino y sus dobles barras horizontales con aspecto de aluminio, los paragolpes específico, el spoiler del techo y unos logotipos «V6» que adornan las aletas delanteras. En el interior, el panel de instrumentos se distingue por los diales de color gris, con los números en blanco, mientras que los pedales y las levas del cambio tienen un acabado de aspecto aluminio brillante. De serie lleva asientos deportivos con reglajes eléctricos tapizados en una mezcla de cuero y Alcantara.
El SQ5 TFSI está previsto que llegue a los concesionarios de Estados Unidos en el tercer trimestre de 2013, y poco a poco ampliará sus mercados en Canadá, Rusia, China, Japón, Singapur, Corea del Sur, Sudáfrica, México, Brasil, Argentina, Chile y Ucrania. En principio, tanto en España como en otros mercados europeos, sólo de vendrá el SQ5 TDI.