La propulsión eléctrica llega también a los vehículos comerciales, herramientas de trabajo imprescindibles en la mayoría de las empresas, sobre todo en aquellas cuyo radio de acción se concentra en ciudad y alrededores. Citroën, en colaboración con la Xunta de Galicia, desarrolla y produce en su planta de Vigo la nueva Berlingo eléctrica —que comparte toda su estructura con el Peugeot Partner Electric, que se fabrica también en la misma planta—, cuyo precio, 24.500 euros sin impuestos, queda por encima de la versión Diesel, aunque se iguala bastante al aplicar las ayudas del Gobierno a la compra de turismos eléctricos.
A diferencia de otros modelos, en el caso del Berlingo y del Partner no se pierde capacidad de carga en esta variante eléctrica, manteniendo bajo el capó el motor eléctrico y situando las baterías bajo el piso, en la zaga, un bloque delante del eje y otro detrás, favoreciendo así a un equilibrado reparto de pesos y a disponer de un centro de gravedad muy bajo para un comportamiento dinámico seguro y eficaz.
La motorización se ha desarrollado en colaboración con la japonesa Mitsubishi, tomando como base su cadena de tracción eléctrica. Ofrece una potencia máxima de 67 CV y un par máximo instantáneo de 200 Nm. El conjunto de baterías tienen 22,5 kWh de capacidad total útil que proporcionan una autonomía teórica de 170 Kilómetros que, en la práctica, estará más cercano a los 150. Suficiente capacidad para asegurar una gran funcionalidad en el día a día en el transporte de mercancías en núcleos urbanos, con la posibilidad en el proceso de recarga de poder recuperar hasta el 80% en apenas media hora. En condiciones normales requiere entre 6 y 12 horas para alcanzar el 100% en función de la intensidad eléctrica disponible. Con un coste estimado de una carga completa de 1,5 euros, supone que el Partner Electric puede recorrer 100 kilómetros con un consumos de apenas 1 euro, siete u ocho veces inferior al Partner Diesel. Con sus casi 70 CV de potencia, alcanza una velocidad máxima de 110 km/h, claramente por debajo de las variantes Diesel pero en cualquier caso suficientes para la movilidad urbana que se le presupone.
Sus aptitudes como vehículo comercial se mantienen invariables, con un asiento Multiflex de diferentes configuraciones y un habitáculo que permite cargar objetos de hasta tres metros de longitud, con una altura en el vano de carga de 1,15 metros.
