Nueve de los diez modelos más vendidos en el sector de las dos ruedas en los cinco primeros meses del año son scooters de 125 centímetros cúbicos. Un mercado, por tanto, esencial para las principales marcas, en el que Yamaha ofrecía hasta ahora dos modelos, XMax y Majesty, que destacan por muchas cosas, pero no por lo ajustado de su precio. Ahora, el fabricante japonés introduce en el mercado el NMax, un nuevo scooter desarrollado desde cero con el que ofrecer una alternativa entre los scooters de carácter más urbano y precio más contenido. Uno de sus más directos rivales, el Honda PCX 125, es el quinto modelo más vendido en lo que llevamos de año, un modelo que, como el nuevo NMax, aporta diseño elegante, un precio más ajustado y una mínima economía de consumo.
De entrada, el NMax llega con un diseño muy cuidado, elegante y, en cierto modo, deportivo, provocado en cierto modo por el nuevo chasis y por la ubicación del depósito de combustible, que no permiten contar con una plataforma completamente plana bajo los pies donde poder ubicar una bolsa o mochila. A cambio, se logra una notable rigidez y muchas dosis de agilidad en su conducción, ideal para desenvolverse en el tráfico urbano con la máxima seguridad. Se ha optado por un conjunto de suspensiones con horquilla delantera y doble amortiguador trasero, pero sin regulaciones posibles. En cuanto al equipo de ruedas, cuenta con generosas llantas de 13 pulgadas tanto delante como detrás con neumáticos en medidas 110/70 para la rueda delantera y 130/70 en el caso de la trasera. Para reforzar la seguridad, el sistema de frenos cuenta con discos de 230 milímetros en ambos trenes dotados de ABS.
Como buen scooter urbano, no podría faltar bajo el asiento un amplio hueco en el que poder albergar un casco integral. Por las dimensiones de chasis, la postura de conducción resulta muy confortable, con suficiente espacio para estirar bien las piernas y disfrutar a sus mandos de su conducción, en la que el motor sin duda es el gran protagonista. En busca de la máxima eficiencia, se ha desarrollado un motor completamente nuevo con sistemas innovadores. Si en el Honda PCX se optó por un sistema de arranque y parada automático similar al de los coches, Yamaha ha optado por aplicar dentro de su filosofía «Blue Core» un novedoso sistema en el motor con culata de 4 válvulas de accionamiento de válvula variable (VVA) que ofrece una sensación de aceleración potente y lineal. Una tecnología que proporciona una aceleración suave especialmente a bajo y medio régimen, gracias a un mecanismo que cambia entre dos árboles de levas distintos en función de la velocidad del motor y ofrece una mayor eficacia de combustión para reducir el consumo de combustible. Según la marca, se alcanza un consumo de combustible de poco más de 2 l/100 km, sin duda uno de sus grandes atractivos. El otro, su precio, 2.799 euros.