En la cumbre del pico Säntis, en el macizo suizo de Alpstein, se eleva una torre de 120 metros cuyo principal objetivo es cazar rayos. Aquí se registran cada año una media de 100 descargas eléctricas de tormenta, cuyo impacto es registrado por diferentes sensores y conducido hacia tierra. Con los datos acumulados, los científicos del proyecto Laser Lighting Rod, de la Unión Europea, calculan cuál es la carga y características de estos impactos y los trasladan al laboratorio, donde intentan desarrollar un sistema que “atrape” y canalice estos rayos mediante láser.
“Gracias al láser podemos proyectar la energía con el fin de crear un camino para el rayo”
“Es una torre que presenta la ventaja de ser impactada por rayos cien veces al año”, asegura el físico de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Lausana, Marcos Rubinstein, en Euronews. “Nos permite saber cuánta carga está siendo transferida desde la nube hasta la tierra”. Con estos datos, los especialistas de la Universidad de Ginebra y otros centros en Suiza están simulando la descarga de rayos en el laboratorio y probando una tecnología láser que permita “capturarlos”.
“Instalamos un pequeño pararrayos junto a nuestro láser que guiamos hacia el rayo”, explica Aurélien Houard, coordinador del proyecto. “Gracias al láser podemos proyectar la energía a larga distancia con el fin de crear un camino para el rayo y convertirlo en una especie de guía vaciando el aire con la ayuda de impulsiones de láser muy potentes”.
El objetivo es diseñar un sistema para proteger instalaciones como aeropuertos y centrales nucleares
De momento, según adelanta Euronews, las simulaciones permiten crear rayos a una escala de uno o dos metros, pero esperan ir aumentando la magnitud del experimento y simular rayos de gran tamaño y ver si el sistema láser permite atraerlos hacia los lugares deseados. El objetivo se conseguir un nuevo sistema de pararrayos que permita proteger instalaciones sensibles como aeropuertos y centrales nucleares y hacer caer los rayos de manera controlada.