Tras el fracaso relativo de la investidura de Alberto Núñez Feijóo (todo es relativo salvo la muerte) y la más que probable investidura de Pedro Sánchez con el apoyo de populistas, nacionalistas e independentistas, se han alzado voces particulares que piden al PP que ahora se abstenga para que el PSOE no necesite el apoyo de los enemigos de España y, por lo tanto, liberado de sus necesidades aritméticas, detenga sus negociaciones ya iniciadas con ellos, se niegue a concederles la amnistía que reclaman, deseche cualquier tipo de consulta que quiebre la soberanía nacional y, en definitiva, renuncie a configurar un Gobierno de España dependiente de quienes quieren romperla. Es lo que algunos han llamado la "abstención patriótica".
De ese modo, Pedro Sánchez lograría permanecer en la Moncloa, sí, pero sin tener que entregarse (y entregarnos) a los insaciables separatistas y sus indeseables objetivos políticos, configuraría un gobierno socialista en solitario y, si todo fuera como algunos desean, Pedro Sánchez se abriría a continuación a negociar con el PP los presupuestos generales y las leyes que se debatan, por lo que se iniciaría una nueva etapa política en España. Es el deseo de los optimistas, ingenuos y bienintencionados incluidos.
No se trata solo de presentar un proyecto alternativo que aglutine a una mayoría de españoles sino de actuar con inteligencia, lo cual a veces exige ser predecible
Obviamente, Sánchez no lo quiere, dado que no pretende lo mejor para España sino su perpetuación en el gobierno, para lo que necesita la estigmatización y consecuente marginación política del PP, a lo que ayuda más que ninguna otra cosa su dependencia de Vox. Porque para Sánchez tan importante es el fortalecimiento de su PSOE como el debilitamiento del PP, atado de pies y manos a su flanco derecho, sin conexión con los nacionalistas supuestamente moderados con los que pudiera pactar y profundamente debilitado en distintas partes de España como el País Vasco, Navarra o, sobre todo, Cataluña, lo que le impediría ser alternativa de gobierno, al menos en el corto plazo (como poco). Es la idea del estratega Sánchez, esa que ha desplegado durante los últimos años y que pretende mantener en el futuro (porque lo que te ha ido bien no debes cambiarlo).
Pero si Sánchez tiene su propia estrategia que defienden a una sus palmeros mediáticos y sus subordinados orgánicos, bien por interés o por incompetencia y sectarismo, el PP debe tener la suya propia, porque el adversario también juega y cada cual tiene que jugar sus cartas. No se trata solo de presentar un proyecto alternativo que aglutine a una mayoría de españoles sino de actuar con inteligencia, lo cual a veces exige ser predecible y otras veces asumir riesgos, dar un paso adelante y romper la baraja.
Quienes se oponen a que el PP mueva ficha, sorprenda y ofrezca su abstención al PSOE, nos recuerdan con razón que Sánchez no es de fiar y que, en todo caso, rechazará semejante propuesta con cajas destempladas y, lo que realmente temen, pudiera Sánchez sacar partido de la errónea decisión de Feijóo, que no haría sino (volver a) demostrar su ingenuidad, su bisoñez y su falta de contundencia frente al adversario a batir, lo que fortalecería a Vox y, por tanto, ahondaría en la división de la derecha, otro de los objetivos de Sánchez y colaboradores interesados. Hay quienes, por su parte, desechan facilitar a Sánchez su permanencia en la Moncloa por motivos éticos, porque además debe ser él quien resuelva los problemas que se le avecinan sin que el PP le saque las castañas del fuego, y porque toda responsabilidad es suya y solo suya: si esos son sus compañeros de viaje, y ciertamente lo son, que rompa voluntariamente con ellos en beneficio de España; y si no lo hace, que se atenga a las consecuencias. O que sean los críticos socialistas, si efectivamente los hubiera, quienes obliguen desde los interiores del partido, en caso de que en él quedara vida inteligente y dignidad democrática, a corregir la deriva populista del PSOE. O sea, que con su pan se lo coman, y allá ellos con sus disparates y con la decadencia del partido que un día fue constitucional y de Estado.
Ni siquiera su permanencia en la Moncloa con la abstención del PP aseguraría que no pactara al día siguiente con lo peor de nuestro panorama político. Es capaz de todo
El asunto es que la acción política exige estrategia e inteligencia, además de honestidad, buen corazón y visión de Estado. Si ellos ganan, es porque carecen de principios pero también porque son más listos, mal que nos pese a muchos. Así que es indispensable disponer de estrategia, perseverancia, convencimiento y acierto: en política no basta con tener buenas ideas y ni siquiera tener las mejores ideas, hace falta armar un relato y ganar la batalla de las ideas. Y no se trata de resistir sino de pasar a la ofensiva y ganar en las urnas.
En mi opinión, el PP no debe ofrecer gratuitamente su abstención a Pedro Sánchez a cambio de nada. Porque Sánchez, efectivamente, no es de fiar, y porque ni siquiera su permanencia en la Moncloa con la abstención del PP aseguraría que no pactara al día siguiente con lo peor de nuestro panorama político. Es capaz de todo. Así que hay que articular otra estrategia para atarlo en corto. El PP puede optar por esperar a que el gobierno que se forme caiga como fruta madura para recoger el testigo y tratar de reconstruir a continuación todo lo que Sánchez ha destruido… o puede optar por pasar a la ofensiva y desplegar ya mismo otra estrategia. Por ejemplo, volver a ofrecer a Sánchez una negociación política para que descarte pactar con los que son enemigos de nuestra democracia, esos que, y es lo único que a él le importa y por lo que podría moverse o corregir su deriva, antes o después lo dejarán tirado (porque todo saltará por los aires, incluido su gobierno).
El PP debería ofrecer su abstención o incluso voto favorable pero con la exigencia ineludible e irrenunciable a formar parte del Gobierno de España, quizás con una presidencia rotatoria
Pero sin que tal oferta incluya una abstención generosa que te puede dejar en ridículo a la vuelta de la esquina sino algo más elaborado y desde luego más exigente. El PP debería ofrecer su abstención o incluso voto favorable pero con la exigencia ineludible e irrenunciable a formar parte del Gobierno de España, quizás con una presidencia rotatoria. Aunque en la reunión de ayer, Sánchez volvió a mostrar su desprecio, el PP debe tomar sus propias decisiones. Si Sánchez dice no, y es casi seguro que así sea, al menos el PP demostraría inteligencia y visión de Estado, lo cual lo ayudaría a fortalecer su alternativa de cara al futuro inmediato, incluida una posible repetición de las elecciones generales. El patriotismo en el PP se presupone, no tanto la inteligencia.
Pero es solo una idea, quizás descabellada, no lo niego. Como no va a producirse, siempre nos quedaremos con la duda.
Gorrono52
Y al menos evitaria quedar ante la Historia,como un Rivera….( que el diablo confunda)….pudo al menos ofrecerlo,aunque todo apunta que danchez hubieta dicho no!…pero en medio estamos los españoles De todas maneras,que impide a sanchez,aunque hubiera un pacto de legislatura”..y ministros del pp,quitarlos a los tres meses y sustituirlos de nuevo por sumar?..no olvidemos al “ maestro rodriguez zapatero”!
Aquiles
Si Feijoo quiere suicidarse politicamente ....que apoye al felón !!!
Arcano1964
A ver si nos aclaramos: el PP ganó las elecciones. Y cuando es así, lo ANORMAL es que el primero apoye al segundo para que éste, y no aquel, gobierne. El PSOE no ha querido facilitar la investidura de Núñez Feijoo porque Sánchez quiere el poder a cualquier precio. Y quiere sus presupuestos. Y si para eso tiene que hacer una ley de amnistía, la hará. Y si tiene que facilitarles un referéndum, lo hará. A él le importa el poder, no España. Otra cosa es el porqué de ese ansia de poder. Más allá de lo obvio - mandar - la sensación es que sabe que si otro entra en Moncloa y abre cajones y levanta alfombras, él termina en la cárcel.
chamberi
Su propuesta significaría legitimar que la izquierda en España siempre tiene derecho a gobernar, gane o pierda las elecciones. Y su artículo al final, de forma intencionada o no, deja sembrada la duda de corresponsabilizar al PP de no evitar un desastre mayor, el Frankenstein 2.0, lo que me parece bastante injusto por varias razones: Porque Feijoo ya ha ofrecido algo así, unos acuerdos de estado y una presidencia de 2 años. Porque esa propuesta, que es posible que la intente Feijoo en ultima hora, aunque solo sea para debilitar el bloque Frankenstein, tendrían que ser con unas condiciones bastante fuertes a cambio de que el PP renunciara a la presidencia del gobierno lo que no entenderían sus votantes, y por tanto en la práctica inaceptables para Sanchez Porque es ingenuo: la constitución atribuye solo al Presidente la función de nombrar y destituir ministros y disolver las cámaras. Por tanto, hacer presidente a Sanchez es darle el poder de revertir todo lo hecho en semanas, manteniéndose en el poder y dejando en ridículo a quien pacte con el. Es decir, su propuesta, incluso con ministerios, en la práctica no sirve de nada para impedir un Frankenstein 2.0 Recordarle que con resultados parecidos en 2016, y tras repetir elecciones Rajoy llegó a ofrecer un gobierno de coalición tras cuyo rechazo por el PSOE vino la destitucion de Sanchez. El PP tendrá muchos errores, pero peca más de ingenuidad que de falta de generosidad...
Stinger
E imponer pasaporte para poder venir a España, fronteras, aranceles etc, como espacio extracomunitario que serán, para favorecer que las empresas vengan a España y no a Cataluña, Galicia o País Vasco.
Pontevedresa
Pues creo que sí, que es muy descabellada su propuesta, porque la catadura de Sánchez que hemos visto en cinco años es como para decir eso típico de "con este no se puede ir ni heredar". No distingue entre el bien y el mal, entre la verdad y la mentira, la verdad es lo que le conviene en cada momento y a mentir le llama cambiar de opinión. Su ambición salvaje le llega a considerar su poltrona más importante que el destino de España. Volvió de su expulsión del Psoe con todo el rencor hacia su partido, no cesa de jugar con él, engañarlos hacer que mientan, y con odio a todos los que no le hacen la ola. Carece un mínimo de virtudes cívicas y la ética no existe para él. Si acaso habiendo ganado Feijoo, sería él el que tendría que aceptar sus propuestas tantas veces hechas, y votar. Feijoo no es su niñera que tenga que apartarle del peligro, es él el que debiera librarse, y más ahora con su criaturita Yolanda que se muestra de Hamas y dentro de poco será partidaria de Hizbolá.
Hermes
Es tan ingenuo que resulta enternecedor. No es que Sánchez quiera permanecer en la Moncloa, que quiere, claro está. El problema es que Sánchez comparte la visión federalista y rupturista del estado. Él se siente cómodo con nacionalistas, golpistas y terroristas y hasta que no se entienda eso no hay nada que hacer: cualquier estrategia está condenada al fracaso. Se imponen porque son más listos, puede ser. Pero en principios nadie gana al PP: los tiene todos. Y claro, lo que produce hilaridad es que la debilidad mostrada por el PP, "fortalecería VOX, ahondando la división de la derecha". Y dale con VOX. No es por ahí por donde el PP va a recuperar votos que nunca fueron suyos.
Urenga
Yo evito usar el término "unionista" porque su uso surge de los separatistas, que lo utilizan para aprovechar las connotaciones fuertemente negativas que tiene en nuestro imaginario colectivo en conexión con el conflicto irlandés.
vallecas
El enemigo de España es Sánchez. Quien quiere perpetuarse en el cargo es Sánchez. Quien tiene secuestrado al Parlamento es Sánchez. Quien ataca la división de poderes es Sánchez. Quien a puesto al "muñeguote" Armengol es Sánchez. Quien a llevado al PSOE al límite con un "conmigo o contra mi". El tumor maligno de España es Pedro Sánchez. Usted D. Gorka tiene derecho a expresar su opinión del mismo modo que yo le expreso que esto que escribe es una "gilipollez"
RafaR
Eso que propone aquí, Sr. Maneiro, ya se lo propuso Feijoo a Sánchez: un pacto de Estado entre PP y PSOE con un plan sobre grandes temas, y celebración de elecciones en dos años. Sánchez, obviamente, se negó, porque él es sólo él y si mismo. No hay nada que hacer. Sánchez es una persona mala, con todas sus letras, y rodeado y apoyado por gente mala. Muy mala. Están gobernando los malos de verdad, gente sin moral, sin escrúpulos y sólo capacitados para ejercer el mal. De ésta no salimos por los medios habituales. Va a haber que tomar decisiones arriesgadas y acciones de verdad, en la calle. Porque no va a haber nadie que lo haga por nosotros. Ahí están los tancredos de Bruselas muy preocupados, en el tema de la amnistía, por cómo afecta a la malversación; claro como el agua, sólo les importa el dinero. Basura. Sólo basura. Y, ojo, porque el siguiente asalto va a ser el del CGPJ. Lo van a tomar todo y nos van a someter a todos. O actuamos antes, o todo estará perdido.