Esta frase, que fue pronunciada por Magdalena Álvarez, la ínclita ministra de Fomento del no menos ínclito presidente Rodríguez Zapatero, refleja la elevada dosis de soberbia que le acompañaba y que ciertamente acompaño también a su jefe cuando, impasible el ademán, persistió en su negativa a reconocer la existencia de la crisis que asoló a la economía española durante la segunda de sus legislaturas. Finalmente, como la realidad es tozuda e indomable, aquella crisis y su desafortunada gestión provocaron que Zapatero resultara partío. Aún más, partío, defenestrado y denostao por su propio partido que incluso le descabalgó como candidato a la presidencia del Gobierno en las elecciones de 2011. Sánchez, cuya soberbia no es menor que la de los anteriores, nos demuestra a diario que él tampoco quiere ser doblao, pero como la realidad es indomable y tozuda, ha resultado ya parcialmente partío en no pocas ocasiones. Por no adentrarnos en el pasado más remoto, nos centraremos en el más reciente.
Sánchez no ha querido doblarse admitiendo que conocía a priori los efectos de reducción de penas y de excarcelaciones para agresores sexuales que iba a provocar su Ley del 'solo sí es sí'. Pero el contenido de los informes preceptivos que llegaron al Consejo de Ministros y el testimonio de Carmen Calvo -su ex vicepresidenta- le han desmentido categóricamente. El presidente del Gobierno si conocía que iba a suceder lo que ha sucedido, lo que no esperaba es la alarma y el enfado sociales que iban a provocar. Son esta alarma y este enfado no previstos los que empujan a Sánchez a recitificar la Ley que él impulsó a sabiendas de las consecuencias penales que iba a comportar. Por ello, Sánchez ha resultado parcialmente partío al quedar probado que lo único por el imprevisto era la dimensión de la reacción social ante las consecuencias de su Ley.
Son las declaraciones de sus propios socios preferentes las que han dejado al descubierto su mentira, volviendo Sánchez a quedar parcialmente partío
Sánchez tampoco se quiere doblar reconociendo que la reforma del Código Penal que ha impulsado para eliminar el delito de sedición y reducir las penas por el de malversación constituyen una imposición de su principal socio parlamentario, ERC. Pero ésta le ha desmentido de modo reiterado y vergonzante. La ignominiosa reforma legal le fue impuesta por los independentistas catalanes y, además, en el quipo de redactores hubo presencia del partido independentista. Cuestión distinta es que en la redacción de la reforma sus autores no hayan estado afortunados -algo habitual en las leyes aprobadas durante el sanchismo- y por ello, el Gobierno no ha logrado plenamente su objetivo de lograr la exoneración de los delincuentes con los que pactó. Pero son las declaraciones de sus propios socios preferentes las que han dejado al descubierto su mentira, volviendo Sánchez a quedar parcialmente partío.
Los datos también son tozudos e indomables y aunque Yolanda Díaz esconda el número de personas que percibiendo el subsidio de desempleo figuran oficialmente como empleados
Tampoco está Sánchez dispuesto a doblarse ante los negativos resultados de su política económica. En este caso, para evitar ser doblao, ha llegado hasta manipular los datos oficiales, siendo especialmente lacerante la manipulación de los relativos al empleo, absolutamente distorsionados por el efecto estadístico provocado por su contra reforma laboral. Pero los datos también son tozudos e indomables y aunque Yolanda Díaz esconda el número de personas que percibiendo el subsidio de desempleo figuran oficialmente como empleados, la realidad acabará abriéndose paso y, evidenciando los trucos realizados, acabará partiendo parcialmente a Sánchez.
Pues bien, haciendo un ejercicio de predicción puede preverse que, si las urnas confirman lo que frente a los engaños de Tezanos anuncia el general consenso demoscópico, a final del presente año los españoles decidiremos que, pese a su empeño en no querer ser doblao, Sánchez acabará definitivamente partío. En este caso del todo, definitivamente, de cuajo y por la mitad. Será la justa recompensa al nefasto desempeño de su labor como presidente de Gobierno. También puede preverse que una vez partío, al que entonces será ya ex presidente le espera un dramático derrumbe emocional con el correspondiente desprestigio histórico que él mismo teme desde que accedió a la presidencia -Maxim Huerta dixit-. Es lo que tiene ser tan soberbio. Especialmente cuando, además, la soberbia está tan ayuna de fundamento como sucede en el caso de Sánchez.
Urenga
"dosis de soberbia que le acompañaba" A la Magdalena. La norma del Libro de Estilo de VP que obliga al uso preferente de leísmos y laísmos no admite excepciones.
Uno cualquiera
Lo que suelen acabar es forraos, o como mínimo bien colocaos y a la espera de un comfortable retiro. Los menos inteligentes de ellos, que son los más, acaban por reincidir en el ridículo y la mofa, porque eso de mantener la boca cerrá y hacer mutis por el foro (por lo menos), les viene grande. Cosas del ego, supongo.
Karl
"La política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria." ~Voltaire
Karl
El embrión es incapaz de hacer uso *legítimo* de la violencia para defender su vida. ¿En qué más se diferencia un aborto, del crímen que cometería la propietaria de un barco si, estando en alta mar, descubre un polizón y lo echara por la borda? ¿Acaso se aceptaría el argumento de "mi barco es mío"?
Stephen Dedalus
Todos los políticos del PSOE acaban partíos o doblaos; pero lo que ninguno acaba es encarcelao, que es lo que merecerían todos.