Opinión

El asesinato de las ciudades

¿Escucharon alguna vez a los socialistas, cuando los propietarios de pequeñas empresas se quejaban de no poder asumir la subida del SMI, decir aquello de “si no puedes pagar, cierra”?

Fachada del Bar Chiscón en Lavapiés el día de su cierre (2022).
Fachada del Bar Chiscón en Lavapiés el día de su cierre (2022). EP

Está de moda ahora en la gente de izquierdas publicar en redes sociales una foto de una tienda de barrio que ha cerrado y llorar fuertecito porque van a poner ahí un negocio de apartamentos turísticos o casilleros por horas para turistas. Esto, junto con algún que otro vídeo lacrimógeno para promocionar el pequeño comercio, que tras el segundo visionado hace que te suba el azúcar, supongo que pretende que nos sintamos todos culpables porque estamos asesinando el comercio local, al comprar por Internet o en grandes superficies.

Cualquier pirueta sirve antes que reconocer que sus políticas están destrozando a autónomos y pymes. La creación de nuevos impuestos y los 69 incrementos de los mismos, las subidas en la cuota de autónomos, que hasta 4 veces en un año la han llegado a subir, más la imposición del SMI, que a unos señores se les pone en las narices que los empresarios tienen que asumir en su totalidad, no tienen nada que ver con que Mari cierre su peluquería porque, como todos sabemos, eso solo lo iban a pagar los ricos. Yo aún no sé cómo alguien puede cortarse el pelo por Internet o en el Mercadona, pero seguro que los socialistas me lo saben explicar, porque la culpa de que “Peluquería La Mari” cierre, tiene que ser tuya y mía, del turismo, del capitalismo y de los fondos buitre, seguramente.

Por culpa de los turistas

¿Escucharon alguna vez a los socialistas, cuando los propietarios de pequeñas empresas se quejaban de no poder asumir la subida del SMI, decir aquello de “si no puedes pagar, cierra”? Porque yo sí. Y me resulta tremendamente curioso que ahora que finalmente cierran, porque no les queda otra, la altanería que se gastaba antes esa gente se transforme ahora en lloros porque el turismo se está cargando las ciudades tal y como las conocemos. La Mari cierra su peluquería por culpa de los turistas, que bien podrían aprovechar su estancia aquí para cortarse el pelo en su local, pero prefieren que Mari cierre para alquilar casilleros.

En mi ex barrio, que después quizá comprendan ustedes por qué ahora es mi ex barrio, se abrió una peluquería al mes siguiente de comprar yo mi piso, justo enfrente. De esto hace la friolera de más de 20 años. Cómo pasa el tiempo.

Ana, que tiene mi edad, entonces era una chica joven con ganas de tener su propio negocio. Además de dominar su profesión, tenía tablas para lidiar con la clientela del barrio y, poco a poco, fue haciendo su parroquia. Muchos viernes nos juntábamos en el bar de la esquina al terminar de trabajar y compartíamos unos vinos y unas risas.

La peluquería de Ana iba tan bien y tenía tanto trabajo, que pronto tuvo que emplear a dos peluqueras más. Hace unos meses pasé por allí para cortarme el pelo y eché en falta a una de ellas.

-Oye, Ana, ¿Y Lupe?

-Pues es que he tenido que prescindir de ella, porque no podía asumir tanto gasto.

-¿No va bien el trabajo, Ana?

-No, si trabajo no me falta, tengo el día completo siempre, pero es que es imposible.

No hizo falta decir más. “Es que es imposible”.

Una se pregunta cómo es posible que Ana no pueda mantener a sus dos empleadas, estando hasta arriba de trabajo, después de más de 20 años sosteniendo un pequeño negocio del que vivían tres familias, cuando en la misma calle, un poco más arriba, hace unos pocos años han abierto tres peluquerías. ¿Será acaso que a Ana le ha hecho daño la competencia?

Cuando tienen más movimiento es a esas horas raras de la noche, donde unos chavales, que parece que llegaron en patera ayer, van entrando en las peluquerías, de uno en uno, como un goteo constante de un grifo que no cierra bien

No, eso no creo que sea, puesto que esas tres peluquerías tienen sus rótulos en un idioma que no soy capaz de leer, siempre que pasas por delante ves que solo hay un hombre dentro, pero no hay clientes, aunque están abiertas un viernes a las 11 de la noche. Cuando tienen más movimiento es a esas horas raras de la noche, donde unos chavales, que parece que llegaron en patera ayer, van entrando en las peluquerías, de uno en uno, como un goteo constante de un grifo que no cierra bien, se sientan en el sillón de barbero y le dan un sobre al peluquero que no corta el pelo.

Yo tenía bastante claro que se dedican a intercambiar cromos de fútbol, qué va a ser si no, aunque no sé cómo eso puede hacer que una peluquería donde nadie entra a cortarse el pelo consiga permanecer abierta por años, pero estaba equivocada.

Justo ayer un amigo me explicó que lo que hacen es dar clases de peluquería, pero a distancia. Tú cortas el pelo en tu casa y luego se lo llevas en un sobre para que el maestro vea si lo has cortado bien. Así todo tiene sentido. Ahora entiendo perfectamente que estos negocios sean tan lucrativos, además de estar formando y dando una oportunidad a esos jóvenes muchachos que han venido a nuestro país para labrarse un buen futuro.

Sé que ahora está muy de moda, sobre todo entre gente que gana más de cien mil al año, decir que uno ha crecido en un barrio humilde y que te calentabas los pies con un brasero que había bajo una mesa camilla

Este tipo de negocios crecen como las setas en otoño. Están por todas partes. Pero no vayan a pensar ustedes que les estoy hablando de un barrio modesto de Madrid, como pudiera ser Lavapies o Vallecas, no. Sé que ahora está muy de moda, sobre todo entre gente que gana más de cien mil al año, decir que uno ha crecido en un barrio humilde y que te calentabas los pies con un brasero que había bajo una mesa camilla mientras cosías los bajos de pantalones y faldas para que tu madre pudiera comprar leche, pero como yo no gano cien mil ni en varios años, puedo decir la verdad: yo he crecido y vivido en un buen barrio de Madrid. Uno de esos donde, ahora, para comprar un piso de 3 dormitorios, por menos de 400.000€ ni te molestes en buscar y será para reformarlo entero.

Rótulos que no sabes leer

Uno de esos barrios donde en los parques veías niños jugando y ahora ves gente durmiendo o bebiendo en los bancos que te da miedo. Uno de esos donde tenías todo a mano, con muchas tiendas de barrio, que ahora tienen colgado en la fachada el cartel de “Se vende”, mientras se abren otros cuyos rótulos no sabes leer.

No sé cuánto tiempo más podrá aguantar Ana. Yo, que no tenía negocio propio, ni familias que dependieran de él o de mí, no aguanté más y me fui a un pueblo.

Sí, las ciudades como las conocemos se mueren, pero no creo que sea porque la gente compra una vez a la semana en Mercadona. Los asesinos tienen otro nombre.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • M
    ma

    Y Madrid central y locuras parecidas

  • L
    lepanto2012

    El pequeño y mediano comercio lo estan exterminando desde hace decadas en un plan perfectamente estructurado. por el gran capital , no dejar ni un hueco a la pequeña iniciativa privada, con sus ZARAS, BBVA e IKEAS, CON SUS HIPERREGULACIONES Y SUS ESTADOS CONTRA LOS PUEBLOS , el plan es no dejar ni un hueco al pequeño capitalismo solo al estado ya ala gran corporacion. todos esclavos menos la elite
    NO TENDRAS NADA Y SERAS FELIZ , DICEN ESTOS NAZIS

  • L
    lepanto2012

    Los asesinos tato del pequeño comercio como de la agricultura europea se llaman ZARA, CARREFOUR, LIDL, MERCADONA, BBVA, CAIXABANK, IKEA, ; UE; ESTADO; CCAA Y AYNTNAMIENTOS
    Los Ayuntamientos de medianas ciudades han destruido sus centros favoreciendo centros comerciales que los han arruinado, alli se instalan los ZARAS PULL AND BEAR; IKEAS y DE MAS RUINAS PARA EL PEQUE¨ÑO COMERCIO AMPARADOS POR LOS POLITICOS QUE IMPONEN REGULACIONES ASUMIBLES POR ZARAS E IKEAS PERO NO POR EL PEQUEÑO COMERCIO

    Y SI, tambien estan destruyendo la ciudad con el modelo yankee, con internet y AMAZON...

    Ahora que critique el nazicapitalismo que ha destruido las ciudades y con ellas la vida ciudadana, un nazicapitalismo que se vale y que es tanto de derechitas como de izmierditas.

  • K
    Karl

    "Nada debería ser más obvio que el organismo empresarial no puede funcionar según su diseño cuando sus "parámetros de acción" más importantes –salarios, precios, intereses– se trasladan a la esfera política y allí se tratan según las exigencias del juego político o, lo que a veces es más grave aún, según las ideas de algunos planificadores."
    ~Joseph A. Schumpeter

  • T
    Techlogic

    Los asesinos se llaman Ayuntamientos y Comunidades autónomas, por estimar sólo a corto plazo sus proyectos.

  • L
    Lareforma2024

    Interesante punto de vista.
    La evolución de las cosas tiene muchas causas, unas con más peso que otras, pero todas suman.
    No solo es el incremento de costes, importantísimo, también un exceso de regulación legislativa, que no cesa de aumentar y poner palos en las ruedas en el normal desenvolvimiento de los pequeños y medianos comercios; es el tener que ampliar horarios para competir con grandes superficies (que son necesarias también); falta de relevo generacional, ante lo poco apetecible de enfrentarse a todos estos problemas.
    Y, no menos importante, incapacidad para aunar fuerzas para defender el colectivo frente a todo esto.

  • V
    vallecas

    Mantener abierta una tienda de barrio es tan complejo como una tienda grande de "no barrio". Cuando acecha la competencia, las carencias formativas de los propietarios, la soledad y la falta de comunicación/información dejan inermes a estos negocios.
    En mi barrio han cerrado todas las papelerías pero ninguna ferretería. (Analizar las causas sería muy extenso).

    No haga caso a las taradas de la "yolandas" y "belarras". Fíjese que quieren cargarse la Agricultura y la Ganadería cuando ha sido el avance más extraordinario de la Humanidad.

  • B
    bowles

    El pequeño-mediano comercio lo están exterminando desde hace décadas, no mienta a la gente