Se acerca la posible investidura de Salvador Illa, ganador de las dos últimas elecciones en Cataluña y hay quien adivina un tripartito que poco tendrá en común con el de Pascual Maragall en 2003, o el de José Montilla que, en 2010, ya proclamó que jamás firmaría un nuevo tripartito. La tierra está quemada, pendiente de una profunda regeneración, de una gestión eficiente, mientras la política catalana vive pendiente de un pacto entre el PSC y ERC, esas 25 páginas de declaración de intenciones, de financiación singular que apenas se ha explicado y que tiene por delante un camino complicado en el Congreso, si es que llega. Esos siete diputados de Junts ya han dicho que la medalla que se han colgado los de ERC es un brindis al sol porque legalmente no es posible. Algo en lo que coinciden con las advertencias del PP. Algo a tener en cuenta.
Y para que ese camino que proponen PSC y ERC se materialice, sería imprescindible modificar la Lofca, y un par de leyes más. Hablamos del camino que señalan la Constitución, el Estatut y Europa. No parece nada fácil. Llevamos una década de quejas permanentes de todas las comunidades sobre su financiación, en las que se reclama al Gobierno central medidas, leyes, iniciativas que no llegan. Resulta evidente que algo falla cuando en comunidades como Cataluña no se ejecuta ni el 45 por ciento de lo presupuestado mientras en la región de Murcia se apunta a más del 200%.
¿Por qué ahora es bueno para todos y hace 15 días la vicepresidenta Maria Jesús Montero decía que no, que no se cederían el 100% de los impuestos a los catalanes?, ¿Por qué ahora debemos creernos lo contrario de lo que nos dijeron?
Más allá de que Pedro Sánchez insista en que está "satisfecho, feliz" y que lo alcanzado con los separatistas es un buen acuerdo, debería pensarse en que no es buena estrategia enfrentar a os hermanos, fomentar rivalidades, alentar las polémicas. Es imprescindible insistir en una labor de explicación y transparencia para con las demás regiones y provincias, afectadas por una decisión inédita, hablar con los sorianos, asturianos, gaditanos, malagueños, murcianos, leoneses o zamoranos. No basta con insistir en que este pacto fiscal es bueno. Hay que aclarar por qué lo es. ¿Por qué ahora es bueno para todos y hace 15 días la vicepresidenta María Jesús Montero decía que no, que no se cederían el 100% de los impuestos a los catalanes?, ¿Por qué ahora debemos creernos lo contrario de lo que nos dijeron?.
El camino catalán hacia la independencia ya lo conocemos. Sus impulsores toparon con la Justicia que los remitió a prisión. Saben que saltarse las reglas de juego no acaba bien. Que el marco constitucional incluye un 155 que sigue vigilante por si alguien lo intenta de nuevo. Hace siete años vivimos una convulsión sin precedentes en democracia, la proclamación de la independencia ejecutada por Carles Puigdemont dinamitó la legalidad, rompió los puentes de convivencia, pulverizó el marco institucional, se enemistaron las familias y amistades. Fueron tiempos de enfrentamiento que deberían llegar a su fin si se respetan los resultados electorales.
Evitar la reelección electoral
Por eso es preciso que no sigan vendiendo u ofreciendo, ni unos ni otros, algo que va a requerir de grandes mayorías parlamentarias de las que ahora se carece. El control del legislativo no lo tienen ni Illa, ni Sánchez aunque el PSC puede reivindicar su papel de fuerza victoriosa en los últimos comicios. Para evitar que 'la llave de la caja' (el control absoluto de los impuestos) llegue a manos de los independentistas, como reclama ERC, el principal partido de la oposición en el Parlament, esto es, el Partido Popular que obtuvo los mejores resultados en la región desde hace 15 años, no necesita ir a los tribunales. El PP va a poder tumbar esta iniciativa cuando llegue al Congreso, caso de que así sea.
Ahora de lo que se trata, por parte del PSC, es de plantar la semilla de una declaración de buenas intenciones para no repetir elecciones, para que Illa se convierta en presidente de la Generalitat al ser el líder de la fuerza más votada si es que nos creemos esto de la democracia. El camino catalán no va a ser fácil. Bueno sería que quienes gobiernen abandonen su estrategia de generar hostilidades para que los catalanes no sean vistos, en el resto de España, como un grano en el culo.
vallecas
Su cinismo no tiene fin, es i n f i n i t o. No la he leído que decir que debe gobernar el PP por ser la fuerza más votada "si es que nos creemos esto de la Democracia". Cuando uno vive en un vertedero se acostumbra al hedor y cree que ese olor es normal ¿De qué hermanos habla? ¿a quien le importa los Sorianos, los Murcianos , los Malagueños?. ¿Cuántos votantes del PSC están en contra del Pacto Fiscal que beneficia a Cataluña en contra de los demás "hermanos"? 0. ?? Los que tergiversan la realidad, los que nos engañan son los peores de todos. Ustedes son mucho peor que Mirian Nogueras, que Puigdemont, que Rufian, incluso peor que Silvia Orriols. Éstos no nos engañan ni mientes, ustedes si.
Lareforma2024
Al final, todo es el dinero. Alguna leve protesta en el PSOE por los hechos previos, solo para quedar bien. Pero el dinero no se toca, ese es el principio más importante; los demás....."podemos cambiarlos, si nos viene bien". Saludos.