Siendo verdad que es larga la lista de cosas que Pedro Sánchez no va a poder sacar adelante por causa de esa mayoría bastante monstruosa que le ha apoyado, no es menos cierto que tener el Gobierno permite más juego del que parece, sobre todo cuando se ha accedido al poder en pocas horas y aún la sociedad está reponiéndose de la sorpresa. Si además los cambios que se impulsan son vistosos, mejor. Estas son algunas de las cosas que el nuevo presidente sí debería poder hacer a poco que se lo proponga y que pueden ir marcando su estilo como gobernante antes de que lleguen, cuando sea, las próximas elecciones generales.
1.- Renovar RTVE
El 22 de este mes termina el mandato del actual presidente, que hace unas semanas dijo haber dejado la Radiotelevisión pública “con las más altas cotas de prestigio y credibilidad que jamás ha tenido", lo que en nada coincide con PSOE y C´s que llevan mucho tiempo pidiendo su destitución inmediata, ni tampoco con los profesionales que presentan los informativos vestidos de negro para denunciar el bloqueo del PP a la renovación del ente. Esto Sánchez sí lo puede hacer.
2.- Ley Mordaza
Tras muchos meses, en febrero Ciudadanos decidió levantar el bloqueo que venía manteniendo junto con el PP a la derogación de la 'ley mordaza'. Sánchez puede ahora impulsar los cambios suficientes en esta ley para que se haga visible su posición contraria a una norma que se ha percibido con el marchamo de la derecha y que, precisamente por eso, ahora le puede servir al socialista para reforzar su propia posición de izquierda.
3.- Desbloquear los vetos que el Gobierno había impuesto en el Congreso
Esta legislatura tiene más de 50 iniciativas vetadas por el Gobierno, que se acogió a su potestad de frenar debates que pudieran afectar al gasto presupuestario. Un récord histórico desde la Transición. Sánchez puede levantar todos o los que le parezcan, bien porque estime que puede sacarlos adelante, bien porque crea que pueden dar lugar a debates públicos electoralmente jugosos para su Gobierno.
4.- Legislar contra la discriminación salarial de las mujeres
Hay quien dice que no hace ninguna falta porque la Constitución en términos generales y el Estatuto de los Trabajadores con mucho detalle, ya establecen que una mujer no puede cobrar menos por el mismo trabajo. Es posible que sea así, pero la percepción de que tal discriminación ocurre (y no solo por la diferencia de contratos, por los pluses, o por las bajas) está perfectamente instalada en una buena parte de la opinión pública. Sánchez tiene relativamente fácil entrar en este campo abonado en el que va a encontrar apoyos entusiastas y pocas voces que se atrevan a contradecirle.
5.- Pobreza infantil
Para Pedro Sánchez no debería ser difícil dar algunos pasos contra un fenómeno que al PP le resultaba especialmente incómodo, porque desmiente la imagen de que la economía va tan bien como se dice. Lo cierto es que la recuperación corre el riesgo de no llegar a un sector muy grande de familias con hijos a cargo, que pueden convertirse en grandes bolsas de pobreza sobre las que prospere el resto del país.
6.- Consolidar su propia imagen
Pasar de la práctica ausencia a recibir elogios de Rajoy por su actitud de hombre de Estado respecto al lío catalán no era poca cosa. Ahora lo tiene aún mejor para, desde La Moncloa, capitalizar para sí el reconocimiento social que en España tenemos hacia quien manda mientras lo hace, que solo es comparable a la inquina y desprecio con el que tratamos a quien pierde el poder.
7.- Terminar con cualquier atisbo de oposición en el PSOE
Esto posiblemente lo haya logrado ya. Solo el hecho de haber presentado la moción de censura, que todo el PSOE veía como inevitable y que le ha salido bien, lo que pocos creían posible, ya lo ha consolidado como el líder que no solo tiene en su mano todo el poder de decisión interna, sino que, ahora ya como Presidente del Gobierno, no va a tener la menor réplica. Si, además, se aviniese a contar con la experiencia en tareas de gobierno de quienes en su momento no le apoyaron en la pelea interna no se oirá una mosca en el PSOE.
8.- Por último: elegir el momento de las elecciones
Sánchez no se ha querido comprometer a apuntar una fecha, pero si hasta la semana pasada se insistía en que Rajoy tenía el “botón nuclear” de convocar elecciones, ese mismo botón no deja de ser nuclear porque ahora esté en manos del nuevo presidente socialista. Al contrario, Pedro Sánchez maneja ahora los tiempos, los que necesita para poner en marcha iniciativas que le consoliden, como las citadas, el tiempo para que el PP se siga encontrando ante sentencias demoledoras y broncas internas y, por supuesto, el tiempo para que Ciudadanos se enrede buscando de nuevo una posición política tan ventajosa como la que acaba de perder.
Cuando todos estos astros, incluidas las amenazas judiciales contra el PSOE, se alineen como más le convenga, Sánchez convocará elecciones. Es una potestad personal ahora suya como presidente del Gobierno.
Una apostilla conveniente: Quienes nos ponemos al teclado para transmitir un punto de vista que pueda aportar algún mimbre para que usted se construya su propia opinión, lidiamos con la obligación de mirar la realidad con frialdad y, al mismo tiempo, con la maldición de que, en horas, esa misma realidad nos deje en evidencia. Así pasó con esta misma columna la pasada semana, cuando apostaba por Rajoy el fuerte. En tales casos, la honestidad, ya que no el acierto, es lo que nos redime ante quien haya tenido la amabilidad de leernos.