Sánchez intentó desviar la atención sobre el cupo catalán con una improvisada performance africana, pero, como le señalan todas las encuestas, lo que ha conseguido es activar aún más la irritación de la opinión pública con una inmigración irregular fuera de control. Las ideas para salir del atasco político paridas por el trio de Lanzarote han terminado potenciando la imagen de náufragos que bracean desesperados. Me pregunto a quién se le pudo ocurrir utilizar uno de los mayores desastres de gestión del Gobierno para desviar la atención del pacto que hizo presidente a Illa. ¿No sabían que los datos coronan a Sánchez como campeón mundial de la inmigración irregular?
Si hubiera presidido el pasado día 26 el Consejo de Seguridad Nacional, como era su obligación, habría conocido la envergadura del desastre. Con solo prestar atención al Informe Anual de Seguridad Nacional 2023, habría comprobado cómo la inmigración irregular está ya en categoría de máximo nivel de riesgo entre todos los contemplados por la Estrategia de Seguridad Nacional. O que, a 31 de diciembre de 2023, las entradas ilegales se dispararon el 95% sobre 2022. Y aún son mucho peores los datos en lo que va de año. Sánchez ha fallado en todo: en control en frontera; en cooperación con países de origen y tránsito; y en la atención dentro del territorio nacional.
Frente a fracaso tan sonoro, de poco sirven las narrativas desplegadas por los bullshitters sanchistas -de La Sexta a La Ser y, en formato chiste, del Gran Wyoming a Peridis-. Según las encuestas publicadas, más del 70% de los españoles no les creyó en su habitual utilización de la ideología -¡fachas!- para enmascarar la pésima gestión migratoria de un Gobierno de ineptos. El desconcierto al que les someten los “cambios de opinión” de Sánchez tampoco ayudan. En horas, tuvieron que pasar del titular “El PP radicaliza su discurso y plantea deportaciones masivas” a darse la voltereta con un “El PP carga ahora contra el plan de Sánchez para reducir la inmigración irregular que también propuso Feijóo”. Se está poniendo muy cuesta arriba el trabajo de enmascarar datos del sanchismo.
Es erróneo asegurar que Estado de bienestar y pensiones se aseguren gracias a ese modelo de inmigración. Al contrario, son una garantía de inviabilidad
Lo cierto es que en ningún capítulo luce tanto la mediocridad del gobierno como en el de las políticas migratorias. En un reciente trabajo de Carmen González Enríquez, publicado en el Real Instituto Elcano, se pueden comprobar los datos de la catástrofe. Más allá del caos con la inmigración irregular, la incomprensión de las consecuencias reales de los flujos migratorios que ha demostrado Sánchez tiene graves consecuencias para el país, que se pagarán durante décadas.
Se analiza en el estudio cómo en España coinciden un crecimiento explosivo de la inmigración y la caída de PIB per cápita en la comparación con los países más desarrollados de la UE. La razón es obvia. El empleo nuevo que se crea está monopolizado por inmigrantes con baja cualificación, centrado en actividades con poco valor añadido, lo que afecta a la calidad del crecimiento económico. En esas condiciones, es erróneo asegurar que Estado de bienestar y pensiones se aseguren gracias a ese modelo. Al contrario, son una garantía de inviabilidad. Advertir de esa realidad no tiene que ver con un debate ideológico sobre fascismo o racismo. Va de ineptitud para gestionar las políticas migratorias.
En seis años de sanchismo, los datos no pueden ser más contundentes. Entre 2018 y 2024, se pasó de una población inmigrante de poco más de seis millones a nueve millones. ¿La inmigración es buena o mala? Depende de cómo se gestione, no es un fenómeno atmosférico. Que a los que están al frente se les ha ido de las manos es evidente. Hoy, la población inmigrante supone el 18% del total de la población -38% en 25-40 años-, al nivel de Alemania y por encima de Francia, Italia o Países Bajos. Más de 70% del empleo nuevo creado en España es ocupado por inmigrantes con baja cualificación.
El desastre en la gestión de los flujos migratorios de un Gobierno de zotes es aún más grave si se contempla la otra cara del problema, la emigración desde España a países más desarrollados
No se trata solo de una cuestión demográfica, afecta íntegramente al modelo social y económico del país. Mercado laboral, financiación del sistema de bienestar, pensiones, desigualdad, pobreza, productividad, riqueza nacional, mercado de la vivienda, cambio cultural, todo, se ve afectado por las políticas migratorias. Cuando todo se descontrola, como es el caso, no sirve de nada un viaje a ninguna parte como el de Sánchez a Mauritania, Gambia y Senegal. Al contrario, aún agrava más el problema con un mensaje erróneo a los jóvenes africanos.
El desastre en la gestión de los flujos migratorios de un Gobierno de zotes es aún más grave si se contempla la otra cara del problema, la emigración desde España a países más desarrollados. El enunciado de un buen estudio del BBVA resume la cuestión: “El valor del capital humano que pierde España por el efecto de la emigración supera los 150.000 millones de euros en 2022.” Es decir, al tiempo que se ha disparado la entrada en el país de inmigrantes jóvenes con poca cualificación, crece espectacularmente la salida de jóvenes españoles con buena formación, financiada por familias y Estado.
En el año del estudio, más del 50% de los emigrantes españoles eran titulados universitarios. Una tragedia, si se entiende que en el capital humano de una población está el recurso más valioso de un país. En ese balance migratorio se concreta el balance político de seis años de Sánchez. ¿No son suficientes?
Robespierre
Las hipérboles de este señor, que ha pasado toda su vida mamando del Psoe hasta que dejaron de darle cargos y chiringuitos, son tan exageradas que carecen de toda credibilidad.
JuanVicenteVallsCalatayud
Pensaba que el titular iba dirigido a la Ayuso y Almeida. No caerá esa breva.
ANTONIO CRESPO
Definición de INEPTOCRACIA : En palabras de Jean Jean D'Ormesson : "Un sistema de gobierno en el que los menos preparados para gobernar son elegidos por los menos preparados para producir, y los menos preparados para procurarse su sustento son regalados con bienes y servicios pagados con los impuestos confiscatorios sobre el trabajo y riqueza de unos productores en número descendiente, y todo ello promovido por una izquierda populista y demagoga que predica teorías, que sabe que han fracasado allí donde se han aplicado, a unas personas que saben que son idiotas. "
CAYMAN
No son malos gobernantes, lo que pasa es que el "doctor" y su equipo, siguen las doctrinas marcadas desde latitudes lejanas, de globalistas muy importantes, como el Foro de Davos, G-7, esos que quieren dominar el mundo, pero que no pueden con Rusia y China, que de momento es la única barrera que tienen. El "doctor" y sus acólitos, lo hacen muy bien , teniendo una base social de obediencia ciega y saben que no perderán el poder en España y si pasara, vendría el PSOE azul, que sigue a rajatabla las órdenes de la UE, donde hoy manda una "bruja". Quien se oponga a este orden "orgueliano", como Hungría, será un maldito perseguido. El futuro está escrito, a j....se.
Juanmanuelito
Al gobierno de los peores los antiguos griegos le daban un nombre. Para más detalles invito a visitar el blog "quenoyqueno" y buscar la entrada: CAQUISTOCRACIA A LA ESPAÑOLA Gracias
Bluesman
No hay como un conflicto o catástrofe de gran envergadura para unir a los pueblos. Por la propia naturaleza destructiva del homo sapiens, vamos camino de ello. Yo no lo veré, pero, en tiempo geológico, está a la vuelta de la esquina. Tras la catástrofe, todo comenzará de nuevo; un nuevo resurgir de una nueva especie, que, como dicen los olímpicos, será más alta, más fuerte y llegará más lejos, para destruirlo todo otra vez. La rueda gira eterna.
Lareforma2024
Da por sentado que a Sánchez y los suyos les importa el asunto migratorio, como tantos otros, al margen del beneficio que le pueda acarrear. Si los que están cualificados se marchan, dejan de molestar reclamando un trabajo de alta remuneración y si se establecen con vínculos en los países a los que marchan, votarán allí, no aquí. Los inmigrantes vienen en su mayoría a trabajar, (aún con sueldos bajos para nosotros, pero no para ellos), con la probable intención de volver después a su tierra. Pero son jóvenes y versátiles y acaban generando vínculos aquí, quedando a residir y votando aquí (esto perpetúa el desastre económico en sus zonas de origen, generando futuras generaciones de inmigrantes). Ya tenemos la combinación: Los posibles críticos, votarán fuera. Los inmigrantes favorables a las políticas que les permiten estar aquí, votarán dentro. ¿Hasta cuándo se puede estirar esto? Lo que aguante Sánchez, pues irse no se va a ir, si no es que lo echen, esperando que sea por las buenas. Son los peores gobernantes para España, pero los mejores para sí mismos. Saludos.