Si creemos en las meigas, las meigas, haberlas hailas…
Nuestro Brujo se ha ido pero lo que nos ha dejado es incalculable. Y es por ello que existir ha existido y gracias a Dios que nos ha dado este tiempo para disfrutar de él.
Mis primeros recuerdos sobre Amancio son de mi infancia, con unos 10 años. Siendo mi abuelo presidente, empecé a conocer sus hazañas como entrenador y sus méritos anteriormente como jugador. Un gallego con una retranca peculiar en la que su humor negro, gallego-inglés, encandiló a todo el que le conocía.
Un gallego con una retranca peculiar en la que su humor negro, gallego-inglés, encandiló a todo el que le conocía.
Años después, más o menos unos 37 años, he tenido la suerte de poder contar con él en nuestra serie, La leyenda blanca , en la que nos volvió a ganar con su humor y sus historias. Desde su fichaje, que no fue fácil, hasta las duras entradas que recibió a lo largo de su carrera.
Amancio nos comentó que recibía muchas patadas por su forma de jugar, con regates imposibles, y por su alegría en el campo, algo que hoy en día me recuerda alguna situación similar. Le faltaba la escoba para volar, pero no le hacía falta brujería para hacer lo que hacía en el campo, digo yo que debió caer a la marmita mágica al nacer.
Cómo no recordar la famosa entrada que recibió en 1974, donde le pusieron unos 150 puntos de sutura. Ese sacrificio de Amancio por llevar al Madrid a la final de Copa tuvo su recompensa, ya que llegó a la final y ganaron al Barcelona por 4-0. No pudiendo jugar Amancio, claro.
Cómo no recordar esa liga como entrenador del Castilla, en la que fui testigo directo en cada uno de esos partidos a los cuales iba con mi padre y algún hermano, donde podíamos ver los primeros pinitos de esa generación tan querida como fue “la quinta del buitre”. Muchos de esos encuentros fueron en el Bernabéu, llegando a llevar a cerca de 80.000 espectadores.
Cómo no recordar ese partido contra Las Palmas, en el cual perdíamos 0-2 y empatamos 2-2 con dos goles de Míchel y nos dio el título de liga de segunda división (primera y única vez en el que un filial lo conseguía). Fue el último en subir al primer equipo, cómo no, de la mano de Amancio, y así por fin cerrar la denominada quinta del buitre.
Gracias a su buen hacer se hizo cargo del primer equipo donde, aunque no terminó la temporada como entrenador, sí lo hizo como miembro del cuerpo técnico. Con él ganaron la primera Copa de la UEFA. Fue la época de las grandes y míticas remontadas, hazañas con la huella no solo de Luis Molowny, sino del propio Amancio. Durante su tiempo en el staff, Juanito nos legó una frase para la historia, al decir en Milán tras perder 2-0: “Noventa minuti en el Bernabéu son molto longo”.
Noventa minuti en el Bernabéu son molto longo
Cómo no recordar su época ye-ye, ganando con el Madrid más español su sexta Copa de Europa, en 1966. Y La primera Eurocopa con España.
Uno de los puestos significativos que ha tenido el gusto de encabezar fue el de presidente de honor del club, sucediendo a Gento, tristemente fallecido anteriormente. Pero creo que haber sido presidente de la asociación de veteranos del Real Madrid, elegido por unanimidad, es algo que le debe llenar de orgullo. Ya que demuestra que tenía una gran relación con todos los exjugadores y demás miembros del club.
Recordando, en uno de los foros que organiza la fundación del Real Madrid, el cual lleva el nombre de mi abuelo-Foro Luis de Carlos: 120 años de leyenda. Deporte para todos- contó una curiosa anécdota sobre cómo fue la primera vez que salió a jugar fuera de España, más concretamente en Ghana.
Calentando en el vestuario y antes de salir al campo, Amancio se dio cuenta de que su camiseta no tenía escudo y le dijo a Félix Ruiz, “perdona mi camiseta no tiene escudo”, cuando en ese mismo momento pasaba Alfredo Di Stéfano y le apuntó: ”Primero hay que sudar la camiseta”. Por eso el propio Brujo decía “qué suerte tuve”, porque después de lo vivido en el club se dio cuenta de que ese comentario valía mucho. El propio Brujo decía “qué suerte tuve”, porque después de lo vivido en el club se dio cuenta de que ese comentario valía mucho.
Como dijo Amancio en el mismo foro, ”el ADN Real Madrid lo entendemos todos. Hay algo especial que no se puede expresar con palabras. El sentido del Real Madrid es el de luchar, no darse por vencido hasta que pite el árbitro, como este último año” .
El ADN Real Madrid lo entendemos todos. Hay algo especial que no se puede expresar con palabras
Se nos ha ido una de nuestras leyendas, alguien único, siempre estará en el corazón de todos los madridistas y siempre podremos recordarle con todo lo que nos dejó. Descansa en paz, caballero blanco, que cómo tu y los demás que nos dejaron, dedicaremos todo nuestro esfuerzo a cuidar vuestro legado.