La cita era el sábado 13 en el Coto Nacional de Quintos de Mora, que abarca una superficie de casi 7.000 hectáreas dentro del término municipal de Los Yébenes en los montes de Toledo, lindando al sur con la localidad de Los Cortijos (Ciudad Real). Sus coordenadas geográficas son 39º 24’ 23” de latitud Norte y 4º 4’ 19” de longitud Oeste. Sólo se sabía que la concentración se produciría en régimen de convivencia, sólo afectaría a los ministros del Gobierno, salvo alguna incrustación adicional monclovita, que el código de vestimenta sería informal y que la prensa quedaba excluida. El objetivo, incentivar la proximidad en tiempos de tribulación, aplicando el principio según el cual del roce nace el cariño y de los huachindangos grandes salen los huachindanguitos.

Porque, por primera vez, sépanlo todos, estamos ante un gobierno de coalición progresista, con el PSOE de cabeza de cartel y el conglomerado Sumar de sobresaliente de espadas. Sin olvidar el prestigio creciente de la escasez, prestigio decisivo que acaba de revalidar Unidas Podemos, al que le han bastado 5 diputados 5 para exhibir la capacidad de tirar por tierra el decreto ley en el que la vicepresidenta tercera Yolanda Díaz tenía puestas todas sus complacencias. Un gobierno que, según informa su portavoz, la ministra Pilar Alegría, en vez de adoptar acuerdos los alcanza. Acuerdos cuya autoría, responsabilidad y puesta en práctica, pugnan por patrimonializar cada una de las partes con asiento en el Consejo de Ministros, las cuales se empeñan en marcar territorio glosando los acuerdos en términos antagónicos.

Se quejan los periodistas de las ruedas de prensa sin preguntas, pero siempre hay un grado peor, el de aquellos que comparecen sin admitir periodistas ni siquiera en calidad de testigos oculares

La información facilitada sobre la convivencia de Quintos de Mora se abstenía de ofrecer detalles, siempre tan codiciados por los periodistas como, por ejemplo, la hora de inicio y de clausura, la oferta del desayuno, el menú del almuerzo, si estaba previsto servir copas de destilados, si iban a ser atendidos por camareros o si se optaba por el autoservicio en evitación de filtraciones. Tampoco se sabía si las sesiones estaban programadas para celebrarse a cubierto y sentados en las salas acondicionadas disponibles o si para darles un carácter más campestre andarían deambulando al aire libre. Se quejan los periodistas de las ruedas de prensa sin preguntas, pero siempre hay un grado peor, el de aquellos que comparecen sin admitir periodistas ni siquiera en calidad de testigos oculares, de verificadores, capaces de adverar que el encuentro en cuestión se ha producido.

Ese es el sentido que tiene la entrada de los fotógrafos y de los cámaras de televisión al lugar, pongamos el salón oval de la Casa Blanca, para hacer lo que en la jerga se llama “un mudo”. Así el público de a pie, extramuros de la almendra oficial, puede tener la confirmación de que el encuentro se celebró. El lugar elegido para convocar la jornada campestre nos está diciendo algo sobre la función encomendada al paisajismo, como favorecedor de aproximaciones indirectas al modo de las descritas por Liddell Hart. En cuanto coto de caza es notable la presencia del jabalí y del ciervo mientras que el gamo no ha encontrado allí el hábitat ideal. En ese entorno de Quintos de Mora se creó el primer criadero de perdiz roja mientras el lince ibérico, que ha predado sobre el conejo, está prácticamente desaparecido.

Dos puñaladas al PP

Pero llegados aquí conviene atender al “Inventario y estudio de los quirópteros en Quintos de Mora que han elaborado los profesores Óscar de Paz, Gonzalo Pérez Suárez, Susana Martínez Alós y Carlos Rodríguez Vigal del departamento de Zolología y Antropología Física de la Universidad de Alcalá de Henares. Lástima que, los murciélagos, esa especie del género quirópteros, operen en la noche y que sus evoluciones no hayan podido apreciarse por los ministros y ministras. Al final, excluida la prensa, se imponía la necesidad de informar y, por eso, la ministra portavoz, Pilar Alegría, hubo de comparecer ante sí misma para cuenta de lo acaecido y asestarle dos puñaladas al PP, dejando intocados a los socios desleales, tal que Junts, para que se fueran de vacío. Pero está cambiando el aire y las entrevistas a Pedro Sánchez de Pepa Bueno y Carlos Cue en El País del domingo, y de Íñigo Alfonso, en las mañanas de Radio Nacional del lunes, lo denotan. Atentos

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