Después de Nochevieja, con los partidos desperezándose y encajando el cambio de alcaldía en Navarra, nació una nueva formación política: Izquierda Española. El joven abogado Guillermo del Valle, respaldado por el filósofo Félix Ovejero, se lanza a las elecciones europeas y promete una alternativa al PSOE que no pastelee con los nacionalismos periféricos ni defienda un nacionalismo español (el patriotismo les parece una tara). Su texto de presentación hace hincapié en el rechazo a cualquier identidad: apuestan por un partido laico, ajeno a cualquier vínculo que no provenga de la ley, alérgico a tribus, tradiciones y terruños.
Usan en su nombre la palabra “española”, pero quieren un espacio desinfectado de sentimiento nacional, capaz de funcionar igual de bien en Italia, Inglaterra o Indonesia. Aspiran a una España aséptica, homogénea, pasteurizada, donde se considere “racional” cualquier rechazo a nuestras raíces culturales. El ejemplo que se viene a la cabeza, casi de inmediato, es el de nuestra honda raigambre católica. Con el enfoque que exponen sus textos doctrinales, incorporar los valores cristianos al ideario del partido sería como alentar una adicción al horóscopo (tan irracional encuentran a la Bruja Lola como los valores morales del Nuevo Testamento, estamos ante un partido de 'mentes ilustradas'). ¿Qué futuro cabe augurar a esta apuesta política?
La mejor frase de Federico Jiménez Losantos sobre Podemos señalaba que si Pablo Iglesias hubiese abrazado en 2015 la rojigualda y la Virgen del Pilar, no hubiese tardado en llegar a presidente. Casi todos estamos de acuerdo en que el neoliberalismo ha disuelto nuestros vínculos laborales, religiosos, vecinales, asociativos y patrióticos, algo que preocupa menos a las élites que a los de abajo. Mientras gran parte del pueblo añora el antiguo arraigo, casi todas las nuevas formaciones ofrecen más vacío tecnocrático, desde un Más País que parece un partido sueco (ni siquiera se atreven a incorporar la palabra “España”) hasta un abanico constitucionalista (UPyD, Ciudadanos, Cayetana Álvarez de Toledo...) incapaz de remontar el vuelo electoral con el enfoque de “Libres e iguales”.
Mientras en España se menosprecia el arraigo, en Europa crecen las opciones patrióticas contra la tecnocracia globalista
El nacimiento de Izquierda Española me pilla terminando el excelente ensayo Blasfemar en el templo (Monóculo ediciones), obra del afilado e implacable Adriano Erriguel. En sus páginas disecciona el artículo “Contra la identidad”, que Álvarez de Toledo publicó en El Mundo en 2016. Allí se exponían tesis parecidas a las que ahora esgrime Izquierda Española, una posición que Erriguel rechaza de manera rotunda: “El problema de ese argumento es que evacúa el agua sucia (los independentismos periféricos) con el bebé que flota dentro (la idea de nación española). Para luchar contra el separatismo, el centro-derecha se desnacionaliza, se despoja de cualquier carga identitaria, aunque sea la española”, lamenta el autor.
Ni izquierda ni española
La tesis de Izquierda Española es tan parecida a la de la aristocrática diputada del PP que podemos decir que la nueva formación no es ni de izquierda ni es española. La fuente de la que beben todos es la misma: el Patriotismo Constitucional enarbolado por Jürgen Habermas, un trampantojo tecnocrático que debía servir para que el orgullo nacional alemán no se viera salpicado por las heridas recientes del nazismo (hablando en plata: un patriotismo sin patria). En España se intenta superar el guerracivilismo poniendo como fundamento un texto legal reciente, en lugar de asimilar nuestra potente historia de siglos, que deberíamos asumir con sus glorias y tragedias.
Ni que decir que en Alemania y en Europa las opciones patrióticas crecen frente a una tecnocracia globalista con pinta de colapsar en cualquier momento, a pesar del apoyo masivo de los medios de comunicación. La pujanza de Meloni, Marine Le Pen y Sarah Wagenknetch son solo los últimos ejemplos. El conflicto lo explicó mejor que nadie la filósofa Simone Weil: el capitalismo puede destruir cualquier cosa menos el deseo humano de arraigo. Por eso no pueden cuajar socialmente los partidos que acusan de tribalismo a quien respeta la tradición, de racista a quien pide comunidad y de identitario a quien propone defender su país, su religión y su cultura popular. Lo advirtió también el pensador marxista y católico Terry Eagleton: "lo único peor que tener una identidad es no tenerla".
Ulysses
El artículo es bueno. Aun así, por añadir algo, creo que le falta una piedra de toque imprescindible: la izquierda, cualquiera que sea su orientación (patriótica, constitucionalista, identitaria, universalista) siempre fue y es reaccionaria, pues solo aspira al poder, como un totem sagrado. Hace tiempo que solo se explica que alguien sea de izquierdas si es muy joven, muy ingenuo, muy imbécil o muy malvado. No son características o rasgos incompatibles. Por supuesto, dejando aparte los que sacan beneficio de esa estafa ideológica, gracias a los favores, puestos, cargos y prebendas que obtienen.
Ibericus
Al no poder apoyar a la antigua IU ni al antiguo PSOE, es decir, al no poder apoyar a los servidores del nacionalismo (que además se han alejado del obrero), me alegra que exista un partido español y de izquierdas. Aunque no obtenga ningún escaño. Ahora solo falta que otros partidos similares (dos o tres que hay) se unan, para que exista alguna esperanza de entrar en el parlamento (europeo o el que sea).
Xirolme
Buen artículo. Felicidades.
JaimeRuiz
A mí este artículo me parece desenfocado, no se ocupa de lo que es sino de las obsesiones del autor ("No vemos las cosas como son sino como somos nosotros"). Primero está esa idea de izquierda y derecha y se lanza una propuesta que se acoge a la definición de izquierda (y se dirige a esa identidad, no a la no identidad sino a esa tradición y a esa tribu), partiendo de la falacia burda de que el racismo del PNV y los secesionistas catalanes es de "derecha" (vamos a olvidar el origen socialista del fascismo, a dar por sentado que sólo procede de Maistre y D'Annunzio: ¿qué tal las ideas de eugenesia de la era progresista en Estados Unidos, que incluía propuestas de esterilizar a los negros, considerados inferiores por las pruebas de inteligencia, o de exterminio de los discapacitados por los socialdemócratas suecos o incluso por un personaje como Salvador Allende? No, el racismo se le atribuye a la derecha porque hace unas décadas los comunistas y socialistas encontraron un pueblo agraviado al cual poner a votar. También personajes de la más alta entraña comunista, como Máximo Gorki, eran racistas. De modo que alguien calcula que entre los votantes socialdemócratas habrá un buen puñado que no aplauden la complicidad del PSOE con los secesionistas y bilduetarras y podrán votar por una opción que no es aliada de quienes los desprecian y humillan y se opone a romper la nación. Esos votantes no van a responder a ninguna llamada tradicionalista, o mejor dicho, son una opción tradicionalista en el sentido en que repite los viejos vicios hispánicos, que son los que definen el destino trágico de todas las sociedades hispánicas, condenadas a terminar en la miseria y el desorden por esos vicios. De modo que a mi parecer el autor yerra porque su argumento, que sean socialistas, laicistas y proclives al mito del progreso y al cosmopolitismo, no impediría que los huérfanos socialdemócratas los votaran. Esos posibles votantes no son los afines ideológicos del autor, pero eso no define el fracaso de su proyecto. Tampoco el ejemplo de UPyD, Ciudadanos y Libres e Iguales. Los dos primeros son casos de éxito y su fracaso se debe a errores propios y no a que no pudieran conseguir un apoyo masivo, el tercero es una parte significativa del PP. No, lo que hace inviable el nuevo partido es su ideología socialista, algo que expresa desde hace muchos años el señor Ovejero. Se apegan a la ilusión de que esos votantes no tienen más aversión a los conservadores y liberales que a los demás socialistas, lo cual es falso. Lo que se ve por los medios en que se propaga la nueva opción es que sectores hostiles a Sánchez esperan quitarle votos con el nuevo partido, sin que importe mucho que obtenga improbables escaños. No funcionará porque esa cuadratura del círculo de un Estado grande y generoso pero no sometido a los grupos organizados que sacan provecho de él es pura ilusión, como lo es la opción progresismo/tradicionalismo, para todos hay si impera la libertad y precisamente si se reduce el gasto público, que es lo que pone a una persona liberal resueltamente en contra de Ovejero. De hecho, Ciudadanos fracasó no porque fuera benévolo con las leyes antifamilia, sino porque no podía desprenderse de su origen socialdemócrata y sesentayochista a pesar de sus vacilantes proclamas. Pero al autor no le interesa ese aspecto de la ideología, insisto, identidad conservadora, apego a los noventa y al despilfarro del régimen del 78 y en últimas al parasitismo de la Iglesia y la Corona de los siglos anteriores. JXCat y el PNV son tan socialistas como Ovejero, sólo que en lugar de una identidad habermasiana explotan particularismos y afanes de exclusión. Con un Estado grande es inevitable ese proceso de dominación y parasitismo, insisto, el destino hispánico, lo que define a España y sus hijas.
musta
sr ma....a caso sabe lo que opinan los estadounidenses los marroquies los ingleses los israelies los arabes del golfo de españa-----QUE ESPAÑA SOLO ES UN NARKO Y DELINCUEN TE ESTADO AL ESTILO MADURO... ud como español eres el menos indicado sobre el planeta tierra para dar lecciones de moralidad a nadie...vuestra historia avergonza...
S.Johnson
"...Lo advirtió también el pensador marxista y católico Terry Eagleton: "lo único peor que tener una identidad es no tenerla". Sí, es lo que decía S.M. el Viti: Ser de Vitigudino es una de las pocas identidades serias que le quedan a la humanidad...
Alexander
El nuevo partido político Izquierda Española ha nacido del think tank El Jacobino cuyas bases ideológicas son las mismas que provocaron la revolución francesa en 1.789; es decir, los valores republicanos (libertad, igualdad y fraternidad) y un anticlericalismo dirigido únicamente contra el Catolicismo pero no contra el Islam. Ese modelo es el que existe actualmente en Francia y ha demostrado ser un rotundo fracaso porque no sirve para integrar a los inmigrantes de origen islámico, que ni aceptan los "valores republicanos" ni tan siquiera se sienten ciudadanos de la República Francesa. Espero que este nuevo partido apenas consiga apoyos entre los españoles porque lo que realmente hace falta en España es un partido que defienda el patriotismo (que es el amor a la patria y que no se debe confundir con el nacionalismo étnico) y la identidad cultural de los españoles, que va mucho más allá de nuestro idioma, de nuestras costumbres y de nuestro folclore para integrarse en la identidad cultural que es común a de todas las naciones de Europa, de Norteamérica, de Iberoamérica, e incluso de Oceanía con las cuales compartimos una misma civilización. la Civilización Occidental, cuyos orígenes se remontan a la Grecia clásica, al Imperio Romano y al Cristianismo.
Suavior
El nacionalismo es 90% lengua. Y 80% miedo. Y 70% Nostalgia. Sí, ya se qué no cuadra mucho. El nacionalismo vive de todo lo que el otro no tiene (lengua, historia si la gente supiera algo, religión si aún hay piadosos). Y de todo lo que teme del otro, que le haga competencia en el trabajo, en el dinero etc. El nacionalismo tribal dentro de otra NACION con Estado es incompatible con la Democracia d ese Estado. Como lo serían sus componentes tribales. El problema español es que los nacionalistas burgueses no quieren "vivir de sus manos". Quieren sofocar y que el resto de españoles seamos siervos de sus empresas y negocios. Porque esa es su parca historia: La no historia vasca y la historia fiscal catalana.
stoicus
Otro buen artículo, D. Víctor.
spqr
Se dice "A llorar a los Paúles."
Incandescente
Para Max P Palla. "La idea de que yo soy parte de una tradición de siglos y debo enorgullecerme por hechos heroicos, artísticos, o qué se yo ocurridos hace 500 años porque los generó alguien "español", es ridícula. No tengo relación alguna real con ellos. Y es peligrosa: Está reivindicando el "volkspirit" del siglo XIX, el alimento de los nazis, esa idea de que los pueblos tienen espíritu propio que los diferencian." En primer lugar te remito a mí comentario previo. "esa idea de que los pueblos tienen espíritu propio que los diferencian." Tú no crees que muchos pueblos tengan "espíritu propio".... Los judíos...se ven descendientes de sus antepasados de hace 4000 años. Los japoneses son como un tipo de Zúrich... Me da que no.... Y el de Zúrich, es igual que uno de Etiopía Puedo seguir Somos el resultado de nuestra herencia genética, nuestra educación, nuestros valores y todo esto es NUESTRA HISTORIA EN NUESTRA TIERRA.
Incandescente
Me ha gustado, cómo casi siempre, su artículo. El más claro ejemplo es Cayetana, "patriotismo constitucional", no significa nada. Veo la guerra de Ucrania y veo a los soldados luchando en unas condiciones TERRIBLES, nosotros que ya no tenemos patriotismo, no durariamos cinco minutos, ellos SÍ. Defienden lo SUYO, SU TIERRA, SU HISTORIA. Nosotros perderíamos sin luchar, sin honor nuestra Patria y no tendríamos dolor, cómo una lombriz extraída del barro. Como en Blade Runner, lo que le da sentido 'humano" a Rachel son sus " implantes ", su memoria y su arraigo..
Max P. Palla
La idea de que yo soy parte de una tradición de siglos y debo enorgullecerme por hechos heroicos, artísticos, o qué se yo ocurridos hace 500 años porque los generó alguien "español", es ridícula. No tengo relación alguna real con ellos. Y es peligrosa: Está reivindicando el "volkspirit" del siglo XIX, el alimento de los nazis, esa idea de que los pueblos tienen espíritu propio que los diferencian. : A mi edad, tengo más en común -preferencias, gustos, organización social, cultura, folklore, moda, etc.- con un norteamericano o francés de mi quinta que con mi padre y eso es aún más cierto para los que tienen hoy 25 años. Y en el fondo, ese ha sido siempre el rasgo y la aspiración definitoria de la izquierda clásica: la de Jaures etc. que afirmaba que un obrero alemán nunca dispararía a su hermano francés porque ambos comparten más de lo que les separa. Cierto que no supo ver la potencia del nacionalismo, el patriotismo que defiende Lenore, que hizo añicos ese sueño y devastó Europa. . En España hay cientos de naciones de las que reivindica Lenore -grupos de personas que comparten un sentimiento de pertenencia- que, como estamos viendo a diario en Cataluña y País Vasco, lleva a la exclusión, al enfrentamiento, al supremacismo y hasta al asesinato. Habermas, por el contrario, define la "nación" moderna: Un lugar en el que cabe todo el mundo con reglas que garantizan la paz. Yo tengo claro lo que prefiero.
Forlopez
Si sigue el España será una caca mal oliente
Gkh
Estoy de acuerdo con usted.
Jaumandreu
Esa pintoresca idea de que "el neoliberalismo ha disuelto nuestros vínculos laborales, religiosos, vecinales, asociativos y patrióticos", ¿de dónde sale? Para empezar, ¿desde cuándo no se aplica en España una política no ya neoliberal, sino discretamente liberal a secas? Oscilamos desde hace 30 años entre el socialismo, la socialdemocracia y, ahora, un social-comunismo. Pero el malo sigue siendo el inaplicado e ignoto liberalismo. Curioso.
vallecas
Soy Español, el país del mundo con la historia más apasionante, soy religioso, demócrata, amante de las tradiciones, me gustan , los toros, las procesiones, me gustan los pasodobles, defensor de la monarquía parlamentaria, de himno, de la bandera, de la Patria, defensor férreo del compromiso y del trabajo duro, de que todo el mundo cuente con las mismas "herramientas" para su formación y trabajo. Me gustan los villancicos y las Navidades, Los "reyes" mejor que Papá Noel (celebro los dos). En Asuntos políticos soy de IZQUIERDAS más que cualquier otra cosa. A ver si se enteran estos de "nueva izquierda"
Norne Gaest
Totalmente de acuerdo, D. Víctor. Aunque ya me venía fijando en Vd., desde hoy lo tendré como lectura obligada del periódico. Dña. Exquisita Cayetana tiene esos defectos: el del patriotismo meramente constitucional, y el de haber incluido mucho tiempo al PSOE en su pacto constitucional, mientras que excluía a Vox. Hasta que se dio cuenta de este último error. Solo de este último error, que sepa, porque Dña. Cayetana y otros seguidores de la corrección política progre siguen confundiendo el patriotismo con el nacionalismo. El nacionalismo es tóxico, como muestran el nazionalismo en Cataluña o el País Vasco, pero el patriotismo es necesario y normal en cualquier sociedad sana. En España, con tanta Historia que admirar detrás y tan larga traectoria, se ha querido desterrar. Coincido es que esa nueva izquierda "ilustrada", que ejemplifica la nueva formación, está tan vacía de arraigo y de conocimiento de la sociedad (donde los sentimientos cuentan, a veces demasiado, como en el caso del voto a la izquierda), y por tanto no prosperará. Procuraré leer el libro que ha citado.
Gladiator
Me da que tiene usted razón.
Ansurez
Hasta que no nos demos cuenta que ni EEUU,ni Francia ni Inglaterra son nuestros amigos no hay nada que hacer
PijoListo
Donde será la próxima guerra? Donde los que mandan quieran pero yo la veo en el Magreb porque los recursos naturales están en África no en Europa así co Alemania se ha situado en Nigeria, y oros países, así Rusia se está posicionando y EU llega 5arde y EEUU está llegando. La próxima gran guerra será en África y puede que Ceutay Melilla sea el detonante. Esa señora que fue ministra está muy bien informada y no hay que ignorar su palabras. Si lo dice es por algo, estemos o no de acuerdo con ella pero creo que en 1978 alguien importante pudo haberlo hablado. Ceuta y Melilla no merecen una guerra pero si la hubiera sería externa e interna, es decir, Terrible