Aquella mañana helada tras la pandemia esperaba encontrarme el Valle de los Caídos vacío, como así fue. Gracias al sol de la sierra se disfrutaba de ese frío seco del invierno que corta y sonroja la cara. Tras salir de la Basílica, enterrada en la roca de la montaña, con la sensación de abandonar un búnker o el último refugio olvidado en la tierra, se camina de forma instintiva por la explanada, frente a los arcos, ansiando dar la vuelta al borde de la barandilla y ver casi a contra luz la imponente cruz y la sobrecogedora Piedad.
Allí el silencio se nota en la piel, el viento calma el pensamiento y la belleza estremecedora del lugar indica al más despistado que es un lugar sagrado donde reposan los muertos. A pesar de los vivos. La decadencia, el abandono planificado y permitido por el Vaticano que exuda el Valle, con un mirador único en lo alto de la Cruz cerrado, sin poder acceder a su base para apreciar las magníficas esculturas te hace sentir impotente a ese espectáculo de derroición.
Intentaron privar a mi generación de aprender cualquier cosa distinta al relato político, salvo que existiese una perseverancia personal previa a resistirse a la ignorancia.
En España no se puede hablar de nada, no se puede aprender, ni discrepar, ni escuchar a quien tiene algo distinto que ofrecer. Intentaron privar a mi generación de aprender cualquier cosa distinta al relato político, salvo que existiese una perseverancia personal previa a resistirse a la ignorancia. Dicen que en la época de la Transición había más libertad. Siempre que veo en YouTube el programa de José Luis Balbín de La Clave, tengo la sensación de ver ciencia ficción. El dedicado al Valle de los Caídos descoloca por la libertad y la normalidad a la hora de defender una opinión sin renunciar a la realidad que no le es favorable, sino ahondando en ella. Había verdad desde distintos ópticas, no impostura ni ideario pagado a los mismos tres tertulianos de siempre en nómina de algún partido.
Esta semana entrará en vigor la nueva Ley de memoria decidida por el PSOE y resto de izquierda radical alojada bajo otras siglas, junto a separatistas y Bildu. El Gobierno dice que así ataja los flecos que Zapatero dejó pendientes en su anterior Ley encaminada a la ruptura de la base del sistema actual. El PSOE y los nacionalistas vascos y catalanes son los únicos que tienen un proyecto irrenunciable a largo plazo, y entienden que todo es cuestión de fases, agenda legislativa apisonadora y puertas traseras para alcanzarlo.
Aún pendiente de conocer en qué consistirá el detalle de su desarrollo, la resignificación del Valle se fundamenta principalmente en la expulsión de los monjes benedictinos, haciendo desaparecer todo rastro religioso del lugar, salvo la Cruz. Aún en esta fase, en esta ley, no prevén su derribo, ni tampoco su mantenimiento.
El Decreto de 1 de abril de 1940 dictado por Franco no dejaba lugar a dudas sobre la intención de construcción del Valle de los Caídos. Tenía por objetivo honrar únicamente la memoria e imposibilitar el olvido de los caídos en el bando vencedor de la guerra. Como ha sucedido tras todas las victorias de la Historia. Lo raro vino después. Acabó siendo, tras veinte años que duraron las obras, un monumento a todos los combatientes, como prueba la sepultura conjunta que se les dio. Un inicio de reconciliación nacional que tardaría tras el drama que es una guerra civil, ante unos españoles que ya comenzaban a encontrarse, casándose entre bandos, como sucedió con tantos de nuestros abuelos.
Pero esta Ley aprobada por quienes actúan contra la democracia necesita perpetuar la mentira de que fue una guerra por los valores democráticos. Pretende eliminar e imposibilitar el conocimiento de todas las circunstancias que se dieron para que jamás el horror se vuelva a dar entre los que convivimos.
La única resignificación necesaria del Valle es difundir la realidad que allí existe y se dio. La verdad y la memoria no necesitan ocultar nada, beneficie o dañe a cualquier interés actual.
¿Cómo arrebatar a quienes murieron por su fe el carácter religioso del monumento en honor a quienes les defendieron?
La resignificación del Valle tiene como objetivo eliminar su carácter religioso para terminar de borrar el genocidio de católicos durante la Guerra Civil. Comenzó durante la República y se produjo de forma más sistemática y numerosa en Cataluña contra miembros del clero, religiosos, asiduos a misa o alumnos de un colegio de frailes. ¿Cómo arrebatar a quienes murieron por su fe el carácter religioso del monumento en honor a quienes les defendieron? Pero explicar eso quebraría muchas mentiras de esta Ley. No es el paisaje de Guadarrama lo que da la condición de sagrado a Cuelgamuros, y ninguna placa ministerial puede sustituir esa espiritualidad que necesitan los muertos para que los intereses de los vivos les dejen descansar en paz.
Esperando
Gracias, Irene
Pontevedresa
El Valle de los Caídos es una abadía benedictina en la que este gobierno no debe poner sus sucias manos, es un templo donde no está Franco, que parece que era lo que les molestaba, y es tan absurdo tirarla, como si deciden volar todos los pantanos que hizo Franco, gracias a los cuales tenemos agua. ¿Quien se cree que es este gobierno Frankestein para quitar lo que no le gusta a ellos? Una Iglesia católica o de cualquier otra religión ni se toca, atentaría a la libertad religiosa y no sería ni legal ni sensato.
Ansurez
Para gustos colores,para mí es un monumento magnífico,las esculturas de Abalos me parecen dignas de museo pero en estos tiempos de neofrentepopulista puede pasar cualquier cosa este gobierno no es muy distinto de los talibanes que varón los budas
Vandeana67
Gran artículo! Y lleno de verdad, tan ausente hoy en día.... Enhorabuena, Irene!!!
Conk
Me ha gustado Irene, gracias.
Mazarino
La Guerra Civil comenzó justo al inicio de la República,en el 31,con la quema de iglesias y conventos y se intensificó en el 34 con los golpes de estado contra la República(ASTURIAS,CATALUÑA )legalmente establecida por las elecciones generales que desalojaron a la izquierda del Poder.Y ESTA SE RESISTÍA AL DESALOJO DEL PODER Giral firma el poder de las milicias armadas por Largo y los comunistas y anarquistas y como dice Irene rematan con el genocidio de miles de inocentes religiosos/as y gente católica que cumplía con su religión:ESOS SON LOS QUE PERDIERON LA GUERRA HASTA QUE FRANCO COMENZÓ CON EL ALZAMIENTO PUES ERA INSUFRIBLE YA LA SITUACIÓN. AZAÑA QUE SABÍA QUE PERDÍAN LA GUERRA pedía PAZ,PERDÓN Y PIEDAD cuando ya llevaban miles de muertos en su haber. "carne de cura" pedían los milicianos y la de JOSÉ ANTONIO,LA DE MELQUÍADES ÁLVAREZ Y MILES DE RELIGIOSOS. LOS BUENOS DE AHORA Y ENCIMA PERDIERON POR INÚTILES
Talleyrand
La obra cumbre del nacionalcatolicismo, esa arquitectura neoherreriana de granito frio, debe seguir donde esta. En el fondo, se trata de un cementerio excavado en la roca con una iglesia dentro y una plaza y una enorme cruz fuera. Un testigo de una época que como dice la autora acabo siendo un homenaje a todos los muertos en la guerra civil, con dos palcos de honor en el suelo Franco y jose antonio. Eliminada la significacion franquista, es de esperar que la familia del fusilado por la republica sea enterrado en un lugar tranquilo por fin. De hecho las relaciones entre ambos cuando estaban vivos no eran ni mucho menos cordiales. Como para estar enterrados juntos! La historia es la que es y sus simbolos son cada vez mas parte de nuestro armario o cuarto trasero para otros. Como los cuadros de Pere Pruna con "el Caudillo" y otros tantos artistas de la epoca ahora olvidados. Sólo los radicales y los creadores de universos paralelos estan por la labor de destruirlo todo para preparar el camino del nuevo hombre que no llega nunca mientras ellos disfrutan del poder bien pagado.
vallecas
Casi siempre estoy de acuerdo con usted, pero a mi el Valle de los Caídos no me gusta nada. No digo que se "cierre" pero casi. Habría que sacar de allí toda actividad humana y dejar solo a los encargados de mantenimiento y al personal de las visitas guiadas para aquellos que quieran visitarlo.