La izquierda española no ha sido especialmente cuidadosa cuando le ha tocado administrar las cuentas públicas. Los datos históricos muestran de manera objetiva una realidad incontestable.
Cuando Felipe González subió al poder, nuestro déficit público era el 5,5% sobre el PIB. Cuando se fue, había crecido hasta el 7%. Aznar logró que desapareciera por lo que José Luis Rodríguez Zapatero se encontró unas cuentas con déficit 0, pero él se encargó de que reapareciera legando un déficit del 10% a Mariano Rajoy. Éste consiguió reducirlo al 2,5%, porcentaje que se encontró Pedro Sánchez cuando entró en la Moncloa. Al finalizar el primer año de su gobierno de coalición -2020- , el déficit era ya del 11%.
Querida ministra, compruebe usted que su primer año como máxima responsable de las cuentas públicas dentro de su Gobierno se saldó francamente mal, pero es verdad que fue el año del shock pandémico. Sin embargo, en el presente, en el que iba a ser el de la mágica recuperación según ustedes, tampoco van bien sus cuentas. En los seis primeros meses ha acumulado ya usted un déficit de 56.000 millones de euros, cifra que equivale a un 5,5% del PIB. A estas alturas del partido, ya parece imposible que cumpla usted con el objetivo de cerrar 2021 con un déficit del 7,7%, meta que incluyó en el informe económico de los Presupuestos. Ya ve usted, otro objetivo que van a incumplir. Ministra, en eso va a empatar usted con su colega Nadia Calviño que también se va a estrellar con el objetivo de crecimiento del PIB.
El importe que debemos los españoles asciende hoy prácticamente a un billón y medio de euros, importe equivalente a la cifra que su Agencia Tributaria es capaz de recaudar en siete años
Volvamos al déficit. Señora ministra, no es bueno que un país gaste más de lo que ingresa porque el déficit hay que financiarlo ¿Lo comprende? Y sepa usted que, desde la creación de la moneda única, el Gobierno español no puede acudir a la emisión de pesetas, de modo que la financiación se hace emitiendo más y más deuda pública. Ahí es donde es necesario que usted aprenda que la deuda que asumimos como Estado hay que devolverla. Y mientras tanto, pagar los intereses que genera.
Mire ministra, el importe que debemos los españoles asciende hoy prácticamente a un billón y medio de euros, importe equivalente a la cifra que su Agencia Tributaria es capaz de recaudar en siete años. Por cierto, la deuda generada desde que usted ocupa el Ministerio se eleva a 300.000 millones. ¿Es usted consciente? Además, al deber tanto, nos vemos obligados a afrontar anualmente unos gastos financieros exagerados. Si leyera usted los Presupuestos para 2022, esos que ha presentado en las Cortes Generales, comprobaría que el pago por intereses que tendremos que hacer el próximo año es superior a 30.000 millones de euros ¡Casi nada! Quiere decirse que la mitad de lo que usted nos detrae a todos los consumidores por el IVA se va en pagar el interés de la Deuda.
¿Ve como no es bueno tener una Deuda tan grande? Pues para evitarlo, debe evitarse incurrir en el déficit anual de sus cuentas. Se lo voy a poner más sencillo para facilitarle la comprensión. El déficit es como la gotera existente en un tejado y la deuda es la mancha provocada en el techo. Ésta no dejará de crecer mientras no se repare la primera. Por ello es importante que se tome usted en serio reducir el déficit. Créame que se puede hacer, solo se trata de apretarse el cinturón y dejar de gastar más de lo que se ingresa. Vamos, lo que hacemos todos en nuestra economía doméstica. Pues se puede -se debe- hacer igual en la economía nacional.