El PSOE acaba de expulsar de sus filas al histórico socialista Nicolás Redondo Terreros, afiliado al partido desde 1975, o sea, desde hace casi cincuenta años. De este modo, el PSOE purga definitivamente justo aquello que necesita y de lo que carece: gente decente e inteligente como Nicolás Redondo, que, siendo progresista y de izquierdas, es capaz de anteponer el interés general y el bien común a los (supuestos) intereses particulares del partido en un momento determinado. Lo acusan, según leo, de "haber menospreciado reiteradamente" las siglas del partido, como si criticar la deriva populista de su partido fuera más grave que hacer depender la gobernabilidad de España de quienes quieren destruirla, a quienes se ha entregado incomprensiblemente el PSOE de Sánchez.
Nicolás Redondo Terreros fue secretario general del PSE-PSOE entre 1997 y 2002 y candidato a lehendakari en 1997 y en 2001. Quienes compartimos militancia con él durante aquellos años, lo recordamos como un hombre íntegro, de izquierdas, progresista, dialogante, cercano a las víctimas del terrorismo, defensor de la libertad y la democracia en el País Vasco, un socialista de los buenos y, sobre todo, un ciudadano comprometido con el País Vasco y con el conjunto de España, capaz de tener criterio propio y expresarlo con respeto, libertad y solvencia. Llevaba años denunciando desde dentro la deriva populista del PSOE, su podemización paulatina, sus pactos con nacionalistas, independentistas y populistas o su negativa a dialogar o a buscar pactos de Estado con el PP, principal partido de la oposición, convertido no ya en adversario sino en enemigo por las huestes sectarias de Pedro Sánchez.
En los últimos tiempos, ha criticado con dureza desde dentro del partido lo que otros hemos hecho desde fuera: la supresión del delito de sedición, la rebaja del delito de malversación o la concesión de los indultos a los líderes independentistas que perpetraron un golpe de Estado contra la democracia española. Lo último ha sido denunciar que el PSOE negocie con un prófugo de la Justicia la investidura de Sánchez o la posibilidad de que se conceda la amnistía a quienes cometieron graves delitos para lograr la independencia de Cataluñaa. Y lo hizo siempre de manera respetuosa y con argumentos contundentes. Me consta que Nicolás estaba (y sigue estando) profundamente preocupado por la deriva del PSOE, y así lo ha venido expresando durante los últimos años.
El PSOE ya no tiene remedio. Y no lo tiene desde hace ya mucho tiempo, razón por la cual se han multiplicado en los últimos años los huérfanos políticos, aquellos que, siendo progresistas y de izquierdas, no tienen una papeleta que introducir en la urna. El PSOE ha traicionado muchos de los ideales de la izquierda, y es por eso que son crecientes las voces que desde dentro critican su deriva. Esos que, como Redondo, consideran (consideramos) que no hay nada más reaccionario que cualquier nacionalismo y que ceder ante sus pretensiones es traicionar la trayectoria histórica de la izquierda. Y, lo que es mucho más grave, poner en riesgo la Transición Democrática, la Constitución Española y la propia democracia.
El PSOE ya no tiene remedio. Y no lo tiene desde hace ya mucho tiempo, razón por la cual se han multiplicado en los últimos años los huérfanos políticos
Siendo la situación política la que es, debemos ver a dónde irá Nicolás Redondo ahora que ha sido definitivamente expulsado por los incompetentes que dirigen su ya expartido, ese coro sectario que se ciñe a repetir lo que les ordena el líder supremo, aunque con conocimiento de causa e irresponsabilidad manifiesta. Conociéndolo, no va a rendirse ni a bajar los brazos, y no va a cejar en su empeño de tratar de lograr lo mejor para España. Él lo hace de corazón y por convencimiento, le pese a quien le pese y caiga quien caiga. Él sigue siendo de izquierdas, un ciudadano ejemplar, un político de Estado y un hombre bueno. Justo lo que necesitamos en la política española y, en concreto, para reconstruir o ayudar a construir una izquierda progresista, que compagine las políticas sociales y la defensa del Estado del Bienestar con la defensa indubitada de la unidad de España ante quienes quieren romperla.
Nicolás Redondo está fuera del PSOE pero seguirá haciendo política. Veremos dónde.
tiritando
Me gustaría saber cual ha sido el procedimiento de expulsión, me temo que nada democrático. Se informó al interesado de los cargos? Se nombró un instructor? Se permitió al interesado presentar alegaciones? Vis lo visto, creo que ha sido una expulsión nada democrática. Y eso que Sánchez tenía el día tonto y no lo mandó a Siberia.
kunst
Mira que han tenido tiempo los sociatas descontentos desde Zapatero. Con sus contactos y recursos podían haber fundado -o al menos intentado-, el PSDE. Partido socialdemócrata español. Y si el nombre está registrado, haberlo comprado o lo que fuera. Pero no. Soy rebelde porque la vida me hizo así pero no muevo un dedo. Pues no. El fuego se combate con fuego, no de romería por las "cadenas decentes". O sea, la de toreros y curas, como el gran legado de España a la humanidad entera.
kunst
Redondo se tenía que haber largado del partido hace años. No se puede ser taurino y de PACMA.
Orencio
Se poda lo que sobresale
Urenga
"aquello que necesita y de lo que carece: gente decente e inteligente como Nicolás Redondo" Ya dice el afortunado adagio que es metafísicamente imposible conciliar esas dos virtudes al tiempo con el hecho de ser socialista.
Karl
"Lo peor que puede pasarle a un socialista es que su país[, o partido,] lo gobiernen socialistas que no sean amigos suyos." ~Ludwig von Mises.
Talleyrand
Confieso que en el pasado vote al psoe. Nunca mas desde la llegada de ZP, ese hombre que casi destruyo la economía española contando nubes y haciendo negocios con los bolivarianos. El psoe fue un partido de estado, una columna del modelo político español. Un partido de la alternancia al poder desde el 82. Ahora ya no lo es. Ahora es solo un partido golpista (golpe de estado de colores claro) que pretende perpetuarse aliado con comunistas trincones , exterroristas y la ultraderecha catalana y la vasca (la banda). Este pesoe no quiere parlamentos, no quiere libertad de opinión ni de expresión, no quiere libertad si no es para seguir en el poder gastando opacamente el dinero (donde se han gastado los fondos europeos Calviño?) . Este pesoe ya no tiene ni palabra ni dignidad. Por eso echan a Nico, uno de los pocas personas dignas que les quedaban. Los demás a callar y a abrevar. Basta ya!
vallecas
Yo alucino con usted (es). Leo su columna y no nombra a Pedro Sánchez¡¡ Los "sicarios" del PSOE del que forman parte todos los ministros ya no se van a ir, deberían haberlo hecho hace tiempo paro ahora ya es tarde. Van a defender "despacho y salario" hasta el final. No queda camino tras de sí. El problema de España es Pedro Sánchez Espero que se den cuenta hay que extirparlo con urgencia antes que se propague y sea demasiado tarde.
parlando
No se puede ser de izquierdas y apoyar un sistema jurídico-político consistente en que el "hereu" se lo lleve TODO por ser el primogénito y tener gónadas masculinas en detrimentos de la igualdad de sus hermanos, en contra de la dignidad y la igualdad más esenciales de las personas. No se puede ser de izquierdas y apoyar el partido político racista y supremacista de las cien familias-bien de Cataluña. Hasta que no se les aplique la Ley con todas las consecuencias no habrá sosiego.