“Hoy me he levantado con ganas de votar
He echado un par de huevos a mi sartén
Dando volteretas he llegado al baño
Me he duchado y he despilfarrado el gel
Porque hoooooy... Algo me dice, que voy a pensármelo bien”
Hoy estamos de reflexión, y con esta versión electoral de la primera estrofa de Voy a pasármelo bien (1989, Hombres G), vamos a dar paso a dos baños de autocomplacencia.
BAÑO 1/2. DE POR QUÉ EL ESPAÑOL ES, EN SÍ MISMO, BUENA GENTE.
Minuto 40:23 de la película To er mundo é güeno (1982, Manuel Summers).
Aparece el antedicho presentándose como el “gancho marino” de una situación de cámara oculta, que procedemos a resumir.
Puerto español. Gancho marino, uniformado en blanco, está en el muelle, sentado en un noray, y dice a través de un walkie-talkie:
-Aquí Capitán Rivero intentando conectar con petrolero X-32.
Santo varón español, de sesenta y muchos, pasea por allí periódico en mano, y de pronto se ve abordado por el falso capitán, que le dice:
- ¿Puede venir usted un momento?
Y le da unos prismáticos, pidiéndole que mire y le informe de si ve “cualquier anormalidad en el petrolero”, señalándole uno que está en el mar frente a ellos.
Santo varón se entrega desde el minuto uno a la “Operación Pato Rojo”, y se inician una serie de conversaciones surrealistas entre él, el capitán Rivero, y un tal teniente César, que habla desde el petrolero.
Rivero empieza a solicitar al petrolero que “suelte lastre” tirando las gallinas, las cabras, la vaca, el caballo, y “los hombres rana que se tiren con aletas todos. No quiero individualismos”.
Santo varón hace esfuerzos ímprobos por identificar esta fauna en la cubierta del petrolero; no ve nada, pero le sigue el rollo al capitán, que le pregunta:
- ¿Cuántos hombres rana hay?
-Veo tres.
-Tiene que haber al menos 13.
Tras similares diálogos, desde el petrolero insisten en saber el nombre de santo varón, que inicialmente se resiste, pero luego, rezumando agua del bautismo, dice “Manuel Sánchez”.
Continúa la broma:
-Dígales que no orine nadie en la cubierta, suelta Rivero-Summers que se tiene que tapar la boca porque no aguanta la risa.
El capitán sale de escena, y tras una breve discusión entre Manuel y el teniente sobre el mortal destino de los hombres rana, el primero vuelve diciendo que le han degradado, que han nombrado capitán a Manuel, y llora. Aun así, da una última orden al petrolero:
-Que se vayan del barco las señoras de la limpieza.
La escena acaba con Summers poniéndole a Manuel la gorra de capitán que este había rechazado pudorosamente, violento por el repentino cese.
BAÑO 2/2. DE POR QUÉ ESPAÑA ES UN PAÍS COJONUDO
Algún día había que hablar de los rankings “buenos” que lidera nuestro país, que son los de la solidaridad, la salud y el disfrute:
- “España continúa líder en trasplantes de órganos” (20minutos 20230119)
- “El 65 % de los ciudadanos españoles está a favor de acoger sin límite a refugiados ucranianos frente al 55 % de media del resto de los países europeos, lo que sitúa a España, junto con Portugal, a la cabeza de la Unión Europea” (Cope 20220407)
- “España lidera, junto a Reino Unido y Países Bajos, el ranking de proyectos sobre cáncer en el programa marco H2020. Nuestro país es también el que más fondos del European Research Council capta para proyectos de investigación oncológica” (fundaciónlacaixa.org 20221128)
- “España, país más saludable del mundo (…) de las 169 naciones evaluadas por Bloomberg en 2020” (Universo de Emociones 20210517)
- “España vuelve a ser el país de la UE con más esperanza de vida al nacer” (ABC 20230320)
- “España es el tercer país preferido para mudarse del mundo” (Lasexta.com 20220720)
- “España lidera el ranking mundial de banderas azules” (ambientum.com 20230505)
- “España, el país con más bares y restaurantes del mundo” (El Mundo 20200619)
Volviendo a ese más que entrañable Manuel, que somos todos, decir que probablemente sus hijos y nietos voten mañana.
Elena y Marcos también lo harán. Ella es de Mojácar y él de Orihuela del Tremedal; se conocieron una noche de marcha en Madrid, y allí se quedaron a vivir juntos. Jóvenes y con vida achuchadilla, andan dudosos en el votar.
La primera noche se arreglan para ir al Gran Casino a jugarse lo que se han ahorrado por ir en metro a Barajas, y por ponerse púas a quicos en el bar del hotel y no cenar
Les ha tocado un fin de semana en Melilla en el sorteo de una marca de yogures (en la tapa, una foto de la ciudad y el mensaje “Para vientre plano, beba el agua melillense”), y la primera noche se arreglan para ir al Gran Casino a jugarse lo que se han ahorrado por ir en metro a Barajas, y por ponerse púas a quicos en el bar del hotel y no cenar.
La ruleta les llama y toman asiento.
Entre los compañeros de mesa destaca un señor de esmoquin (el único de todo el casino) con peluca rubia y corte a capas; es Jisperson Redford. Ha posado en el tapete verde unas Ray-Ban Aviator, como subliminal mensaje de poderío aeronáutico.
Elena reparte sus fichas entre los vecinos del 0; falso rubio pone veinte veces más en los mismos números, y luego la mira reclamando admiración.
Ella flipa, y flipa más cuando él recorre a cámara lenta sus propios labios con el pulgar, en gesto publicitario.
Controlando un amago de arcada, Elena busca la mirada de Marcos y la encuentra. Este le susurra al oído: “Ni caso; el típico notas”.
El susodicho notas chasquea un dedo mirando a un camarero que pasea cuerpo por allí, y le pide un dry martini “shaken, not stirred” con deje cursi. El trabajador le dice que “aquí no tenemos de eso”. Con gesto contrariado, nuestro hombre suelta un “sorpréndame, no importa el precio”, mirando a Elena y guiñándole un ojo.
Venido arriba en el cortejo, Jisperson desliza una nota sobre la mesa hasta alcanzar el espacio personal de Elena.
Marcos se adelanta y agarra el papel, lanzándole una mirada machoálfica.
Despliega la nota y lee: “Una noche conmigo si me votas”.
Marcos se injerta en león, se levanta, se arremanga, y se dirige al lugar ocupado por Jisperson Redford para aplicarle un correctivo.
Este, en su centrípeto universo, interpreta de manera errónea el cabreo del otro y, sonriendo en plan sobrado, levanta las manos enseñando palmas y dice:
-Tranquilo; hay para todos.
Tampoco merece ni esta campaña gore de listas sangrientas, ni esta visceral legislatura de casquería antidemocrática
La anterior fantasía, podría ser también una escena de cámara oculta en esta España irreconocible en la que uno muchas veces tiene la sensación de estar viviendo una broma pesada.
La buena gente de este buen país no merece en sus ciudades y pueblos la presencia de partidos que no conciban como algo sagrado nuestra unidad e identidad; partidos que la desprecian como principio ideológico, o el partido que se ha vendido a los primeros con la misma indecencia con la que compra votos. Y tampoco merece ni esta campaña gore de listas sangrientas, ni esta visceral legislatura de casquería antidemocrática.
No hay mucho que pensar; el sobre pide a gritos la papeleta del Jispersonexit.
Mazarino
Menudo galimatías de texto !
vallecas
¿La buena gente de este país? El lunes lo veremos.