En mi lejana infancia, una diversión fija del calendario era ir a disfrutar en La Concha de las olas de septiembre en las mareas vivas. Marcaba la despedida ritual del verano e inicio del curso escolar. Entonces el clima era más previsible y menos drástico que ahora, y las olas de septiembre solían llegar puntuales. Se alzaban y rompían con violencia muy cerca de la orilla, removiendo mucha arena y dando ruidosas volteretas al bañista. No era raro perder el bañador en el remolino, añadiendo diversión.
Ni Feijóo ni nadie debería ganar las elecciones para ser un anti-Sánchez con nuevas leyes populistas descerebradas, sino para barrer el sanchismo de las leyes
Cosas de la vida o el eterno retorno, este verano vamos a hablar mucho de olas un poco antes de septiembre, aunque sean olas políticas. Adelanto que las olas políticas de calidad también deben romper con fuerza, revolver el agua con furia y remover a fondo la arena. El folklore gallego abunda en canciones de ondiñas veñen e van, así que Feijóo entenderá sin dificultad a qué me refiero. Pero es muy posible que otros agentes influyentes estén en otra onda, y prefieran pensar en adorables olitas que apenas hagan amables burbujitas en la arena. Error garrafal, pues el arte de las olas consiste en saber cogerlas y surfear con ellas, o te revuelcan y no sirven para nada. Y mucho mejor una buena marea viva que un temporal desatado, destructor del litoral. Veamos tres casos de mala comprensión de la ola que nos llega: el de Sánchez, el de Bildu, y el de los despistados que miran a la playa en vez de a la marea que sube.
1.- Sánchez y la ola reaccionaria
Sánchez estaba ávido por pasar a la Historia y va a conseguirlo, pero por razones muy diferentes a las apetecidas. Terminará su mandato sin acabarlo y dejando un rastro de ruinas, y dejará al PSOE hundido en merecida ignominia y oprobio. El truco de adelantar las elecciones a julio tras oír al consejero de cámara, ese que susurra solícito lo que quiere oír el jefe, tiene un problema: desprecia la objeción más obvia. En efecto, no puedes ir a generales inmediatamente después de obtener el 38’5% de los votos en las mucho más favorables municipales, y eso sumando a todos tus socios. Menos aún con éstos agonizando, y menos para rematarles a traición en un giro de 180º tras inflar la burbuja de Sumar. Ni con tu propia militancia, si queda, deprimida y agotada, y tus altos cargos ansiosos consultando Linkedin.
La única explicación del despropósito de imponernos un segundo plebiscito sobre Su Persona es que crea pillar desmovilizada a la “ola reaccionaria”, al voto liberal y de derechas que compone hoy la única ola verdaderamente progresista. Craso error, porque incluso así su electorado estará no menos desmovilizado y mucho más harto y desmotivado. El vídeo zombi del PSOE dice todo de un tipo aferrado al pasado como si fuera el futuro. Un error característico de los psicópatas agresivos, mucho menos inteligentes de lo que suele creerse pues, convencidos de su genio, cuando comienzan a encadenar errores no saben parar y emprenden la huida al abismo.
2.– Bildu o la fábula del escorpión y la rana
Bildu tiene pocas razones para la euforia. El blanqueamiento en masa, regalo de la política y medios españoles, ha conseguido que la mayoría de la sociedad vasca, que aporta su mala conciencia o ignorancia del pasado reciente (según la edad), considere a ese partido uno más y legítimamente votable, pues si no, ¿por qué es legal? Y si ETA ha matado, ¿no mataba también el franquismo? Pregunta a sus votantes y eso es lo que te dirán, igual que muchos que no les votan pero quieren ser sus socios. Por eso Bildu, el peor socio de Sánchez, es el mayor beneficiario de sus desmanes (y el hipócrita PNV uno de los más perjudicados). Pero si no me equivoco, sólo a corto plazo.
Copará poder institucional para descubrir lo poco que vale si el Gobierno español rechaza todo trato con ellos, sea por convicción o, mejor aún, por interés
Vuelve la fábula de la rana y el escorpión: cuando Bildu decidió provocar con 44 candidatos terroristas, incluyendo siete asesinos, sabía que podía matar a su inestimable socio batracio. Pero ha calculado mal y no llegará a su orilla de Estado vasco socialista, euskaldún y feminista o así. No sin la rana. Copará poder institucional para descubrir lo poco que vale si el Gobierno español rechaza todo trato con ellos, sea por convicción o, mejor aún, por interés y conveniencia, pues ahora la alianza con terroristas y golpistas resulta mortal. Añadamos que la drástica pérdida de peso vasco (y catalán) en el tablero español, ese éxito histórico del nacionalismo, convierte a los peones abertzales en muy prescindibles: su futuro está en vegetar en su pequeña y menguante charca embarrada y sin ranas, ezkerrik asko! La ruptura desesperada (y tramposa) del PSOE con Bildu en Navarra anticipa la impotencia que viene; ya ha provocado la ira de Otegi. Y en Cataluña no será muy diferente, salvo que otro Fraudillo les devuelva iniciativa y poder.
3.- Los que miran a la playa cuando viene la ola
Más no han pasado tres días de la ola que ha barrido al sanchismo y ya empiezan a clamar los guardianes de las esencias advirtiendo del peligro de traición, derrota, frustración histórica, regreso del maldito sanchismo. No hay mejor manera de propiciar la derrota que anunciarla por adelantado, pero son gentes poco permeables a la razón y más inclinados a emociones masoquistas. Esperar todo de la política es su primer error. La política, como siempre ha defendido el verdadero liberalismo, está para defendernos de los políticos peligrosos, que suelen ser los más ineptos (véase el punto 1).
Ni Feijóo ni nadie debería ganar las elecciones para ser un anti-Sánchez con nuevas leyes populistas descerebradas e instituciones colonizadas por los suyos, sino para barrer el sanchismo de las leyes e instituciones incluyendo los medios de comunicación, acabar con la ineptocracia y devolver la libre iniciativa a la sociedad civil, tan decaída. Yo aplaudiría con solo la mitad. Pero para eso hay que ver venir las olas de frente y saber cabalgarlas. ¿Sabremos esta vez?
Felonias22
La derecha nunca ha sabido colonizar las instituciones, aprendió a hacerlo cuando lo hacía la izquierda, yo no recuerdo que eso sucediera ni con UCD, AP o PP, la derecha carece de ideología y del sentido de que lo público es lo más de lo mas, que es lo que empuja a empotrarse en la administración para cuando no gobiernan desde allí hacer de quinta columna, la prueba es que desde la educación y sanidad te la lian sin ser de la cuerda del gobernante. Terminarán gobernando PP con Vox y espero y confío que sin populismos y mejorando lo presente que no es muy difícil y tendrán travesia del desierto, como siempre, gentileza de la izquierda cuando no gobiernan.
Variopinto
La parábola de la rana y el escorpión es perfecta para la ocasión. Buena elección. Además, no hay mejor comprobación que el acuerdo que han firmado precisamente hoy la rana y los recogeranas que esperan en las orillas. Pero discrepo en lo de la mediatica ola reaccionaria que intenta provocar Antonio. Con la de medios que tiene comiendo de su mano no descarte que, aunque no sea más que por inmersión, llegue a calar entre la población el miedo al trumpismo (aún cuando es el trumpismo el que ha inspirado a la coalición de esta errática legislatura). Además, ya antes de las autonómicas había quienes señalaban al fichaje por Moncloa de cierto spindoctor de nombre Aleix, muy reconocido y reconocible por sus campañas de fango y lodo. La campaña socialista de las elecciones pasadas las intentó capitalizar Antonio, pero parece que es ahora, con los vídeos para las generales, cuando nos va a ofrecer el mejor olor del repertorio. Esperemos que tanto hedor acabe llevando a una mayor abstención socialista que los 400.000 votantes que susurran ellos a los medios. Aunque, como llevan tiempo sin dar ni una, quien sabe. También hay cuentos sobre flautas que suenan cuando las soplan burros.
Chus
Académicamente, se ajusta a la teoría cuántica por medio del colapso de la función de onda, que es un cambio repentino y global de la función de onda como sistema. Y, ¿cómo colapsa la función de onda? Chocando con otra onda abruptamente. Pero en política de la piel de toro, que ya no es toro hasta el rabo, las ondas PP y PSOE, NUNCA COLAPSAN, porque su choque es -y ha sido siempre- una conjunción de partes de un mismo sistema que están correlacionadas entre sí. PPSOE.
Kj26
En realidad Sanchez es el mejor presidente posible para Otegui, Xapapote, Aragón, Junqueras, Puigdemont y los comunistas. Sanchez reúne todas las cualidades para ser la 'opción deseada' por todos ellos. Dirige con mano de Hierro un PSOE que no sabe a donde va, ni a donde debe ir. El PSOE es el instrumento que utiliza Sanchez para llegar a 6M de votos que no dan para llegar a la Moncloa. Necesita y pacta con secesionistas, terroristas y comunistas los votos que le faltan. Solo si los votantes del PSOE se dan cuenta de la trampa y desertan en masa, la 'ola' terminará por llevarse a Sanchez y tendremos futuro....