En una curiosa pirueta del destino, como si el cosmos buscara neutralizarse a sí mismo, Pablo Iglesias e Isabel Díaz Ayuso dieron en nacer el mismo día. Salvo la fecha de nacimiento en común todo les separa, incluido el diferente ritmo, acelerado en el caso de Iglesias, casi imperceptible en el de la presidenta de la Comunidad de Madrid, con el que ambos están envejeciendo. Tanto, que parecen pertenecer a generaciones muy distintas. Puede que, en eso de estropearse físicamente, haya influido el mal ojo que Iglesias parece tener para rodearse de colaboradores y escoger sucesor. Las traiciones, sean reales o autopercibidas, suelen alterar el sueño, e Iglesias tiene cara de no haber dormido del tirón una sola noche de la última década. Así no hay telómero que resista, camarada.
Ayuso decidió quedarse ella sola con su día de cumpleaños compartido e infligió en Iglesias una derrota tan aplastante que lo expulsó de la política activa de una vez, mandándolo de golpe a su ocupación natural, que no es otra que la de busto parlante en chiringuitos cada vez más minoritarios y paranoicos, desde donde imparte doctrina mezclada con bilis en lo que parece una sesión continua. El caso es que no hace falta ir a buscarlo, porque sale al encuentro en cualquier rincón del dispositivo móvil del infeliz portador, que se topa de repente con el infinito parloteo del tertuliano sin tertulia para que nadie le lleve la contraria, enamorado de su propia voz.
No veo en el tertuliano por excelencia ningún afán introspectivo para analizar el porqué del desastre. Hasta en eso es menos inteligente de lo que él se imagina y muchos nos temíamos
Hizo mal Pablo cortándose la coleta y tenían razón los que, desde dentro de su partido, le prohibieron cortársela mientras estuviera en política activa. Como a Sansón, la melena le daba fuerza y le hacía mucho más peligroso a los ojos de los votantes de derecha. Algo casi imperceptible pero definitivo sucedió cuando pasó a ser un cuarentón más con su correspondiente pelo ralo. despojado de su principal signo de identidad, dejó de dar miedo y se convirtió en uno de tantos. Uno, además, cuyo discurso de presunta inteligencia estratégica se veía permanentemente desmentido por los hechos. Fue él quien, en un alarde de perspicacia y penetración psicológica, escogió a Yolanda Díaz como sucesora, un error de bulto que pasará a su la historia como uno de los casos de ceguera narcisista más claros de la política española de este siglo.
A pesar de sus sucesivas torpezas, que han llevado al partido que sigue dirigiendo en la sombra de tener una opción para asaltar los cielos a los cinco diputados actuales, todos ellos además de la órbita de su chiringuito familiar, no veo en el tertuliano por excelencia ningún afán introspectivo para analizar el porqué del desastre. Hasta en eso es menos inteligente de lo que él se imagina y muchos nos temíamos.
Decía mi madre para consolarme de las inevitables decepciones de la vida que si Jesús, siendo el hijo de Dios y Dios mismo, había escogido solo a 12 apóstoles y aún así uno le había salido rana, que me imaginaba yo que iba a pasar conmigo que ni era Dios ni nada que se le pareciera y andaba con la comprensión justa para pasar la mañana. Una cosa es no acertar con alguien y otra la cascada de dimisiones, traiciones, odios y despechos que habita en los círculos del infierno consagrados en exclusiva a Podemos.
Iracundo y prepotente
Dijéramos que no es que a veces falle a la hora de escoger cuadros, es que tiene una tasa de fracaso rayana en el cien por cien. Incapacitado para la reflexión y cada vez más iracundo e impotente, ha dicho ahora sobre Sotomayor, el penúltimo podemita a la fuga, que “ya puedes salir todas las noches y pasarte de la raya y de las rayas”. Y pensar que en algún momento creímos que este hombre era peligroso, cuando lo único que teníamos delante era la coleta de un diletante. Y es que a nosotros nos pasa a veces lo mismo que a él. Nos equivocamos juzgando a las personas.
Esera
Pablo Iglesias es digno representante de los parásitos de lo público, que tanto defienden... como medio de vida. Recuerdo cuando trataba de justificar su cortijo de Galapagar, justificando su pago con las herencias familiares: pisos de protección oficial; adjudicados en propiedad a gente necesitada, sin la obligatoriedad de devolverlos una vez salidos de pobre. Con el milagro de lo público ya privado (a costa del patrimonio del Estado) sólo nos queda oír el mantra de otro ejercicio de coherencia de la izquierda, el parque de vivienda pública en alquiler. Tan aficionados como son los comunistas 2.0 a expropiar (a imagen y semejanza de su ídolo, el gorila Chávez) porque no empiezan por regularizar esos abusos, crear ese parque y devolver a la sociedad la ayuda que un día necesitaron sus ancestros y que ahora precisan otros. No caerá esa breva... por fin, un ejercicio de coherencia o ejemplaridad.
KVLT
Nuestro Alex Jones patrio -_-
Urenga
Hay una expresión alemana directa y concisa que también se usa en inglés: Schadenfreude Es la experiencia de placer, alegría o autosatisfacción que se obtiene al conocer o presenciar los problemas, fracasos, dolor o humillación de otra persona. Es una palabra que se originó en el siglo XVIII. Pues eso es es lo que experimento al saber de las desventuras de La Rata, schadenfreude.
Aquiles
Gracias Sr. judio por su incierta y contaminada aportación
juanpedro
Tengo que recordar que este chico tenía en nómina a dos matones uno fijo y otro contratado por obra o servicios, que se encargaban de pegar a la policía nacional o española por intentar evitar que linchasen a mujeres y hombres que estaban hablando en público, sobre sus ideas políticas. La ensalada de hos tías ya la hacía parapetándose en unos matones a sueldo como gallina de pelea Por cierto como HB en el País Vasco, que se lo hicieron también a Ciudadanos Vox No se debe admitir
EDDDO
por supuesto que es lo que es, pero es que el solo se ha aprovechado de la legalidad, de la convivencia de periodistas para ser mediático, para dar su mensaje como un vendedor de una sanación falsa. Creando con periodistas y políticos como Junqueras , Roures, una empresa legalmente constituida en España. Culpe a los periodistas que le ayudaron y que el ha coloco en cargos sin saber ni leer. A veces los tiene en las tertulias a las que usted va. Pero por cierto, usted tiene a Miquel Giménez como lo que no es y nos lo vende también.
arturo moreno
Lo he intentado todo pero no he podido echar una sola lágrima por la suerte del pobre koleta.