Opinión

Pedro y Miriam, a puñetazos en el gym de Moncloa

Palacio de la Moncloa.

En la garita de entrada, Paco y Manolo andan atareadísimos con la vigilancia. Preocupados con que la peña coja querencia a visitarles (desde el sábado 18, cuando varios nost

  • Pedro Sánchez y la diputada de Junts Miriam Nogueras. -

Palacio de la Moncloa.

En la garita de entrada, Paco y Manolo andan atareadísimos con la vigilancia. Preocupados con que la peña coja querencia a visitarles (desde el sábado 18, cuando varios nostálgicos paralizaron la A6 con esa intención, hay ganas), han decidido ampliar el área de operatividad del dron que maneja Paco, a los aledaños de acceso al complejo monclovita; y lo han disfrazado de abeja de Rumasa para que se integre (biológica e ideológicamente) en el paisaje y no levante suspicacias.

-No sé, Paco; tengo dudas, dice Manolo, viendo cómo su compañero lo enfunda en licra a rayas amarillas y negras y le pone unas alas.

-Que sí; hazme caso… en viéndolo de lejos, cuela.

A diario reciben paquetes de Amazon (los abren por protocolo) para La Invitada; protectores bucales talla XL y suplementos deportivos para optimizar el entreno.

-Así está de rebuena la jodía -dice Paco.

Manolo, que es más patriota que rehén hormonal, le mira con cara de “ya estamos”, y le dice:

-Paco, en serio. Esto te lo tienes que mirar. A mi esta señora me inhibe todo.

Y tampoco paran de llegarles mensajes hostiles en forma de aviones de papel, con carantoñas tipo: “Sois cómplices, cabrones”, que les hacen añorar los que les llegaban en tiempos de Rajoy: “Decidle al jefe que tenemos fotos robadas de Soraya y Junqueras en la playa de Cadaqués. Queremos pasta”.

-Esto no está pagado -comenta Manolo. -Tengo a Maripili enganchada al Lexatín.

Y es que el puerperio de la Legislatura de la Concordia tiene de todo menos eso: periodistas detenidos; huevos espachurrados en cabezas socialistas; atentados sin resolver; agencias de rating sacando los colores al goaverno, y negocios en Ferraz arruinándose por involuntaria ubicación en zona bélica. La Banda del Poni haciendo horas extras para ocuparse de nuestros desmadres; dinero huyendo de Cataluña y de España, y gente del Soe huyendo de su partido y sumando su “Basta Ya” al de los jueces y demás integrantes de la PAPI (Plataforma de Afectados por los Pactos de Investidura).

Por todo este abrumador clima de buen rollo, al pimpollo presidencial le han puesto un “cuarto anillo de seguridad” para cuando salga de su guarida. Y para desenvilecerle, le han organizado este domingo un acto en IFEMA para que señoras de provincias le llamen guapo, y le han mandado a la guerra a poner cara de persona con principios.

Es de noche en Palacio.

En el dormitorio principal, Mariabegoña saliendo del baño con la cara brillante de tanta crema, y Jisperson en el sofá, avatarizado en el GTA e insultando a un coche de policía que le persigue desaforado, para liberar tensiones.

Mariabegoña se mete en el lecho y le dice:

-Venga, Cari, que es tarde…

Él, sin apartar la mirada de la pantalla, musita:

-Es que no puedo con La Invitada.

-Nadie puede -responde ella animando y abriendo el Vogue.

Jisperson, que duerme con el uniforme del equipo de baloncesto de COU, deja la Play y se empiltra.

Ella cierra la revista, apaga la luz, y al ver después de un rato que él da vueltas nerviosillo, le propone:

-Cari, ¿y si ponemos un documental de saunas, o de esos que ponen a parir a Franco, a ver si te relajas?

Al día siguiente por la mañana, Jisperson vuelve de correr, y al fondo del pasillo principal ve a May y Ying (las tailandesas que le descontracturan) cuchicheando y mirando el interior de una habitación a través de una puerta mal cerrada.

May está despendolada, diciendo no sé qué de vender el pañal usado en internet, que “hay gente muy pirada”

A medida que se acerca hacia ellas, sin hacer ruido y en plan sibilino, Jisperson empieza a identificar unos golpes secos y rítmicos contra algo (¡puf!... ¡clonc!... ¡puf, puf!... ¡clonc, puf!) a los que acompañan gritos de mujer tipo “¡aaaargg!”, combinados con los habituales jadeos del cardio extremo.

-¿Se puede saber qué hacéis aquí mirando?, pregunta a las masajistas, dándoles un susto de muerte.

Ellas pegan un brinco, y May se excusa:

-Mujer tener pelo largo, liso y suave… recordar Tailandia… nosotras emocionar…

- ¡Pues hala! se acabó la emoción; me ducho y os veo en la camilla.

Ellas le ven alejarse y Ying pregunta horrorizada a su compañera (traducimos):

-¿Has visto el bulto que trae este hombre entre las piernas?

May responde:

-No es bulto; es pañal. Le pillé quitándoselo a escondidas…

Las tailandesas entran tronchándose en la sala de masajes; May está despendolada, diciendo no sé qué de vender el pañal usado en internet, que “hay gente muy pirada”. Ying, arrepentida de reírle la maldad, le pide “respeto para el jefe”, y la primera, que es mujer informada, se empantera y contesta:

- ¡¡¿Respeto?!!... ¡¡¿Respeto a un señor que ha vendido su país por 7 votos?!!

Ying pone ojos de desconcierto oriental y May le dice:

-Ya te explicaré… ahora hay que currar…

Dentro de la habitación que espiaban, una mujer de pelo lacio y cuerpo atlético golpea con ansiaviva un saco de boxeo con la bandera de España.

Es Míriam Dollar Baby, la portavoz de Junts en el Congreso.

La misma que fustigó a Jisperson en la sesión de investidura diciéndole (traducimos): “Con nosotros no pruebe a tentar la suerte” y le emplazó a aclarar si iba “a cumplir todos los puntos del acuerdo” firmado con ellos, o pensaba quedar como gallina traidora.

Él reaccionó balbuceando “cuenta usted con el compromiso del PSOE y el mío propio para cumplir el acuerdo” (esa frase sí que merecía alguien en la tribuna carcajeándose a saco), y puso cara de atracador de viejas pillado in fraganti, perdiendo de golpe el encanto innato del prometedor profesional.

El marcador, que partió del 1-1 de “investidura por amnistía”, ya va por 2-1 para els oprimits, al haber asumido el Soe esta semana tres comisiones de investigación en el Congreso para denunciar lawfare

Aguerrida combatiente, Miriamdolarbeibi entrena boxeo en Moncloa desde el 23J, donde ejerce de amedrentadora enviada por Puigdemont, cuya voz representa en el Estado Opresor Español.

Jisperson la ve y panica; siendo ella mujer y amante del fútbol, y él conocedor de la letalidad de la futbolista empoderada, es consciente del duelo de quijadas que va a suponer bregar con esta mujer, que encarna como nadie la hiperfagia de poder del independentismo catalán. El marcador, que partió del 1-1 de “investidura por amnistía”, ya va por 2-1 para els oprimits, al haber asumido el Soe esta semana tres comisiones de investigación en el Congreso para denunciar lawfare. Ahora tocan nuevas reuniones secretas para la movida del referéndum (con mediadores internacionales bendiciendo al pedigüeño de Waterloo y achantando al goaverno), la aprobación (con dolor) de los PGE, y más capítulos penosos… Y este duelo político será el primero de la historia en el que al perdedor, que es la España unida y democrática, se le ha impedido participar.

El miércoles de esta semana se han reunido el jefe de cuadrilla y los albañiles ministeriales “de alto perfil político” (con anchas tragaderas y opinión fungible) para organizar el tajo de la construcción del muro antifascismo. En un ataquín de furor laboral japonés, Jisperson les ha dicho por escrito que “a la crispación responderemos con trabajo”.

Pues sí; este boy de la mampostería política se lo va a tener que currar. Porque gobernará contra las cuerdas; vapuleado por los chantajes de los miriamdolarbeibis de turno, y entre gritos por la libertad y la justicia en calles y medios.

Y usando pañal, por el miedo a la moción.

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