Opinión

¿Qué cojones hace un periodista al frente de RTVE?

“El lunes me llamó Pablo Iglesias para decirme que el presidente Sánchez y él habían alcanzado un acuerdo para que los nombramientos de RTVE dependieran de Podemos. Quería que yo

“El lunes me llamó Pablo Iglesias para decirme que el presidente Sánchez y él habían alcanzado un acuerdo para que los nombramientos de RTVE dependieran de Podemos. Quería que yo presidiera provisionalmente hasta que el método del concurso público saliera adelante”. Con este texto comenzaba el hilo de twitter en el que la periodista Ana Pardo de Vera, directora de Público, el diario podemita propiedad del millonario comunista Jaume Roures, capo de Mediapro y amigo de los separatistas catalanes, cantaba la gallina de su frustrado nombramiento como presidenta de RTVE. Naturalmente la dama preguntó a su jefe qué pensaba al respecto el presidente del Gobierno. Y esto fue lo que Iglesias respondió: “que soy `buen perfil´, que habría que mirar otras opciones, pero que `sin duda –dijo Sánchez- ella puede cumplirlo´”. Punto primero: resulta que el presidente del Gobierno de los 84 diputados ha decidido por su cuenta y riesgo entregar el control de la radiotelevisión pública al líder de un partido de extrema izquierda enemigo declarado de los valores que comparte la inmensa mayoría de la clase media española, un tipo que cuestiona la Monarquía y la unidad de España y que se declara amigo de separatismos de toda laya. Desde que Carlos IV decidiera regalar el trono al gran corso en Bayona, no se había visto cosa igual.

La doña proseguía su relato asegurando que “El jueves comenzó el show. Arsenio Escolar salió en El País como la opción más firme y el PSOE y Podemos comenzaron la reunión con tensión y algo más: Iván Redondo, director del Gabinete del presidente, al frente del asunto”. Les ahorro el resto de tuits de este hilo de alucinante desparpajo. Vale decir que, según la directora de Público, Sánchez vetó finalmente su candidatura porque “no pueden ser presidentas las dos hermanas” (sic). ¿Cómo…? Pues sí, resulta que el ministro Ábalos había nombrado el mismo jueves a Isabel Pardo de Vera, hermana de la susodicha, presidenta de Adif, así, como suena, un cargo de gran responsabilidad, y aquello iba a sonar más a negocio familiar que a otra cosa. Total que a Pardo no le ha gustado que la hayan tomado el pelo, con ella no se juega, que no le escandaliza el hecho de no tener formación alguna para dirigir una empresa con 6.200 en nómina y presupuesto de casi 1.000 millones, no le asusta presidir un monstruo semejante sin haber visto jamás una cuenta de resultados, no; a ella lo que le duele es que no la hayan nombrado, porque yo me lo merezco, y para vengarse canta la gallina dejando a Iglesias como Cagancho en Almagro.

“Es verdad, a Iglesias se le ha dado la posibilidad de nombrar al presidente de RTVE en la idea de contrapesar al elegido en el Consejo con la gente de PSOE, PNV y PdeCat, pero Pablo ha demostrado ser un botarate y ha citado nombres de absoluta locura. Ha llegado a proponer a Jesús Cintora, además de Pardo de Vera. Y el PSOE ha tenido que salir a apagar fuegos”, asegura una fuente cercana a Sánchez. Por aquello de los hechos consumados, los socialistas filtraron el nombre de Escolar, pero Iglesias, consciente de la afinidad de padre e hijo con la nomenklatura de Ferraz, dijo que nones. Hizo más: adelantar el viernes en una radio que el elegido se llamaba Andrés Gil, periodista de información política de eldiario.es -el periódico de extrema izquierda de Ignacio Escolar-, un tipo vinculado a IU y con hilo directo con Iglesias, sin idea de lo que es una empresa, sin la menor experiencia en gestión, nada con gaseosa, un auténtico horror, un sainete chusco que retrata a la perfección al Gobierno Sánchez, a la izquierda española y, si me apuran, nos retrata a todos como país.

Un insulto a la nación

Es lo que hay. Y es todo tan cutre, tan surrealista, tan sectario, apesta tanto a corrupción, que hasta da vergüenza contarlo. “Era urgente y con urgencia hemos actuado. El Consejo de Ministros ha aprobado hoy un Real Decreto Ley para la inmediata renovación provisional del Consejo de RTVE. Dijimos que no miraríamos hacia otro lado. Este gobierno trabaja por una rtve pública, plural y de calidad”, decía hace escasas fecha el presidente por accidente en su cuenta de twitter. Le replicaba Iglesias por el mismo canal: “RTVE tiene que dejar de ser un aparato de propaganda del partido que gobierne y debe ser un servicio público independiente”. De modo que la regeneración de RTVE consistía en eso: en desalojar a los del PP para poner en su lugar a uno de los nuestros. Saldamos cuentas con Podemos dejándoles elegir candidato, ¡pero Pablo está tan zumbado…! Bueno, a lo mejor no lo está tanto, qué demonios, la cabra tira al monte y toda revolución que se precie empieza siempre por la toma de los medios de comunicación con el Cintora de turno al frente de los soviets, el caso es que hemos tenido que pararle los pies, no sin antes, eso también, haber intentado colocar a la familia Escolar, sector negocios, al frente de la cosa.

Pero en cualquier caso será uno de los nuestros. Uno de izquierdas más o menos radical. Más o menos sectario. De eso iba la cosa: de quítate tú para ponerme yo. Hasta ahí llega la “regeneración” de la que hablaba Sánchez tras ser investido. Nada que provenga de esta desnortada izquierda puede sorprendernos a estas alturas. Difícil, en todo caso, saber si escandalizarnos más por la cara dura de unos líderes dispuestos a traicionar sus grandes proclamas a la de menos tres, o por el impúdico desparpajo de unos candidatos a presidir RTVE sin la menor idea en el desempeño del cargo. Tan inadecuados resultan los Escolares, Pardos y Giles como los Gabilondos, Contreras o Llorentes, las vacas sagradas a quienes, dicen, también se ha ofrecido la bicoca. ¿Qué cojones pinta un periodista al frente de RTVE? Ese saco sin fondo, que en 2018 recibirá de los PGE nada menos que 343 millones en subvenciones, necesita al frente a un empresario como la copa de un pino, el mejor gestor posible, capaz de reducir costes y acotar el perímetro de ese despilfarro por el que deambulan más de 6.000 personas sin que nadie sepa muy bien qué hacen. Y ese gestor debería poder contar por debajo, como director de informativos, con un profesional independiente de verdad y con capacidad de servir los intereses generales. Lo demás es un insulto a la nación.

Naturalmente que nada de lo ocurrido es gratis. Detrás de este patético vodevil en el que la izquierda enseña sus vergüenzas sin rubor hay dinero, mucho dinero; negocios, muchos negocios; fortunas tipo Roures dispuestas a seguir engordando como hicieron en su día los progres amigos de Zapatero con La Sexta. De eso va esto: del vil metal. Habrá que ver en que queda la farsa, porque el viernes el PNV se enfadó mucho y dijo que no pensaba apoyar al mandao de los Escolar. “Ahora mismo –tarde de ayer sábado- la cosa está en que Sánchez le ha dicho a Iglesias que tiene que elegir a alguien de la Corporación, alguien de la plantilla, el que quiera, pero de dentro”, señala la fuente antes citada. Cumplido un mes al frente del Gobierno, los equilibrios de Sánchez para mantenerse con sus 84 diputados sobre el alambre de Moncloa se antojan cada día más difíciles. Y eso que el muchacho se esfuerza. Su declaración de que “la fractura social existente en Cataluña es responsabilidad del Gobierno Rajoy” es de las cosas más indecentes que se han escuchado nunca en el Congreso. Todo para satisfacer a los rufianes. Lo mismo que su negativa a respaldar sin fisuras al embajador de España en USA, Pedro Morenés, en su contundente respuesta a las provocaciones del nazi Torra en el Smithsonian de Washington. “La pregunta que se tiene que hacer Torra es qué gana España y Cataluña con esa bronca en Washington. ¿De verdad ganamos algo? Los españoles quieren pasar página”, tuiteó el viernes el lumbreras desde Bruselas.

Te crees muy listo, vaquero

La verdad es que solo tú quieres pasar página, Pedrito, pero no te van a dejar, los catanazis no te van a dar ese gusto, no te van a conceder ni un minuto de asueto por mucho que acerques a los políticos presos a cárceles catalanas o empieces a poner en la calle a etarras. Te crees muy listo, vaquero, y España es cualquier cosa menos la arcadia feliz a la que tú pretendes despistar con tus gafas de sol en plan narco gallego y tus manos de artista. Tan listo como para llevarte al huerto a Podemos, cuyo programa has vaciado de contenido y cuyos votantes piensas llevarte de calle sin que el señor Marqués de Villa Tinaja se entere. No te va a salir porque toda tu estrategia es demasiado evidente, demasiado obvia, demasiado chusca. Eso sí, como más vale pájaro en mano que ciento volando, has decidido colocar en las ubres del Presupuesto a todos los que te han acompañado en tu singladura. Lo de José Félix Tezanos (“El de Sánchez es un fenómeno sobre el que se escribirán libros”) al frente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) es para nota. Lo mismo que lo de Juan Manuel Serrano, tu jefe de gabinete en Ferraz, al frente de Correos. Por citar solo dos casos. Es tocar poder y ponerse a pillar con un hambre antigua, hambre atrasada, con indecorosa voracidad. Es lo que tiene la superioridad moral de la izquierda.

Mala suerte de España, caída en manos de mediocres tipo Rajoy cuando no de peligrosos irresponsables como el que nos ocupa. No es solo el daño que puedas hacer, Pedro, que vas a hacer mucho, es el coste de oportunidad que tu aparición en escena va a suponer para este país. Por eso es tan importante lo que esta semana ocurra en el Partido Popular. El triunfo de cualquiera de las “niñas asesinas” que durante años consintieron y callaron cual difuntas dispuestas a lamer las botas del truhan gallego, sería un desastre para el partido y para España. El oficialismo insiste en que Soraya lleva ventaja, como hoy se encargan de apuntar las encuestas, pero uno se resiste a creer que la escuálida militancia del PP dispuesta a votar decida despeñarse por el barranco de la mano de una candidata que apenas es la otra cara de la moneda Sánchez. La muerte de toda esperanza. Con todas sus incógnitas, la esperanza de la militancia del PP está hoy puesta en Pablo Casado, el único que puede hacer remontar el vuelo a un centro derecha tan castigado por la incuria, la cobardía y la corrupción galopante de los Rajoy y sus señoritas.

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