Muchas de las columnas u opiniones que determinados economistas esparcieron las primeras semanas, en la segunda mitad de 2021, en distintos altavoces mediáticos, acerca del repunte de la inflación producían un enorme sonrojo. ¡La achacaban a la política monetaria de los bancos centrales y a la deuda pública! Sí, son los mismos que nunca se enteraron de que fue la deuda privada alrededor de ciertas burbujas de activos financieros e inmobiliarios quien nos llevó al desastre, a la Gran Recesión. Para ellos la deuda privada era neutra, un equilibrio entre ahorradores y deudores, asumida racionalmente por los agentes privados.
El cuento infantil que nos relataban aquellos días era que la inflación es un fenómeno monetario, especialmente cuando la expansión de los bancos centrales sirve para financiar en el mercado secundario a los Tesoros de sus países. Llevamos casi 15 años con una expansión descomunal de los balances de los bancos centrales y el riesgo siempre ha sido la deflación, incluso cuando allá por 2008 la inflación se disparaba, como ahora, por encima del 5%. La teoría del multiplicador monetario, en la que se apoya, es ¡falsa! Tanto el Banco de Inglaterra como la Reserva Federal de los Estados Unidos ya han abandonado este relato. En septiembre de 2021 la Reserva Federal de St. Louis publicó el documento “Teaching the Linkage Between Banks and the Fed: R.I.P. Money Multiplier”. Parafraseando al presidente de la FED, Jerome Powell, “Bueno, cuando tú y yo estudiábamos economía hace un millón de años, M2 y los agregados monetarios generalmente parecían tener una relación con el crecimiento económico... esa relación clásica entre los agregados monetarios y el crecimiento económico y el tamaño de la economía, simplemente ya no se mantiene... así que algo tenemos que desaprender, supongo”.
Las causas del repunte
Obedece a tres factores consecuencia final de la implementación de políticas económicas apoyadas por los economistas conservadores, liberales, y social-liberales (otrora socialdemócratas). El primero, la financiarización de la energía y productos agrícolas, es sin duda el más relevante. Dicha financiarización se llevó a cabo mediante la expansión y el acceso a los mercados derivados de materias primas a especuladores y a fondos institucionales. Como consecuencia, en determinados momentos, la evolución de sus precios no obedece a fundamentales económicos sino a burbujas especulativas y procesos de propensión o aversión al riesgo de los inversores, si bien no son simétricos, impactando mucho más en los precios, al alza, durante las fases de toma de riesgos excesivos, como la actual. Véase gráfico 1.
Gráfico 1.- Financiarización Energía y Productos Agrícolas y su impacto en los Precios
Fuente: Banco Mundial https://www.worldbank.org/en/research/commodity-markets
El segundo factor, paralelo a la desregulación de los mercados derivados de materias primas energéticas y agrícolas, tiene que ver con una reestructuración radical de los sectores industriales, de los que el eléctrico es un ejemplo destacadísimo. Los sectores eléctricos reestructurados, incluido el de España, están mostrando resultados contrarios a los beneficios que los entusiastas de la liberalización proclamaron, produciéndose una rápida escalada de los precios de la electricidad en los hogares y empresas. Además, la inversión en nueva capacidad de generación no está siendo estimulada por los precios del mercado mayorista. Ver gráfico 2
Gráfico 2.- Tasa variación interanual IPC y Electricidad (%)
Fuente: Instituto Nacional de Estadística
El repunte de la inflación se debe básicamente a estos dos factores, tanto a la subida de precios de aquellos componentes que se establecen en los mercados derivados de materias primas, es decir, carburantes y alimentos no elaborados, así como a un defectuoso diseño del mercado eléctrico español, con su reflejo en el precio de la luz. Se trata de los componentes no incluidos en la inflación subyacente, debido a la erraticidad de los mismos, especialmente desde que se desregularon los mercados derivados de materias primas. Mientras la tasa interanual del IPC preliminar de marzo se situó en el 9,8%, la inflación subyacente era del 3,4%.
Otro factor, si bien menos importante, son los problemas de las cadenas de suministro que han afectado al componente del IPC recogido bajo la rúbrica de Bienes Industriales, y que sí forma parte del IPC Subyacente. A nivel académico se ha demostrado que la concentración empresarial, consecuencia lógica de la estrategia de globalización, ha hundido la productividad del capital, ante el descenso en las inversiones en formación bruta de capital fijo. Pero además, la concentración en las cadenas de suministro está detrás de los cuellos de botella que también están haciendo repuntar temporalmente los precios de ciertos productos que no llegan al mercado. Véase gráfico 3.
Gráfico 3.- Tasa variación interanual IPC y Bienes Industriales (%)
Fuente: Instituto Nacional de Estadística
¿Qué podemos esperar de aquí a final de 2022? Desconectar el precio del gas
De todas las medidas anunciadas, la más relevante es aquella que pretende desconectar temporalmente el precio de la luz del precio del gas, con el anuncio de España y Portugal de enviar una propuesta a Bruselas de topar el megavatio hora (MWH) a 30 euros. El país del G7 con la menor tasa de inflación en marzo fue Francia, con una tasa interanual del 4,5%, muy por debajo del resto de países occidentales. La razón básica es que sí dispone de mecanismos para topar el precio de la luz. El gobierno francés, mediante el control público de la principal compañía eléctrica del país, EDF, limitaba el MWH a 40 euros. Por lo tanto si Bruselas acepta la propuesta conjunta de los gobiernos luso y español, el IPC se aproximará a cifras cercanas al objetivo del BCE, alrededor del 3%.
Sin embargo, existe otro factor que presionará en sentido contrario. Una de las consecuencias de la invasión de Ucrania será la escasez de alimentos, incluido en occidente, y las hambrunas, sobretodo países más pobres. Ello se debe no solo a la importancia de Rusia y Ucrania en determinados productos básicos, como el trigo, la cebada, el maíz, las semillas de girasol y los aceites de girasol. Hay otro aspecto donde Ucrania, pero sobre todo Rusia y Bielorrusia, son fundamentales a nivel global: son los principales proveedores globales de tres elementos, recogidos bajo las siglas en inglés (NPK) -Nitrógeno, Fósforo, Potasio-, y fertilizantes derivados de los mismos como la Urea, necesarios para la agricultura intensiva que nos hemos dotado. La disminución de la oferta de alimentos y el aumento de los precios persistirán en los próximos meses. Ello situaría la tasa de inflación interanual a finales de 2022 en el intervalo 3%-4,5%
Al margen de la inflación, la escalada de los precios de los alimentos no elaborados a medida que aumenten los precios de los alimentos básicos, crecerán las necesidades humanitarias y los riesgos políticos en los países más pobres. La última vez que los precios de los alimentos alcanzaron máximos actuales, prepararon el terreno para las revueltas de la Primavera Árabe. Varios países ya están aplicando restricciones a las exportaciones para asegurar sus propios suministros, al tiempo que agravan los problemas de los países más vulnerables. El impacto total no se sentirá hasta la temporada de cosechas del próximo otoño. Anticiparse a futuros déficits podría ayudar a suavizar el golpe y limitar el impacto humanitario de las crisis de suministro de alimentos.
Beeblebrox
Muy mala opinión de sus votantes tiene la izquierda cuando cree que pagar a este señor y sus incoherencias es lo que necesita para que les dejen seguir arruinándolos. Sobre el final de la teoría de la inflación como fenómeno monetario (no del "money multiplier" que es otra cosa) simplemente señalar que desde el famoso "what it takes" de Draghi se sabía que la impresión de billetes acabaría en inflación, que es el motivo por el que en los tratados del euro se prohibió y hubo que recurrir a la infantil martingala de imprimir bonos. Mientras no se produjo, porque estas cosas tienen un tiempo de transmisión, los sabios de pacotilla a lo Laborda estaban encantados de explicarnos las macrotendencias por las que no habría inflación por mucha teoría moderna monetaria que aplicaran los estados manirrotos y nunca se les ocurrió decirnos "pero por otros motivos se está incubando una inflación del carajo"
ma
La inflación como fenómeno monetario un cuento infantil. La leche, ahora resulta que las ecuaciones matemáticas tienen que dejar paso a las opiniones de gente de letras.