Opinión

Socialistas, os recibimos con alegría

Parece ser que Cuéntame seguía emitiéndose y la semana pasada los espectadores pudieron ver

Parece ser que Cuéntame seguía emitiéndose y la semana pasada los espectadores pudieron ver el capítulo final de la serie tras 23 temporadas en antena. Los españoles somos fieles a las series nacionales que tocan temas reconfortantes, aunque las tramas y la evolución de los personajes sean previsibles. Prueba de ello es que pocos días después se emitió el nuevo episodio de la telenovela de más éxito en nuestro país, a la que estamos todos enganchados.

En este programa de éxito, socialistas relevantes llegan con años de retraso a conclusiones que ya eran evidentes para cualquier ciudadano normal. Y los ciudadanos normales, lejos de posiciones sectarias y fanáticas, por alguna razón se ven reafirmados en sus posiciones. Reciben las declaraciones como los vecinos de Villar del Río a los americanos. Aplauden en el sofá, agradecen las palabras en redes sociales, piden que esas figuras públicas encabecen manifiestos y manifestaciones. Guapos y sanos, los socialistas decepcionados. Los ciudadanos normales necesitan, por alguna extraña razón, que quienes han apoyado todo lo que nos ha llevado hasta aquí se erijan en líderes de opinión y los conduzcan de la mano hasta los principios en los que ellos ya llevaban años instalados. 

La estrella invitada en el episodio más reciente ha sido Antonio Resines. Resines es, en esencia, un ciudadano normal. Tendrá preocupaciones parecidas a las de cualquier ciudadano, se mostrará moderadamente interesado por la política, convivirá con algunas contradicciones molestas y probablemente no irá por la vida soltando estupideces e intentando provocar a sus conocidos. En una entrevista reciente en RTVE ha manifestado su oposición a la decisión del Gobierno de conceder la amnistía a los criminales del procés. Qué más quieres. La España no socialista enloquece. Resines es Iniesta en la final del Mundial de Sudáfrica. Indurain entrando victorioso en París. Nadal en Wimbledon en 2008. ¡Nada menos que un votante socialista de toda la vida cuestionando la amnistía (suavemente y sin entrar en el fondo del asunto)! Ramón Rodríguez se quita la camiseta, corre por el pasillo y se planta en la cocina haciendo lo de Bellingham. Un columnista de centro derecha prepara el bolígrafo que reserva para las grandes ocasiones. Un anónimo tertuliano de tuiter deja el móvil, abre la aplicación en el ordenador y declara: “Ahora sí, ahora ya sí que sí”.

Ahora, lo de la amnistía sí que no. Por alguna razón, la amnistía sí es una línea roja. Cuando en realidad la amnistía no es más que un apunte insignificante en el libro que el PSOE lleva años escribiendo

Un par de días antes, el mismo Resines había pasado por La Resistencia para dejar un mensaje importante. Quería alertar sobre unos “falsos anuncios que le utilizan para estafar”, anuncios que estarían usando su imagen para vender productos fraudulentos. Y algo de eso hay en las celebradas caídas del guindo que vemos desde hace meses. Los socialistas arrepentidos de los últimos días han tragado muchísimas cosas al Partido, reconoce Resines. Cosas que según él mismo declara en la entrevista eran razonables. Cosas como los indultos. No le gustó lo de la sedición, dice; “pero bueno, podemos discutirlo”. Ahora, lo de la amnistía sí que no. Por alguna razón, la amnistía sí es una línea roja. Cuando en realidad la amnistía no es más que un apunte insignificante en el libro que el PSOE lleva años escribiendo.   

Todavía le queda a Resines un último argumento, una última advertencia, una última manifestación de socialdemocracia verdadera: “Por cierto, hay que decirle a todo el electorado que el PNV es de derechas de toda la vida. Junts es de derechas. Esto no es un discurso de derechas. Y por cierto, EH Bildu no son socialdemócratas; son otra cosa”. Son el aliado actual y natural del PSOE, don Antonio. ¿Y sabe usted por qué? Pues porque son progresistas, antifascistas, una piedra en el muro de contención. 

No es de ahora, esto. No hay nada nuevo en la ley de amnistía. No hay nada nuevo en los pactos con Bildu. No hay nada en este PSOE que no estuviera en el PSOE de siempre. Van a cumplirse cinco años de la foto de la líder de los socialistas vascos celebrando la Navidad con Otegi. Han pasado más de cinco años desde que concejales socialistas expulsaran a los policías de los hoteles de Pineda de Mar. Dentro de poco se cumplirán 20 años desde el inconstitucional y democrático Estatuto de Cataluña, en el que el conflicto entre mayoría y ley ya era enarbolado por el PSOE con cristalina evidencia. El 14 de diciembre de 2003: firma del Pacto del Tinell.

La amnistía no es ninguna línea roja. Es sólo un paso más en el programa que el Partido lleva décadas desplegando. Así que eso; cuidado con los anuncios que se usan para estafar. 

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