No comprendo muy bien a la gente que se lleva ahora las manos a la cabeza porque Vox ha decidido romper sus pactos con el PP, dejar sus sillones en aquellas comunidades donde gobernaban juntos y pasar a la oposición.
Puedo entender que no haga ninguna gracia que los que tienen que hacer oposición al Gobierno y ser una opción para acabar con Sánchez no sean capaces de entenderse y se dediquen a tirarse los trastos a la cabeza. Pero esto es lo que llevamos viendo desde hace ya varios años.
A mí el señor Feijoó me dejó ojiplática en las últimas elecciones generales, afirmando que pactaría antes con el PSOE que con Vox y pidiendo el voto a los votantes de Podemos. Sí, sí, de Podemos. Viene bien de vez en cuando recordar estos detallitos, porque parece que se nos olvidan.
Esta ruptura era una muerte anunciada. Lo único que no se podía saber era cuándo llegaría el momento de asistir al velatorio de la oposición de este país.
Así que todo en orden, seguimos como siempre: con un señor en el Gobierno que hace lo que le viene en gana, que cuando se le piden explicaciones solo sabe hablar de las máquinas del fango, los fascistas y los bulos, y ninguna alternativa real para tomarle el relevo. El PP es incapaz de sacar una mayoría absoluta, a no ser que suceda algo totalmente desastroso, que no quiera Dios que nos caiga un meteorito, y Vox... Pues es Vox.
Creo que habría que darle algo de crédito al único partido que ha hecho un acto de coherencia, por muy poco conveniente que sea para unos o para otros
No entiendo muy bien el aliciente que le queda al votante de Vox, votando a un partido que sabe que no llegará a gobernar, pero esto debe ser como esa gente que vota a Izquierda Unida.
Tampoco entiendo muy bien por qué siempre nos quejamos de que los políticos de este país no tienen responsabilidad ni coherencia, no dimiten, están aferrados a sus cargos y sueldos como garrapatas, sin importarles nada más, pero no le damos ningún valor cuando un partido decide dejar esos gobiernos y esos cómodos sillones, porque cree que así defiende sus principios y lo que prometió a sus votantes. Independientemente de si es lo mejor o lo peor para España, que no seré yo quien se atreva a hacer tan sesudo análisis político, y sin tener en cuenta si favorece o no a Sánchez, cosa que tampoco me preocupa, porque parece ser que estamos en ese punto en el que si me tomo un paracetamol con el café favorezco a Sánchez, creo que habría que darle algo de crédito al único partido que ha hecho un acto de coherencia, por muy poco conveniente que sea para unos o para otros.
Nos quejamos cuando nos prometen una cosa y hacen la contraria, pero tampoco nos parece bien cuando nos prometen una cosa y la cumplen. Igual es que lo que nos gusta es quejarnos permanentemente y que la culpa de nuestros males sea siempre del vecino. Y aquí entono yo el “mea culpa”, porque considero que no me debo a ningún partido y que ninguno me merece y quizá ese desapego político no ayuda a la hora de reducir la crispación en la sociedad.
Puestos a valorar virtudes, yo preferiría que el Gobierno sea honrado a que sea solidario. Preferiría tener un vecino respetuoso antes que solidario y que mi médico sea prudente antes que solidario...
En todo este asunto lo que me hace mucha gracia es que se hable de la solidaridad. La solidaridad es una virtud, es decir, una cualidad que se considera moralmente buena. Al igual que la honestidad, la prudencia, el respeto... Me encantaría que alguien me explicara cómo es posible que se trate de imponer que todos los ciudadanos posean esa virtud y por qué solo nos interesa ser virtuosos de ese modo. Puestos a valorar virtudes, yo preferiría que el Gobierno sea honrado a que sea solidario. Preferiría tener un vecino respetuoso antes que solidario y que mi médico sea prudente antes que solidario... Pero supongo que eso ya va en las prioridades que tiene cada uno y lo que espera de la vida o que la vida le provea. O lo que le provea su Gobierno, su vecino y su médico.
España es un Erasmus gratuito
En mi opinión esto no va de solidaridad con Canarias ni con cuántos menas hay que repartir por toda España. Esto va de decir basta. Porque hoy son 400, mañana 1.000 y en los últimos 6 años los miles y miles son incontables. En nuestro país se invierte más en crear centros de menas que en Centros de Salud. Se nos repite constantemente que no hay dinero para las pensiones y uno no sabe si cuando, a los 80 años al paso que vamos, consiga jubilarse, va a poder cobrar algo del dinero que se le ha retenido durante toda su vida de esfuerzo y de trabajo, para poder vivir dignamente. Pero para mantener a una gente a la que supuestamente sus padres han enviado aquí, como si esto fuera un Erasmus gratuito, para eso sí que hay. No se les puede enviar de vuelta con sus padres porque rompen su pasaporte al entrar y no se sabe de dónde vienen ni quiénes son sus padres, pero nos ponen lacrimógenos reportajes donde el protagonista es Sam, el pobre senegalés de 17 años que habla con su madre y le dice que está estudiando, cuando lo cierto es que Sam está muy triste porque está detenido por dirigir un cayuco, encerrado y sin papales... Y tras unos meses en esa situación, aparece su partida de nacimiento sellada por la Haya, como por arte de magia, para certificar que es menor.
Pues señores, por lo visto la solución es fácil: cuando se les encierra, aparecen los papeles.
Ironías aparte, lo cierto es que los españoles, voten a quien voten, están cansados y hartos de menas y de inmigración ilegal. Los progres son muy solidarios y multiculturales, hasta que les ponen un centro de menas en su barrio. Es muy sencillo ser solidario con el dinero de los demás, pero cuando tienes que pagar tú el precio de esa solidaridad, y no solo a nivel económico, ya no somos tan virtuosos.
Yo lo que quisiera es dejar de vivir en un país que tiene complejo de ONG internacional y que se empiece a preocupar por las necesidades de los que estamos aquí y los que nos estamos dejando la vida por salir adelante, con más o menos dificultades.
Pero no, eso no toca. Lo que toca es Sánchez para rato, hasta hartarnos. Y tómenme de manera muy literal ese “hasta hartarnos”.
Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.
Argumento comunista: Si te gusta, bien, y si no, te vas. ¿Cuantos menas tienes en tu casa?
Lo siento; este comentario es para JoseMad que falta al respeto a la columnista.
Me parece un artículo bastante vomitivo. ¿Cuántos españoles vivían en el pueblo y se fueron a vivir a la ciudad, sin trabajo, a "buscarse la vida"? ¿Y cuántos tuvieron que emigrar a otro país? Si se hubieran encontrado con mucha gente como usted no les hubiera resultado posible progresar.
Sus argumentos se parecen mucho a los argumentos supremacistas de los independentistas.
Como ejemplo eso de "apropiarse" lo que opinan todos los españoles (basado en la nada).
Sea madura y si le molesta tanto, como dice: "Yo lo que quisiera es dejar de vivir en un país que tiene complejo de ONG internacional ..." márchese.
Los españoles y portugueses cuando emigraban a Francia, Alemania, Sui+za etc... iban a trabajar con xontratos de trabajo, entrando legalmente en esos países y no iban a delinquir. No se peleaban a machetazos, ni cometían violaciones, ni robos con intimidación. Y los menas son un problema, según la Guardia Urbana de Barcelona el 80% de los delitos son cometidos por menas.El prototipo de delicuente en Barcelona es persona jóven del Magreb, que coete delitos de robo con intimidación o violencia y no actua solo. En Cataluña más de la mitad de la población reclusa en extranjera y hay que tener en cuenta que cuando se notificva el escrito de acusación del Ministerio Fiscal a un zacusado es más fácil para un extranjero huir a su patria que para un español abandonar España. Hay muchos máds extranjeros con buscas y capturas
Argumento comunista; si te gusta , bien, y si no, te vas. ¿Cuantos menas tienes en tu casa?
Rascarse el bolsillo para ayudar al prójimo necesitado es digno de elogio. Meter la mano en bolsillo ajeno es siempre despreciable.
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"The act of reaching into one’s own pockets to help a fellow man in need is praiseworthy and laudable. Reaching into someone else’s pocket is despicable."
~Walter E. Williams
Totalmente de acuerdo con la articulista... excepto en lo de Vox por supuesto. Ha explicado muy claramente lo que pensamos la mayoría de los españoles de la inmigración ilegal y de cómo, nuestro país, se ha convertido en un ONG que no tendrá dinero para pagar nuestras pensiones en un futuro, porque se lo habrá gastado en los de "fuera".
Pero es que no creo que sea muy difícil llegar a la conclusión de que el único partido político que realmente quiere acabar con la inmigración ilegal es VOX, porque además es el único que actúa en consecuencia.
Que mas me da a mi que el PP consiga arrebatar el poder al sátrapa Sánchez si será incapaz de mover un dedo contra las mafias de inmigración ilegal y devolver a su país a los inmigrantes ilegales (sean menores o no )por el qué dirán, o en otro ámbito de cosas, redactar una ley que acabe con la okupación en nuestro país?
Lo siento... jamás volveré a votar al PP porque no tiene una vocación real de cambio que acabe con la locura progre de la agenda 2030
hbkeriuvnjuve
Pleno acuerdo con los comentarios arturo moreno y Tom Bombadil.
Los que votamos (al menos hasta ahora) a Vox lo hacemos para que otros no voten por nosotros, si nos abstenemos, y porque de todas las opciones actuales del mercado electoral es única que hemos visto que merecía la pena votar (con la irrupción de SALF se puede dudar de este extremo). Se hace con independencia de que tenga mayor o menor éxito electoral.
Si está arrinconado electoralmente es por estas razones: primera y principal, por la demonización de los medios de comunicación, demonización que cala en parte de la sociedad; en segundo lugar por la dictadura cultural progre que lleva décadas funcionando, y en tercer lugar por los errores propios.
Ahora mismo, por lo que conozco, la mayoría de los votantes de Vox, de no hacerlo por esta formación, o la de Alvise, se quedarían, nos quedaríamos sin votar. Pero el voto de resistencia y de protesta ante lo que tenemos, en tantos aspectos defectuoso (partitocracia, coladero inmigratorio, inseguridad ciudadana, islamización, sometimiendo a oscuras élites globalistas, normalización y cesión ante los chantajes de los nazionalismos separatistas, etc) no vemos otra opción (si la hay, díganosla). El PP, en todos estos aspectos, está desde siempre jugando en campo opuesto.
Los votantes de Vox, en lo que conozco, no tienen nada que ver con cualquier caricatura ultraderechista con la que nos machacan en los medios. Incluso buena parte, como es mi caso, ni son creyentes, ni taurinos,ni cazadores, y en lo del aborto los hay de todo (yo pienso que la legislación está bien como está, y la madre es la que tiene que decidir). Menos aún son ricos, poderosos ni antidemócratas.
La tan cacareada solidaridad me recuerda la escena de una película americana en la que un general le espeta a un soldado: "¡El ejército está para defender y proclamar la democracia, no para practicarla!"
"No entiendo muy bien el aliciente que le queda al votante de Vox, votando a un partido que sabe que no llegará a gobernar". Pues mire, yo se lo explico. En los regímenes autoritarios (pongamos el caso de Venezuela por ejemplo) hay una "oposición" que en realidad es una coartada del sistema porque actúa siempre de comparsa del poder (lo que vendría a ser el PP en nuestro caso), y una oposición real que o bien está encarcelada o bien es estigmatizada y silenciada por todos los medios del sistema (VOX en nuestro caso). El ciudadano sabe que ese partido tiene muy pocas opciones de gobernar, pero siente que algo tiene que hacer con el voto, ya que además es el único medio que tiene para intentar cambiar las cosas. Desde luego como no se cambia nada es con la pose intelectual de algunos y algunas que prefieren quedarse en casa a la hora de votar porque todos son muy vulgares y no están a la altura de sus cráneos privilegiados
Efectivamente, con la nefasta le electoral actual y el método D`Ont, quien se queda en casa hace que el voto de su vecino que acude a las urnas valga el doble.
Lo siento, Rosa. Había dejado un comentario a su columna de hoy, que no ha llegado a publicarse. En éste le manifestaba el agrado que me produce cada vez que la leo, pero el sistema de comentarios de Voz Pópuli es más farragoso que la escritura jeroglífica sobre papiro.
No importa. La seguiré leyendo mientras sea posible. Con todo mi afecto.
Como siempre, un artículo excelente en fondo y forma. Y además con sentido del humor, que no está reñido con el periodismo de calidad.
Enhorabuena, Rosa. Con afecto.
Me ha gustado mucho el artículo. Es claro, coherente, cierto, real, con sentido común. Gracias.
Los que votamos a Vox aunque pierda lo hacemos por dos razones; porque preferimos perder a que nos engañen, y porque solo tenemos el voto como arma para la lucha contra la corrupta familia del presidente.
"Los solidarios profesionales" quieren a los menas y a todos los inmigrantes ilegales, pero a muchos kilómetros de la Moncloa, de Ferraz y los chalet, y con la esperanza de que nacionalizando de a 500 mil, jamás se les agotará el caladero de votos. Lo de la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos los tiene sin cuidado.